Por Ing. Carlos Petrella PhD
No es muy difícil entender lo que ha acontecido con la Caja Profesional. La Caja está en una situación tan crítica. La respuesta corta es muy sencilla. Tiene egresos mucho mayores que sus ingresos. Eso no es sorpresa, puesto que la Caja tiene problemas estructurales desde hace varios años y comenzó a tener resultados operativos negativos hace unos cinco años. En la actualidad, la Caja tiene ingresos operativos mensuales de aproximadamente US$ 38 millones y egresos de US$ 42 millones, por lo que tiene un déficit de US$ 4 millones mensuales.
¿Por qué se llegó a esta situación? La Caja de Profesionales del Uruguay no ha logrado acordar, en la última década en varias ocasiones, medidas que permitieran enfrentar su colapso, a pesar de claras advertencias que constan en informes especializados y en las discusiones de los organismos de dirección. Algo ha funcionado muy mal en la interna de la Caja. Actualmente, la solución a esta crisis está casi totalmente fuera de las manos de los actuales administradores de la organización. Lo cierto es que no se ha podido establecer una forma concreta en que la reforma de estructuras y funcionamiento podría realizarse.
Después de diez años, esa reforma todavía se está discutiendo, en medio de una crisis, que no puede ocultarse. No dudamos que se trata de un ¹“elefante negro” que impone su inocultable presencia y que tendrá efectos tremendamente destructivos. La entrada en escena de los “elefantes negros” de alguna forma pone en evidencia errores u omisiones en la capacidad de administrar una organización. La conclusión a la que llegamos luego de nuestra investigación es que eso ha acontecido porque no hay acuerdo sobre quién debe asumir los costos de los cambios requeridos.
Estamos convencidos que esta solución de rescate que plantea el Poder Ejecutivo estará convirtiendo en poco tiempo a la insolvente Caja Profesional en una organización en la cual pocos profesionales informados quisieran estar. Finalmente, acoto que es una propuesta que considero ingenua en términos de encarar los persistentes problemas de gobernanza. Lo dicho en el diagnóstico que elaboramos junto con Carlos Tessore hace unos meses se mantiene en su totalidad. Las nubes oscuras en el horizonte que vislumbramos con Susana Caffaini también.
Sólo queda una oportuna reflexión sobre este desafortunado proceso de deterioro de la Caja Profesional que quisiéramos poner sobre la mesa. Únicamente los malos capitanes no aprenden de los errores del pasado. Vamos de nuevo enfilados a arremeter contra un iceberg, cuya posición conocemos. Deseo realmente estar equivocado en este diagnóstico tan poco optimista. Prudentemente, considero que los uruguayos debemos prepararnos para otro choque terrible contra la realidad. Pero no sólo es un problema de esta caja. En general, mala tos le siento al gato previsional uruguayo.
¹ Un “elefante negro” es un riesgo conocido pero no atendido, porque los decisores no quieren pagar el costo político o gerencial de abordarlo.