La pandemia impacta a las economías de América Latina y el Caribe a través de factores externos e internos cuyo efecto conjunto conducirá a la peor contracción de la actividad económica que la región haya sufrido desde que se iniciaron los registros, en 1900.
1. El choque externo
• La economía mundial exhibirá en 2020 una caída del producto bruto mayor a la observada en varias décadas. Se prevé una contracción del PIB mundial en torno al 2% con una mayor contracción en las economías desarrolladas que en las emergentes.
• En promedio, las proyecciones para los Estados Unidos prevén una caída de casi el 4% (frente a un crecimiento del 1,9% pronosticado en diciembre de 2019), para China un crecimiento menor al 2% (5,8% pronosticado en diciembre), para la eurozona una caída de casi el 6% (1,2% de crecimiento pronosticado en diciembre) y para el Japón una contracción de más del 4%.
El volumen de comercio mundial ha colapsado: la Organización Mundial del Comercio (OMC) estima que caerá entre un 13% y un 32% en 2020.
• El volumen de comercio mundial de bienes presentaba una tendencia negativa antes de la pandemia. En 2019, disminuyó un 0,4%, su primera caída desde la crisis financiera mundial. Esto fue, en gran medida, el resultado de la acumulación de barreras comerciales desde principios de 2018 (principalmente entre los Estados Unidos y China) y su efecto en las cadenas globales de valor. Las perspectivas mejoraron en enero de 2020 luego del acuerdo de “fase uno” entre China y los Estados Unidos, pero la pandemia puso fin a ese corto optimismo.
• A la disrupción de las cadenas de valor, se agrega el hecho de que China, una vez que vaya reactivando su producción, enfrentará problemas para exportar a países que enfrentan la pandemia con un rezago temporal respecto de este país. Así, uno de los principales actores en el comercio mundial verá disminuida la demanda de sus exportaciones, lo que aumentará el impacto negativo sobre el volumen global de comercio.
• La caída de la actividad económica mundial, en particular en los Estados Unidos, China y Europa tiene un impacto negativo en América Latina y el Caribe a través del comercio en términos de volumen y precio, en especial de las materias primas. Algunos importantes sectores productivos de países de la región están insertos en cadenas globales de valor en las que los Estados Unidos y China juegan un papel fundamental. Además, México y Centroamérica están expuestos a la contracción de la economía de los Estados Unidos también a través la reducción de las remesas de los migrantes; en el caso de México se agrega la caída del precio del petróleo.
• Ante el nuevo panorama económico en los principales socios de la región y una acentuación del desplome de los precios de exportación. La nueva estimación indica que el valor de las exportaciones de la región caería cerca del 15%, con una disminución de los precios del 8,8% y una contracción del volumen del 6%, explicada principalmente por una agudización de la contracción de la demanda mundial.
• Se prevé que, en promedio, los bajos precios se prolonguen en el tiempo, incluso para productos que no habían experimentado bajas. Por ejemplo, las cotizaciones de los precios de los productos agrícolas que no habían caído tanto como el petróleo y los metales en las últimas semanas han comenzado a disminuir, debido a la contracción de la demanda. Los precios de la soja, el maíz y el trigo experimentaron disminuciones de hasta un 4%, y los futuros para el segundo trimestre han comenzado a deteriorarse. Similares comportamientos se dan en la carne de bovino y de pollo, con caídas promedio del 6% en el último bimestre. En el caso del petróleo, principal producto de exportación de la región, la fuerte baja de la demanda, estimada en un 30%, no podrá ser compensada por el último acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que recorta en un 20% la producción de los países miembros de la Organización (hasta 9,7 millones de barriles diarios).
• Los mayores impactos se darían en los países de América del Sur, que se especializan en la exportación de bienes primarios y, por lo tanto, son más vulnerables a la disminución de sus precios.
• Las exportaciones regionales a China serían las que más disminuirían en 2020 (24,4%). Esto afectaría especialmente a los productos con eslabonamientos hacia adelante en las cadenas de valor en ese país (mineral de hierro, mineral de cobre, zinc, aluminio, soja, aceite de soja, entre otros). Los países más expuestos son la Argentina, el Brasil, Chile y el Perú, los mayores exportadores de la región de esos productos a China.
FUENTE: CEPAL América Latina y el Caribe: Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación
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