En la sociedad hay una conciencia cada vez mayor de las empresas y organizaciones sobre su responsabilidad social empresarial, o RSE, y la necesidad de “hacer las cosas correctas”, pero ¿realmente entendemos qué es esta responsabilidad? La responsabilidad social empresarial se inserta en un contexto social más amplio; es una parte integral de la sociedad, es además de un mercado, una cultura, una comunidad, un sistema político. Es el entendimiento cabal de que un negocio, no sólo es un negocio, sino también una institución social. Este pensamiento tiene mucho que ver con, entre otras cosas, la ética.
Trabajar con responsabilidad social empresarial se ha convertido en un campo importante dentro del alcance de la comunicación. Sin embargo, las empresas que adoptan la responsabilidad social empresarial no son nuevas, por el contrario, esto es algo que se ha venido ejerciendo de una forma u otra. Por ejemplo, basta con pensar en las grandes empresas que han sido la piedra angular en diversas comunidades del mundo, a menudo vinculadas a la producción de aluminio, la industria del acero, la energía eléctrica, etc. En estas comunidades, por así decirlo, la base de toda su existencia y funcionalidad se debe a estas grandes empresas. El acto de responsabilidad social empresarial más común era que las empresas construyeran instalaciones deportivas y piscinas para sus empleados, pero que también pudieran ser usadas por los aldeanos.
Las dos formas de pensamiento detrás de la responsabilidad social empresarial son: “actuamos con responsabilidad social, ya que es rentable y se gana más dinero”; y “actuamos con responsabilidad social, ya que es lo que se debe hacer”. Este último es un punto de vista ideal moral, que es lo que se quiere, pero no vivimos en un mundo ideal y se ha de asumir que las empresas y organizaciones llevan a cabo en este contexto acciones de un carácter bastante variado, cuyos resultados pueden seguir estando dentro de los mejores intereses de la comunidad, ya sean locales, nacionales o internacionales.
La responsabilidad social empresarial es también fundamental para la reputación de la empresa, ya que para aquellos que quieren incorporarla en los negocios es importante vincularla perfectamente con la actividad principal de la organización. Se debe elegir una estrategia de comunicación con la que las partes interesadas se identifiquen, y donde se mantenga apertura hacia la resolución de los problemas. Sin importar lo que se haga, hay que formular preguntas críticas acerca de los motivos para asumir la responsabilidad social empresarial. Las perspectivas de las iniciativas filantrópicas deben estar vinculadas a la visión y misión de la empresa, a pesar de que puede que no siempre sea evidente la forma de lograrlo.