Si bien ya desde hace tiempo en el mundo tecnológico y virtual se habla de los metaversos no siendo un fenómeno novedoso como tal, desde que Mark Zuckerberg informó que Facebook construiría su propio metaverso y transformaría su actual plataforma en la que pasaría a llamarse Meta, no han parado de llover noticias vinculadas a esta temática, a la expansión de los metaversos y las grandes inversiones que se están generando de parte de importantes empresas en los mismos.
Por: Dra. Karen Elorza (*)
¿Que son los metaversos?
Sin lugar a dudas al escuchar el término metaverso nos vienen a la cabeza una infinidad de interrogantes como ser: ¿Qué es un metaverso? ¿En qué consiste? ¿Qué se puede y se podrá hacer en los metaversos? ¿Cuál es su diferencia con las redes sociales actuales? Estas y otras tantas cuestiones aparecen vinculadas al gran avance tecnológico y virtual que estamos viviendo.
Este es un término que ya se utiliza en el mundo tecnológico y es un acrónimo de “meta”, cuyo término significa trascendente y de “verso”, que representa el universo.
A nivel jurídico se lo ha definido como “una infraestructura canalizada a través de una red inteligente que mediante sistemas de inteligencia artificial, recapta y genera datos a tiempo real de cada usuario conectado ofreciendo una recreación completa de la realidad natural mediando tecnología háptica sensorial y cognitiva, donde se puede llevar a cabo cualquier acción por parte de sus usuarios sin limitaciones, interactuando con otros usuarios e inteligencias artificiales con un sistema económico propio bajo sistemas de blockchain con el fin de conseguir generar un estado virtualizado dentro de una sociedad red absoluta[1]”.
Ante estas características, en términos más coloquiales se ha expresado que los metaversos representarían un internet inmersivo con mayor profundidad que la realidad virtual actual. De esta forma, la interacción en ellos implicaría que en vez de vivir el internet pasaríamos a estar inmersos en él.
Esta nueva red se trataría de un entorno alternativo y virtual que conviviría en paralelo con el entorno natural o palpable de la “realidad”, con todos los desafíos que ello implica en lo que refiere al ordenamiento de esa comunidad, de los bienes e información que se pudiera crear en el marco de ella, las actividades, negocios y servicios que pudieran generarse en su ámbito, así como los vínculos entre los distintos interlocutores que formen parte del mismo, todo lo cual hace al funcionamiento de esta realidad virtual.
¿Qué tipo de negocios se puede celebrar en ellos?
Es tan importante el desarrollo e impacto comercial y económico de los metaversos que según ha trascendido en las noticias Bloomberg Intelligence se estima que en este mercado existirían para 2024 oportunidades de inversión que ronden los US$ 800.000 millones.
Ello se debe a que la apertura de actividades y servicios que se puede brindar a través del metaverso es amplísima, incluyendo no solo entretenimiento y juegos sino también posibilidades de investigación, trabajo, educación, deportes, e incluso hasta se brinden conciertos y espectáculos de cine, entre otras tantas posibilidades en las cuales además el mundo del blockchain y las criptomonedas son la base para su desarrollo.
¿Qué retos legales implica estos desarrollos?
Sin lugar a dudas, las características de los metaversos y la ampliación inimaginable que pudiera llegar a tener, nos lleva a poner de manifiesto que será prioritario regular la interacción no solo dentro de los mismos, sino entre ellos y, fundamentalmente, con lo que es el mundo real y palpable. Allí nos enfrentamos ante un primer desafío del mundo jurídico, el cual no solo debe atender a las necesidades de ordenar esta nueva realidad, sino generar puentes resguardando la seguridad del usuario y sus derechos, aspecto que excede la presente entrega.
Lo que es claro es que la interacción y recopilación de datos que se puede generar en el mundo de los metaversos es inmensa debido a que cualquier actividad desarrollada implica la generación e intercambio de estos. Y con ello, es incuestionable que debe prestarse especial atención a cuestiones vinculadas a la ciberseguridad, consentimientos digitales y el derecho de la identidad además de lo que pudiera referir al derecho de propiedad y los resguardos económicos propios de los negocios e intercambios que pudieran generarse en el marco del mismo ya sea a gran escala como la compra de lotes, o a menor escala, como ser la compra de un avatar, la adquisición de ropa virtual, etc.
En el marco de esta revolución, los legisladores y doctrinos del mundo entero tienen como desafío entender esta nueva realidad y sus proyecciones, y propender por contar con ordenamientos jurídicos modernos y actualizados que permitan una protección adecuada pero acertada.
¿Cuál es la situación actual de los metaversos?
Según informe de fecha 2 de diciembre del Observatorio Blockchain, las empresas que están brindado sus bienes y servicios a través de los metaversos o que han informado su presencia en esta mercado crece en forma exponencial día a día, generándose un importante movimiento de compraventa de lotes de tierras virtuales que ya han alcanzado los US$ 5.000.000.
Con este escenario, además de la ya nombrada Facebook, y de Microsoft, empresas como Nike, Adidas, Balenciaga, Gucci, Dolce & Gabbana, Nascar, Nissan, BMW, Coca Cola, Bacardi, Budweiser entre otras, ya están desarrollando y comercializando NFTs y posicionándose en la economía de los metaversos, por lo que se espera que próximamente muchas más empresas avancen en la misma línea.
Consideraciones finales
Es incuestionable que internet ha permitido una evolución y desarrollo exponencial de la tecnología y todas las aristas que la rodean, aminorando las brechas y permitiendo una mejor y más eficiente conectividad global, encontrándonos al día de hoy con situaciones que parecen más bien sacadas de un libro de ciencia ficción, pero que nos han demostrado que la imaginación puede trascender a la realidad.
Queda mucho por recorrer y avanzar en el camino de los metaversos, NFTs, blockchain, criptomonedas y tecnologías vinculadas, pero la realidad es que esta nueva economía, o mercado, llegó para quedarse y tiene la posibilidad no solo de mover grandes montos de divisas, sino que tal como se está concibiendo puede permitir desarrollar grandes oportunidades de negocios, por lo que es importante que la sociedad, la política, la economía y el derecho atiendan a esta nueva realidad digital para mantener un correcto equilibrio y atención de las distintas complejidades que se pueden generar.
(*) Integrante del equipo legal de Galante & Martins
[1] Javier Antonio Nisa Ávila, “El Metaverso: conceptualización jurídica, retos legales y deficiencias normativas”