Recientemente se ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con una agencia de infraestructura con el objetivo de mejorar la coordinación e implementación de proyectos de inversión pública en Uruguay. No hay dudas de que este tipo de agencias son clave para promover una mayor inversión de forma coordinada, con planificación y con una visión de largo plazo.
Por Ec. Marcelo Pérez (*)
Si bien este tipo de instituciones fortalecen la promoción, desarrollo e implementación de infraestructuras, lejos están de ser una condición necesaria y menos aún suficiente. Para que nuestros países mejoren no solo la proporción de cuánto destinan para este fin, sino también que se mejore la eficiencia de cómo se asignan recursos, se requiere alinear incentivos a distintos niveles.
De todas maneras, miremos rápidamente el contexto regional para comprender un poco mejor esta situación. En el caso de Colombia, en el año 2011 se creó la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) con el propósito de facilitar el desarrollo de proyectos, principalmente de concesiones y Asociaciones Público-Privadas (APP). Con esta agencia se han llevado adelante distintas generaciones de proyectos viales que han permitido mejorar la dotación de capital público en ese país.
Por otra parte, tenemos a Brasil, que es sin lugar a dudas uno de los casos más paradigmáticos en esta materia, porque no solo cuenta desde hace al menos 15 años con Unidades de APP tanto a nivel federal, estadual, como municipal, sino que en el año 2017 creó un Ministerio de Infraestructura destinado a coordinar y mejorar acciones en el sector.
No obstante, cuando miramos el desempeño en términos de la relación entre inversión pública y Producto Interno Bruto (PIB), es difícil encontrar una correlación clara.
El país que mayor número de instituciones dispone por órganos de gobierno, además de un ministerio específico, como lo es la principal economía latinoamericana, ha tenido una inversión pública del 1,6% del PIB entre el 2006 y el 2021, muy por debajo de lo que ocurrió en Colombia (3,5%) o inclusive en países como Uruguay (4,2%).
Esto bajo ningún concepto significa que no sea importante contar con una agencia especializada, pero sí nos hace reflexionar sobre su real relevancia.
En estricto rigor, en el año 2010, el gobierno mandató a la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) para actuar como agencia de infraestructura, y bajo la cual se lideró el desarrollo de los distintos proyectos de Participación Público-Privada (PPP), con excepción del Ferrocarril Central. Para los distintos proyectos la CND ha sido un articulador clave, no solo con las administraciones contratantes, sino, además, con el Ministerio de Economía, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, así como con las intendencias involucradas. Ha colaborado, además, de forma muy activa en la promoción internacional de los proyectos.
Por lo tanto, la idea como tal de crear una agencia de infraestructura, no solo no garantiza el éxito en el desarrollo de los proyectos, sino que además tampoco resultaría en absoluto innovador.
Los aspectos que permitan mejorar la eficiencia y la articulación son mucho más profundos que la mera creación de una nueva organización. En este sentido, cuando miramos el desempeño de Uruguay en el Infrascopio, indicador elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo y The Economist para evaluar la capacidad de movilizar inversión privada en infraestructura a través de las APP, vemos que la posición de nuestro país es aceptable en el indicador global. Concretamente, Uruguay ocupa el tercer puesto en el ranking general. Sin embargo, cuando miramos las distintas categorías: Regulación e Instituciones, Financiamiento, Manejo de Riesgos, Monitoreo de Contratos y Preparación de Proyectos, es en esta última categoría donde más debemos trabajar para mejorar las condiciones que favorezcan el desarrollo de proyectos de inversión pública (ver tabla).
Ranking | |
Puntuación General del Infrascopio | Tercero |
Regulación e Instituciones | Cuarto |
Preparación de Proyectos y Sostenibilidad | Séptimo |
Financiamiento | Tercero |
Manejo de Riesgos y Monitoreo de Contratos | Tercero |
Fuente: Elaboración propia a partir del Infrascopio
Por lo tanto, no será una nueva agencia por sí sola lo que pueda permitir una mejora en la forma en la que invertimos en capital público, sino la capacidad que tenga esta nueva institución de mejorar el proceso de preparación y formulación de proyectos, haciendo que estos tengan racionalidad económica, que estén asociados a las necesidades de la población, que tengan el menor impacto posible en el ambiente, que representen soluciones técnicas eficientes y, por sobre todas las cosas, que generen para el conjunto de la economía rentabilidad social.
(*) Socio director y economista especializado en Infraestructuras en AIC Economía & Finanzas.