La etapa actual que atraviesa el Uruguay se presentó bajo el concepto de la “nueva normalidad”.
Por Alejandro Weinstein
El mismo fue acuñado y difundido por la Sra. Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo sobre el Covid-19 de la Casa Blanca. ¿Qué es la normalidad? me pregunto como persona de ciencias. Normalidad, en términos generales, hace referencia a aquel o a aquellos “comportamientos” que se ajustan a valores medios. ¿La normalidad es nueva?, sería la siguiente pregunta. La normalidad en sí tiene una gran carga de subjetividad y está vinculada a la condición social, edad, sexo, entre otros aspectos.
El concepto de “normalidad” engloba una serie de expectativas que cada conjunto social o grupo de pares tiene de sus integrantes, o de aquellos que se identifican con determinados comportamientos. Hoy, producto de la pandemia, cada entorno construye su “normalidad”, que se confirma si el grupo de iguales se comporta de manera similar. A su vez, lo que hay en común en determinados grupos puede no serlo en otros frente a una misma situación.
Dicha normalidad, en cualquier caso, pudo haber variado en el tiempo y de acuerdo a las circunstancias, por lo que pasa a ser la “nueva normalidad” y por consecuencia, es muy dinámica. En este contexto, la normalidad no siempre habla de nosotros, habla por nosotros.
A través de un ejemplo de comportamiento de un segmento de mercado, vemos lo expresado anteriormente: recientes investigaciones de comportamiento realizadas en Estados Unidos indican que el universo de televisión por abonados ha estado descendiendo en los últimos cinco años.
Esto llevó a una investigación de la cual se desprenden dos nuevas tipologías de consumidores. Por un lado, los llamados “no cord”, los cuales tienen el servicio pero no hacen un uso habitual del mismo, salvo en situaciones puntuales y esporádicas.
Por otro, hoy se habla de los “never cord”, o sea los que no tienen el servicio ni lo van a tener -sus expectativas y necesidades se resuelven principalmente mediante el streaming-. Dicho comportamiento se identifica principalmente con la generación millennials o ya post-millennial.
Este segmento adquirió otro comportamiento y el mismo fue integrado a su cotidianeidad. Los consumidores, en general, superponen comportamientos y decisiones para la solución de situaciones de consumo y satisfacción de necesidades.
Hoy en España, producto del confinamiento social, los médicos y el sistema de salud exhortan al cuidado y al consumo responsable del alcohol.
Dentro del comportamiento de un alto porcentaje de la población se entiende por “normal” el consumo de cerveza, sidra y, curiosamente -por lo menos para nosotros-, de aceitunas.
En este momento, dicha actitud hacia el consumo se observa frecuente y “normal”. Sin embargo, desde nuestro punto de vista estos aspectos forman parte de la “nueva normalidad”.
En conclusión, lo que hoy resulta en la “nueva normalidad” ayer fue “normalidad” y mañana también lo será. Este concepto, el cual refiere a un comportamiento dinámico por distintos motivos o situaciones, nos regirá de aquí en más.
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