Programa de Desarrollo de Proveedores, es la denominación de la iniciativa que se lleva a cabo en Tacuarembó, sobre lo que la coordinadora del mismo, la Arq. Araseli Acosta dialogó con CRÓNICAS, brindando detalles de lo que la Asociación Empresarial de ese departamento ejecuta.
Lo que se conoce como PDP es de la Agencia de Desarrollo, dentro de la cual está la Asociación Empresarial de Tacuarembó, la Intendencia, la Universidad de la República y el INIA, correspondiendo la responsabilidad del desarrollo del proyecto a la Asociación Empresarial.
Señaló en primera instancia que anteriormente en ese departamento estaba la industria cárnica como principal gestora de movimiento laboral, en la cual trabajaba un número importante de pobladores del departamento, para recordar que sobre finales de la década del 90 “comenzaron a llegar las empresas del sector forestal y entonces las autoridades de la Agencia de Desarrollo de Tacuarembó, vieron que se trataba de una oportunidad beneficiosa para el departamento, al tiempo que surgía la comprobación de que las pequeñas empresas locales estaban muy débiles”.
Fue cuando se planteó la idea en cuanto a que “lo ideal es que la nueva realidad ofreciera trabajo a nivel local y que no ocurriera como puede haber pasado en otras oportunidades en que las empresas grandes compraban en Montevideo, fundamentalmente porque las empresas chicas del departamento no estaban capacitadas como para satisfacer la demanda”.
Acosta señaló entonces que es ahí donde se comienza a trabajar sobre el particular, recordando que “surge un llamado del BID para proyectos de desarrollo productivo para las pequeñas empresas. Es cuando se presenta este proyecto en 2010 y se aprueba en 2012, comenzando a funcionar”, dijo, redondeando los antecedentes de lo que es hoy una realidad.
Más de 80 empresas
Ingresando a lo que es hoy la actividad de las Pymes en relación a las más grandes, explicó que “le damos capacitación a las pequeñas y medianas empresas, asesorías técnicas puntuales en distintos temas, como en lo que guarda relación con la gestión empresarial, cómo hacer un presupuesto, cómo calcular los costos, manejo de personal, aspectos legales de la empresa, las que en general están formadas por quienes han trabajado anteriormente en empresas más grandes y que por algún motivo deciden iniciarse por su cuenta”.
La profesional resaltó en el punto que “esa persona puede saber mucho de su oficio pero no tiene conocimiento suficiente para conducir una empresa y desde ese punto de vista es que le brindamos el apoyo”.
A continuación puntualizó que se trabaja con empresas grandes conocidas como “empresas tractoras” que suman una decena en Tacuarembó, dedicadas a diversos rubros y que están en el programa, “detectamos qué necesidades tienen y luego hacemos encuentros entre ellas y las empresas chicas en lo que llamamos rondas de negocios”.
¿Cuál ha sido el resultado?
“Muy exitoso, máxime teniendo en cuenta que se comprobó que las empresas grandes muchas veces ni conocían la existencia de esas pequeñas empresas que podían brindar servicios útiles para ellas. Es así que se realizaron muchos contratos a través de estos encuentros, a lo que les hacemos un seguimiento para brindar apoyo, evacuando consultas sobre presentación a algún llamado concreto”.
Respecto a la participación de las pequeñas empresas, manifestó que “estamos trabajando con más de 60 empresas proveedoras y 10 grandes”, para aclarar que “ahora estamos incorporando a por lo menos 20 nuevas y comenzamos a hacer hincapié en las empresas forestales, sobre todo vinculando a las empresas más pequeñas, las que hacen podas, raleos, etc. las que tienen problemáticas distintas a las que están en la ciudad, por ejemplo”.
Beneficios muy amplios
¿La posibilidad de que se instale muy cerca la anunciada nueva planta procesadora de celulosa, amplía la perspectiva?
“Más allá que se efectivice esa instalación en territorio de Tacuarembó o en Río Negro, va a tener un impacto grande. Desde el año pasado estamos trabajando sin tener idea de todo esto, con alguna empresa de Paso de los Toros y la idea es poder seguir haciéndolo. Ya trabajamos con UPM desde hace más de 3 años, por lo que no es un tema nuevo y no se hace difícil trabajar identificando las necesidades”.
“Es cierto que en la fase de construcción surgirá otro tipo de empresas que venden productos específicos a esa etapa”, señaló luego, aunque reconoció que “para nosotros será seguir un trabajo que ya hemos empezado con UPM e incorporar de pronto otros rubros que no estaban siendo considerados aún”.
En la parte final de sus apreciaciones, la Arq. Araseli Acosta acotó que “este tipo de programas es el primero que se hace en Uruguay”, aunque reconoció que “hay otras experiencias más pequeñas en Fray Bentos y en Treinta y Tres”.
¿Hay estimación de cuántas personas se ven beneficiadas con el desarrollo de este programa?
“Han participado unas 450 personas en las capacitaciones que hemos hecho. Si tenemos en cuenta que hay 60 pequeñas empresas funcionando y se están agregando otras 20, tenemos que considerar que beneficia a los propietarios y también a los empleado de las mismas, por lo que hay que hablar que entre 400 y 500 personas se ven involucradas favorablemente”.
“Además –agregó- las grandes empresas tienen su beneficio importante, como es el caso de la confección de uniformes que antes debía ser realizada en Montevideo ahora hay acá empresas que lo hacen, lo que incluso le da agilidad a la gestión”, dijo agregando que además todo esto permite que “las pequeñas empresas se fortalezcan y crezcan lo que surge como un objetivo fundamental”, concluyó.
