¿Por qué el hidrógeno verde ha cobrado tanta relevancia en Uruguay?

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En el transcurso de los últimos dos años se han dado a conocer noticias sobre proyectos de hidrógeno verde disruptivos, que según algunos sectores de la sociedad “vulneran el agua como recurso natural del Uruguay”. Los mismos están en boca de todos, aunque no haya mucha certeza sobre cómo funciona dicha industria, cuál es su objetivo, entre otras cosas. Esta nota busca brindar elementos para dotar mayor claridad a las discusiones sobre el impacto de estos proyectos en nuestro país.

Por Oriana Olid (*) y Mateo Alonso (**)

Actualmente, el 99% del hidrógeno (H₂) se produce a partir de combustibles fósiles, como gas natural y carbón, lo que implica la generación de emisiones de gases de efecto invernadero. En contraste, el hidrógeno verde es aquel obtenido exclusivamente a partir de fuentes de energía renovables, sin la participación de combustibles fósiles.

El hidrógeno verde se perfila como una de las soluciones clave para la descarbonización de la economía global. En Uruguay, su desarrollo representa una oportunidad estratégica para diversificar la matriz energética (completando así la segunda transición energética), impulsar la industria y reducir la dependencia de combustibles fósiles.

El país ha descarbonizado su matriz de generación eléctrica en un 94% gracias a energías renovables (2016-2022). La siguiente meta es reducir el uso de combustibles fósiles en el transporte y la industria.

A continuación, se analizan algunos de los principales retos y oportunidades de esta industria en Uruguay.

¿Qué costos tiene su producción y cómo se pueden aprovechar sus economías de escala?

Uno de los principales desafíos del hidrógeno verde y sus derivados es su costo de producción. Actualmente, el precio de estas alternativas «verdes» puede llegar a duplicar el de sus homólogos «no verdes», por lo tanto, se debe avanzar en reducciones de costos y aumento del precio de la alternativa convencional para poder tener una demanda confiable que atender. Para cerrar esta brecha, es necesario avanzar en la optimización de las economías de escala y fomentar la penalización de las emisiones de CO₂, con medidas como impuestos al carbono, implementación de mercados de permisos de emisión o con otras regulaciones, de forma de encarecer las versiones contaminantes y haciendo más competitivas las opciones sostenibles. Según estudios recientes, el costo de producción del hidrógeno verde oscila entre 3 y 6 dólares por kilogramo, mientras que el hidrógeno gris (producido a partir de gas natural) tiene un costo de 1 a 2 dólares por kilogramo.

A su vez, la infraestructura para la producción del hidrógeno verde presenta grandes inversiones, al tener que construir la planta de producción, la generación eléctrica renovable y el almacenamiento (para que la producción variable pueda satisfacer una demanda constante). De igual manera, el transporte del hidrógeno también necesita inversiones importantes, mediante una red de gasoductos para el transporte a puertos o a plantas generadoras de derivados del hidrógeno (e-amoniaco, e-metanol y e-jetfuel).

El desarrollo de infraestructura, incentivos fiscales y políticas de precios del carbono serán fundamentales para lograr una transición eficiente y económicamente viable, asegurando así tanto oferta como demanda para el hidrógeno verde.

La polémica de la gestión del agua

Uno de los argumentos más comunes en contra de los proyectos de hidrógeno verde es su supuesto impacto en la disponibilidad del agua. Sin embargo, informes como la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde en Uruguay han demostrado que los proyectos planteados requieren volúmenes de agua relativamente bajos en comparación con otros usos que se dan en el país, como el agua destinada a consumo humano y el agua destinada para riego.

Para la producción de hidrógeno se puede utilizar cualquier tipo de agua, fuentes superficiales o subterráneas, agua dulce o salada e incluso agua residual. Se estima que la producción de 1 kg de hidrógeno requiere aproximadamente 9 litros de agua, aunque dependiendo de la fuente y la tecnología utilizada, este valor puede oscilar entre 18 y 30 litros (Irena, 2023).

En Uruguay, el volumen de agua proyectado para la producción de hidrógeno en 2040 representaría apenas el 9,1% del agua utilizada para el consumo humano y el 2,2% del agua utilizada para riego. En otras palabras, el consumo humano es 11 veces mayor que el volumen de agua destinada a la producción de hidrógeno y, en comparación con la cantidad de agua utilizada para riego, esta cifra es 85 veces mayor. Esto da claridad del impacto en la disponibilidad del agua en comparación con otros usos. Por lo tanto, es muy importante que, en el desarrollo de los proyectos de hidrógeno verde, se planteen instancias de audiencias públicas para informar a la sociedad los beneficios del proyecto, informar sobre el impacto en el agua y también recolectar opiniones, objeciones y recomendaciones de la sociedad.

¿Es el hidrógeno verde una oportunidad para Uruguay?

La producción de hidrógeno verde tiene el potencial de convertirse en un hito para la industria y la economía uruguaya, pero no sin antes transitar por muchos de los retos mencionados anteriormente. Como ya se ha explicado, este recurso puede contribuir a la transformación de la matriz energética del país hacia una alternativa más sostenible, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, los cuales son importados y nos hacen vulnerables a shocks externos de precios, pero para ello se debe avanzar en la reducción de brecha de precio con su alternativa contaminante. Además, permitiría a Uruguay seguir consolidándose como un referente en América Latina y el mundo en la transición hacia un modelo energético más limpio.

Por otro lado, el hidrógeno verde y sus derivados podrían posicionarse como un nuevo motor de las exportaciones uruguayas, impulsando el crecimiento económico, la generación de empleo y el desarrollo del país, siempre y cuando se pueda asegurar una demanda confiable. La experiencia con la industria de la celulosa ha sido más que positiva, demostrando la capacidad del país para desarrollar sectores estratégicos. Siguiendo esa línea, si la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde avanza con éxito, podríamos estar ante la próxima gran industria pujante de Uruguay.

(*) Economista en AIC Economía y Finanzas

(**) Especialista en Energía en AIC Economía y Finanzas