La productividad es uno de los aspectos que más preocupan a las empresas con tal de tener un óptimo provecho de sus recursos. Como es sabido, el rendimiento y la eficiencia en el ámbito laboral tienen que ver con las capacidades propias de los empleados y el tiempo que se invierte en obtener los resultados, pero existen otras cuantas variables que determinan la productividad de una compañía que a veces pueden incluso sorprendernos.
Factores personales que determinan la productividad
Los factores personales de la productividad son aquellos relacionados directamente con el trabajador, su personalidad y su entorno tanto profesional como personal.
1. La formación
Una formación adecuada para el puesto de trabajo es determinante para garantizar la productividad del empleado. Asegúrate de que tu equipo tenga los conocimientos (teóricos y prácticos) necesarios para tomar decisiones acertadas y utilizar las herramientas o equipos informáticos que se requieren para el correcto desempeño de su actividad laboral. Para ello es muy importante que la selección de personal trate de buscar el equilibrio entre las personas, su formación y el puesto que desempeñan.
2. El estado físico
La productividad también depende del estado de forma en el que se encuentran las personas. Para llevar a cabo cualquier tarea es necesario que los trabajadores tengan una buena alimentación, que duerman las horas suficientes, que no padezcan ninguna enfermedad ni tomen drogas. Si deseas mantener una buena salud en tus empleados, proporciónales una revisión médica anual que les sirva para tomar medidas si se requiere.
3. La motivación
Tan importante como la salud física es la salud mental. La productividad será mayor si tu equipo está motivado en el trabajo, algo que es posible con un ambiente agradable en la oficina, con el reconocimiento y el respeto por parte de los superiores o con unas condiciones contractuales adecuadas. Procura que exista este clima en la medida de lo posible, vela por la cohesión del equipo con una comunicación fluida y ejerce un liderazgo basado en la empatía con tu personal.
4. El compromiso
El nivel de compromiso con el trabajo también determina la productividad. Si una persona se siente identificada con la empresa por la que trabaja y ve recompensadas sus expectativas es más probable que mantenga un compromiso elevado, lo cual se puede traducir, por ejemplo, en un menor absentismo laboral, una mayor puntualidad y un mayor sentido de la responsabilidad, factores también decisivos para el rendimiento. Promueve el sentimiento de pertenencia con una cultura de empresa que muestre cercanía con los trabajadores.
5. El liderazgo
Un buen liderazgo, basado en la confianza y la empatía, es determinante para la productividad. Si eres un líder que entiende las necesidades e inquietudes de tu equipo, que es capaz de estimular la creatividad y tomar decisiones que influyan positivamente en los demás, conseguirás sacar lo mejor de cada uno y garantizar un buen rendimiento en el trabajo. También es tu responsabilidad mantener al equipo motivado y afrontar los problemas con entusiasmo si quieres ejercer un óptimo liderazgo.
6. La planificación del trabajo
Planificar bien el trabajo significa gestionar los recursos de manera ordenada, asignar las tareas a las personas adecuadas y establecer objetivos específicos y realizables. Uno de los recursos más importantes y a menudo más escasos es el tiempo, de modo que si quieres obtener la máxima productividad deberás distribuir bien los periodos de trabajo y los descansos para que tu equipo rinda en óptimas condiciones. También puedes recurrir a herramientas de software especializadas que permiten organizar el trabajo ahorrando tiempo y garantizando los mejores resultados.
7. La metodología de trabajo
La productividad también viene condicionada por la metodología empleada. Si el trabajo se divide por proyectos, debes analizar qué metodología es la idónea para las características de este. Algunos entornos suelen emplear metodologías ágiles que permiten cierta flexibilidad adaptándose al cambio, mientras que otros optan por métodos más conservadores que aseguran un mayor entendimiento por todas las partes implicadas. Sea cual sea, la metodología que elijas debe garantizar la productividad y los mejores resultados posibles.
8. La remuneración y los incentivos
De algún modo, las recompensas deben tener en cuenta el rendimiento y las características individuales de los trabajadores para garantizar su productividad. Personalízalas cuanto puedas vinculándolas al rendimiento y a las metas. Comprueba también la equidad de este sistema, pues siempre es mejor que el trabajador la perciba para cooperar con la empresa y ser más productivo. Como ya te hemos comentado anteriormente en este blog, la retribución flexible es una opción para tener muy en cuenta.
9. El espacio y el entorno
Es bien sabido que las condiciones del espacio de trabajo están vinculadas a la productividad. Proporciona un espacio adecuado a las necesidades con una buena iluminación, nivel de ruidos y con orden visual para hacer más llevadera la jornada laboral. Plantea cambios de ubicación cada cierto tiempo y, sobre todo, cuida también el entorno con actividades y encuentros extralaborales para generar un buen clima entre los empleados.
10. El riesgo de accidentes
Minimizar el riesgo de accidentes laborales es, por último, algo que debes tener en cuenta para garantizar el confort y las buenas condiciones para trabajar. Ello, obviamente, influirá en el rendimiento.
Fuente: Factorial HR