Por Carlos Albisu (*) | @CarlosAlbisu
El pasado 20 de abril se llevó a cabo en Torre Ejecutiva una instancia de histórica importancia para Salto Grande y para nuestro país. Se presentó la segunda etapa del Proyecto de Renovación del Complejo Hidroeléctrico Salto Grande.
Para poder darle la dimensión de evento histórico es necesario retrotraerse a aquellos años de 1930 y pico, cuando se firma el primer acuerdo del 46, cuando se firman las Cartas Reversales, cuando se empieza a construir, recordemos que Salto Grande tiene 43 años de generación. Y lo que estamos anunciando en estas jornadas es la inversión en Salto Grande más importante de su historia, la más importante en Uruguay en materia energética, y que va a, por lo menos, permitir darle una vida útil de 40 años para adelante. Y cuando se estudia el proyecto, nos damos cuenta de que es más complejo que en sus inicios, porque se está reconstruyendo la represa mientras está funcionando, porque se cambia todo, se moderniza todo; y se genera esa tecnología necesaria para poder mantener a Salto Grande como el principal activo energético del Uruguay, como bien lo calificaba el secretario de Presidencia, Dr. Álvaro Delgado.
Salto Grande es un ejemplo en la toma de decisiones desde su creación. Imaginemos en aquel momento, hace más de 40 años, la gente que miraba lejos, con luces largas, los efectos que podía generar. Y tomaron la decisión de invertir en lo que hoy es la base de nuestro sistema eléctrico. Porque Salto Grande produce hasta el 50% de la energía que consume nuestro país, pero además tiene un sistema de transmisión, un cuadrilátero binacional como pocos en el mundo, y además es el responsable de mantener estable la red, porque sin las hidroeléctricas, las solares, eólicas y otras no convencionales no pueden subsistir.
Y en esas decisiones es como a veces tenemos que parar un poco, para poder seguir andando. Y levantar la cabeza, la mirada, para generar políticas de Estado de largo plazo como la que estamos anunciando. Una inversión de 1.000 millones de dólares en los próximos 25 años, con aportes de los gobiernos de Argentina y de Uruguay, porque este es un organismo binacional y las decisiones se toman binacionalmente con un estatus especial.
Las poblaciones que pensaron e imaginaron Salto Grande veían en esta empresa la generación de energía, pero también veían un potencial de derrame en cuanto a inversiones y veían un cambio de paradigmas, un cambio en la vida, no solamente para aquellos que vivían en aquella época en estos lugares, sino sobre todo pensando en el futuro, en sus hijos, en sus nietos.
Esa fue la visión que tuvieron en aquel momento. Algo se ha hecho a lo largo de los años, a veces más, a veces menos, tímidamente, o con más fuerza. Pero también ese debe siempre quedó en nuestras regiones y esa es la responsabilidad que tenemos quienes estamos hoy llevando adelante esta gestión.
Y la responsabilidad también de que este gobierno uruguayo, encabezado por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, cuando nombró a quienes íbamos a llevar adelante esta gestión, pensó en eso, en el debe que hay en la región, porque era algo que una y otra vez le decían, el necesario desarrollo para las regiones. Y ahí es donde hoy los tres integrantes de la delegación uruguaya formamos parte y somos gente de la región, que también coincide con la delegación argentina y estamos trabajando la binacionalidad como se debe, con un relacionamiento muy bueno, históricamente bueno y que se van generando cosas con la integración como realmente debe ser.
Es una política de Estado, empezó en el 2019 y así será por los 30 años que lleva el proceso de renovación. Hoy queda muchísimo y ahí es donde estamos apuntando a que este movimiento que es la renovación deje sus frutos en la región. Por eso se va a estar implementando algo muy relevante que es la capacitación para proveedores locales. Esto va a generar un derrame en la sociedad, tanto salteña como concordiense y las zonas de influencia de la represa. Y es un derrame real y tangible porque vamos a estar formando, a partir de Salto Grande, a muchos contratistas y proveedores locales, para que puedan ser también potenciales proveedores de Salto Grande y subcontratistas de las grandes empresas.
Vamos a estar trabajando en un protocolo de prevención de acoso sexual y laboral y también un protocolo y un plan de inclusión de personas con discapacidad. Pero mucho más que eso, un compromiso de desarrollo social con la región; que derrame en la región en un concepto de economía circular, con algunos componentes que la propia transformación lo tiene, y son quizás los componentes de la nueva agenda que tiene que ver con la inclusión de la discapacidad, y sobre todo con el cuidado del medio ambiente que está transversalmente en cada una de las etapas. Porque en todas las etapas están previstas inversiones de recuperación y protección de las costas del río. Quienes visiten Salto ya podrán apreciar la primera inversión que realiza Salto Grande en esta materia, un millón de dólares es la obra que está pronta a finalizar, y para el próximo verano están previstos cuatro millones más; con esto estamos cumpliendo con otro reclamo histórico en la región.
Así que ese desarrollo regional que Salto Grande genera, más allá de lo que significa para el país, es tremendamente importante y sabemos que la gente de la región lo valora especialmente. Hoy se sienten orgullosos, más que antes, pero sobre todo se sienten parte, para que la región se sienta parte de esta obra que tanto los condiciona positivamente.
No queda más que agradecerles a todos quienes hacen posible estos grandes proyectos. Estamos trabajando firmemente con todo el equipo de funcionarios de Salto Grande. Pero también estamos trabajando y articulando fuertemente con el gobierno nacional para conseguir ese desarrollo necesario para el norte del país, anclados en una empresa que realmente le ha dado mucho al país y tiene mucho más para dar en los próximos años.
(*) Presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.