El ausentismo laboral es un aspecto de la actividad empresarial que preocupa tanto a quienes están vinculados con empresas privadas como aquellas de carácter público y a lo que se busca solución mediante el intercambio de experiencias e ideas de solución, con el objetivo de revertir situaciones que en muchos casos son realmente preocupantes.
El vicepresidente del Centro Comercial de Durazno, Sr. Fabián Padula, dialogó con “CRÓNICAS” respecto a algunas actividades que se llevan a cabo en consideración del tema, incluso lo que fue desarrollado en el marco de una charla que surgió a partir de la inquietud de una empresa frigorífica de capitales ingleses que observa la pérdida económica que para la misma representa esta problemática.
Desde allí “comenzamos a plantear la charla sobre ausentismo para la cual invitamos a varias empresas para que cada una cuente su experiencia, el nivel de ausentismo en cada una, si habían hecho alguna acción en el pasado para disminuirlo y calibrar el impacto de tales acciones”, señalando que además participaron empresas de distintos rubros, como una distribuidora de bebidas, la mutualista de FEMI y un supermercado, teniendo también representación la Intendencia de Durazno, mostrándose números de la realidad, verificándose la presencia de una representación empresarial del Directorio del BPS encabezada por la Cra. Elvira Domínguez.
Presencia del BPS
Padula destacó que la instancia permitió calibrar las distintas realidades, sobre todo manejando motivos para las faltas, que puntualmente en el caso de los frigoríficos se daban “picos”, sobre todo a principio o final de semana, en aquellos días que jugaba la selección uruguaya o en los días intermedios a las festividades de fin de año.
En el caso del supermercado, “se tomaron algunas medidas como la de trabajar en el relacionamiento con los mandos medios y el ausentismo bajó del 12 al 7 por ciento en un año, así como que en la mutualista donde se tuvo problemas se consideró lo referente a lo que es el estrés como causa, incluso hablando con los médicos que certifican las faltas, aunque no se tuvo mucho impacto”.
La consideración pasó por lo ocurrido en la Intendencia, “donde había un 3% de ausentismo, el más bajo, y se planteó la herramienta utilizada a través de la cual los funcionarios pueden acumular horas para luego tomar libre cuando la necesiten”, lo que Padula consideró “novedosa” más allá que “no se puede utilizar, pero que en este caso dio resultado positivo”.
En cuanto a lo manifestado por Elvira Domínguez y la presentación de gráficas sobre ausentismo, el entrevistado manifestó que de ello se desprende que “se dio un quiebre importante cuando cambió la forma de certificarse por enfermedad”, recordando que “antes había que ir al BPS con la constancia del médico tratante para que su par del BPS lo certificara”.
Luego que se dejó sin efecto ese trámite “creció sustancialmente el nivel de ausentismo”, señaló, puntualizando en un aspecto interesante como que “el mayor ausentismo se constata de parte de trabajadores de entre 35 y 40 años, dando por tierra con lo que a veces pensamos que son los más jóvenes o los más veteranos los que faltan”.
El médico certificador
Al preguntársele sobre si de la instancia surgió alguna conclusión o decisión sobre los pasos a seguir, Padula puntualizó que “todo está muy enfocado en las certificaciones médicas”, afirmó agregando que “hoy en día el 80% de las faltas es por ese motivo, por el Banco de Seguros del Estado, el BPS, en tanto que también hay que hablar de una realidad multifactorial, aunque tiene mucho que ver con lo que hagan los médicos certificadores, los que a veces son de la misma institución y entonces hay quienes no quieren ir contra lo que dice su colega”.
“Además, estamos formando una mesa de trabajo para poder analizar las raíces del tema y decidir acciones en ese sentido. Hay que hablar con los médicos, rascar un poco más en todo esto para determinar los orígenes del ausentismo, por lo que en las próximas semanas comenzaremos en la búsqueda de soluciones”.
Padula afirmó que “hoy si analizamos los números fríamente, tenemos que mirar al médico certificador quien firma para que el trabajador justifique su ausencia”, aunque también recalcó que “está comprobado, y así lo dijo Elvira Domínguez, que en el BPS no se controla debidamente, lo que quedó demostrado con casos de certificaciones por patologías que no existían y el trámite igualmente siguió sin el rechazo que debió haber”.
La conclusión entonces es que “todo apunta al médico certificador y nosotros queremos trabajar con ellos, buscar formas para que entre todos podamos alcanzar la solución”, refiriéndose a “médicos certificadores de las empresas, sindicatos y trabajadores en general”.
Cambios culturales
Además, señaló Padula que hay que apuntar a “cambios culturales y si no nos alineamos para adoptar medidas en conjunto, es muy difícil que una sola empresa pueda solucionar el problema de ausentismo. Entonces, la idea es informarnos, juntarnos, llamar a los actores para entre todos pensar medidas, implementarlas y ver qué impacto tiene”, aunque reconoció que no se deberán esperar resultados inmediatos.
Fue cuando recordó que una empresa frigorífica que “tuvo muy bajo nivel de ausentismo cuando realizó una reestructura anunciando una eventual reducción de personal, controlando más la productividad de cada trabajador, dio lugar a que por lo menos durante 6 meses casi nadie faltó por enfermedad”.
Se refirió a otra solución buscada por otras empresas en cuanto a premiar por presentismo “lo que dio buen resultado durante el primer año pero que luego volvió a lo que era antes”, concluyó.