Nuestro país presenta una población de personas adultas mayores en franco crecimiento las cuales requieren de un modelo de atención en salud especializado.
El Sistema de Cuidados de CASMU es un modelo asistencial preventivo y promotor de salud dirigido a las personas adultas mayores que no solo tiene en cuenta al usuario, sino también a su familia y su entorno.
Su objetivo es proporcionar una atención integral que aborde tanto las necesidades médicas como sociales, realizando una atención integral sociosanitaria.
Para ello, ha sido creado un equipo interdisciplinario dedicado a la atención de personas mayores, el cual además de atender los problemas de salud, realiza un abordaje centrado en mantener las capacidades y la independencia en las actividades cotidianas.
En el mes de febrero de 2020, es creada la primera Unidad de Ortogeriatría del país, la cual tiene como objetivo abordar de manera integral las necesidades de las personas mayores que han sufrido fracturas de cadera, con un enfoque especializado en la combinación de la traumatología y la geriatría para garantizar una atención completa y adaptada a las particularidades de este grupo de personas mayores. Hoy en día, han sido asistidos más de 1.700 usuarios los cuales reciben cuidados inéditos en nuestro sistema de salud, los que además de tratar la lesión y su rehabilitación, incluyen el abordaje en prevención.
“Sabemos que las fracturas asociadas a la osteoporosis son problemas frecuentes en las personas mayores, son marcadores de fragilidad y generan importantes consecuencias, físicas, psicológicas, así como una elevada mortalidad. Son evidencia de que ese cuerpo que ha envejecido, generalmente con múltiples enfermedades y que además recibe múltiples medicamentos, no es capaz de responder a los desafíos del entorno”, explicó Aldo Sgaravatti, director del Sistema de Cuidados de CASMU, el que comprende la Unidad de Ortogeriatría.
Las lesiones de este tipo están directamente asociadas a las caídas y pueden tener consecuencias catastróficas: dependencia funcional, mayor morbilidad, requerimiento de cuidados, y muerte. Con todo, Sgaravatti afirmó que la atención ortogeriátrica especializada reduce el riesgo de complicaciones perioperatorias, deterioro funcional y mortalidad.
Como no contamos con un registro de caídas y fracturas de cadera a nivel nacional, Sgaravatti informó que se estima que, al año, un tercio de los mayores de 65 años van a sufrir una caída y, de estos, la mitad volverá a caer. Del total, el 1%, es decir, unas 3.000 personas, se fracturará la cadera; y, de estas, unas 1.500 recibirán una prótesis de cadera financiada por el Fondo Nacional de Recurso (el resto no será operado o necesitará otros procedimientos como las osteosíntesis).
Como se mencionara anteriormente, el Sistema de Cuidados de CASMU se basa en un abordaje sociosanitario de la persona mayor y su familia. Esta es la idea: dos adultos mayores pueden padecer la misma enfermedad, pero necesitan un enfoque diferente de acuerdo a la forma en que envejeció, a su soporte familiar y/o económico. “No solamente evaluamos la enfermedad sino también con quién vamos a ayudar a tratar esa enfermedad, su rehabilitación, la recuperación funcional, y su inserción a la sociedad.”, apuntó.
En este trabajo es esencial la participación de un equipo básico interdisciplinario integrado por médicos geriatras, licenciados en trabajo social y enfermería. Esta integración requiere de capacitación en la atención de las personas adultas mayores la cual en general es escasa en nuestro país, es por ello que realizamos la formación de recursos humanos en dichas disciplinas.
Una de las claves de nuestros resultados es la captación y valoración del usuario desde el ingreso, no solamente desde el punto de vista médico sino también a través del equipo de trabajo social, el cual comienza a planificar el alta y los cuidados del usuario desde el primer día de internación. También se realiza la prevención de lesiones por presión en conjunto con las licenciadas en enfermería. Siendo fundamental el vínculo con todos los técnicos que “abordan” a la persona en sus diferentes áreas lo que permite lograr un verdadero trabajo en equipo interdisciplinario.
Tras una internación, el usuario cuenta con coordinación de su primer control y con una vía de contacto ante cualquier duda, lo cual es fundamental en el caso de las personas que viven solas, que no tienen quien las asista o padecen deterioro cognitivo. O simplemente con el fin de favorecer al usuario y su familia en gestiones al momento del alta.
También se realiza la atención en domicilio a través de las Unidades de Valoración Geriátrica, las cuales además de asistir, realizan prevención y promoción de salud, lo que ha demostrado reducir costos para el sistema de salud y mejora de su calidad de vida.
Por otra parte, desde noviembre de 2023, el Sistema de Cuidados asiste personas adultas mayores en la puerta de emergencia con el fin de detectar personas mayores que requieran de la intervención conjunta de geriatras y de trabajadores sociales. El objetivo es evitar el ingreso sanatorial puesto que, de hacerlo, se exponen la pérdida de capacidad funcional y deterioro de su calidad de vida. En una semana de internación, por ejemplo, pueden perder un 7% de su masa muscular.
El Sistema de Cuidados prevé implementar además una Unidad de Media Estancia para la recuperación funcional de las personas mayores en términos de entrenamiento y rehabilitación.
“Somos un plan piloto que empezó en el CASMU pero que Uruguay va a tener que comenzar a aplicar debido al envejecimiento de la población. Somos un semillero de gente formada”, expresó Sgaravatti.
Y añadió: “La salud en el adulto mayor se mide en la capacidad de funcionar de manera autónoma. Es un concepto que es diferente al de la medicina tradicional. En promedio, una persona de 80 años tiene, por lo menos, dos o tres enfermedades. ¿Están enfermos? Para la medicina tradicional, sí. ¿Se sienten enfermos? Pueden tener artrosis, osteoporosis, hipertensión, diabetes y colesterol, pero si viven con buena calidad de vida no están enfermos”.
Aproximadamente, un tercio de los socios del CASMU son usuarios mayores de 65 años. Y a esa edad Sgaravatti nos recuerda: “Tenemos un promedio de 22 años más para vivir; un cuarto de la vida. ¿Qué estamos haciendo ahora para que cuando lleguemos a esa etapa estemos bien?”