De empleado a empleado

Por el Dr. Charles Carrera Leal (*)

En una nota de la periodista Magdalena Raffo, en CRÓNICAS del viernes 17 de febrero, el diputado Germán Cardoso se excusó de contestar algunas afirmaciones que realicé, “por ser un empleado del ministro Bonomi”. Al principio pensé, será una cuestión de clases sociales, ya que el diputado Cardoso vive en Punta del Este y yo en un barrio de Montevideo. ¡Será eso! Dije ¡no! ¡No puede ser!, ya que los dos somos empleados del mismo soberano: el Pueblo. El diputado empleado en el Poder Legislativo, y quien escribe, en el Poder Ejecutivo, pero nuestros salarios son abonados por el erario nacional.

Estimado empleado Cardoso, no me avergüenza el mote empleado, ¡no me ofende para nada! Pero sí deseo señalarle, que como empleado del Poder Legislativo, en representación del Partido Colorado por el departamento de Maldonado, en la interpelación que usted realizó al ministro Bonomi, dejó mucho que desear y en ese sentido, deseo realizarle algunas puntualizaciones:

En primer lugar, manejó información equivocada, inexacta, falsa, y ¡eso es gravísimo! Usted integra la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Representantes, y es su obligación laboral conocer cuál es el presupuesto del Inciso 04 – Ministerio del Interior. Al comienzo de la interpelación señaló que en el año 2010 arrancamos con 200 millones de dólares y en el 2016 lo cuadruplicamos. Lo cual no es cierto, ya que en el 2010 el presupuesto del Ministerio era de unos 590 millones de dólares y en el 2016 pasamos a 882 millones de dólares. En sus afirmaciones usted se retrotrajo al año 2000 donde el presupuesto de nuestro inciso fue de 294 millones de dólares y en el 2002 fue de 183 millones de dólares.

No sé si usted recuerda ese año, el 2002… fue el de la peor crisis económica y social de nuestro país. Trepamos a un desempleo cercano al 20% y aumentó en forma desesperante la pobreza y la indigencia. Yo lo recuerdo bien, era un estudiante que estuvo a punto de volver a su departamento natal y abandonar los estudios. Por suerte nos unimos más que nunca con un conjunto de compañeros y compartíamos lo poco que nos podían enviar nuestras familias.

No quiero abandonar el análisis de la interpelación que usted llevó adelante. Manejó cifras salariales y grados inexistentes, y atribuyó cifras salariales equivocadas.

En tercer lugar, no estudió para realizar la interpelación, no respetó la convocatoria, habló más de una hora sobre temas ajenos a la misma, para luego recién ingresar al fondo del asunto, que era -básicamente- los temas referentes a Deporte y Clásico suspendido.

En cuarto lugar, las interrogantes que realizó, tenían que ser interpretadas, para poder ser respondidas, no eran claras, afirmaciones equivocadas, como que adquirimos equipamiento que nunca fue adquirido, como tanquetas (a modo de ejemplo). Volvió a realizar interrogantes de las que ya habíamos dado explicaciones ante el Parlamento Nacional (a través de pedidos de informes y concurrencia a la Comisión de Industria de Diputados y Senadores) como la adquisición de indumentaria en China, etc, etc.

En quinto lugar, mintió y atribuyó intencionalidades en el caso del asesinato de Valeria Sosa, afirmando que “no se le dio trámite por órdenes superiores”. ¡Y esto sí fue indignante! Además, usted en su exposición, deslizó ironías sobre la violación de mujeres y niñas, en un momento muy triste para nuestro país, ya que este 2017 empezamos con 5 terribles feminicidios. Aquí demostró que tiene pocos códigos, y ¡es poco político! Le voy a transcribir sus palabras: “Si uno escucha al ministro… y las justificaciones, aparentemente el ministro pretendería que cuando a un comerciante o a un almacenero, en cualquier barrio del Uruguay, de Montevideo o del Interior, lo entran a rapiñar con escopeta o con pistola, se quede callado, no haga ningún movimiento, acepte que le sometan y le violen a la mujer, a la hija y hasta el perro y si es posible que se ría y que aplauda. Más o menos es eso lo que plantea en el relato a diario”, afirmó.

Luego, en la segunda etapa de la interpelación, a usted se lo vio perdido, ya que el ministro Bonomi brindó muchísima información y dejó en claro que se está enfrentando a los grupos criminales –Barras bravas- que buscaban hacer un daño muy superior al que lograron y que fueron procesados por extorsión y asociación para delinquir. Luego de brindarle información acerca del estado de situación de la seguridad pública, donde estamos logrando cosas bien importantes como la reducción de delitos violentos y rapiñas por primera vez desde el año 1985, le voy a repetir solamente una cifra: el año 2016 fue un año muy importante, logramos bajar la tasa de homicidios de 8,5 cada 100.000 habitantes a 7,6. Eso es muy importante para nuestro pequeño país, ya que estamos en el continente más desigual y violento del mundo, donde la tasa promedio para nuestro continente es de 24,3 cada 100.000 habitantes.

En esta segunda etapa, el empleado –diputado- estuvo perdido, y su desesperación por el ridículo desplegado le llevó a realizar una serie de afirmaciones infelices… Llegó a afirmar: “…sé que escucha (el Ministerio) mis conversaciones telefónicas y sé que intercepta mi email…”. Como dicen los adolescentes, “¡cerrá y vamos!”.

¡Sí señor! Estimado Sr. Representante Nacional Germán Cardoso, somos dos empleados, cada cual en una oficina del Estado, usted, empleado del Poder Legislativo, quien escribe del Poder Ejecutivo. Pero, este empleado integra una fuerza política que está transformando la sociedad uruguaya y en particular, está realizando la mayor transformación de la historia, que en materia de Seguridad Pública, se haya realizado en nuestro país, la que ya está comenzando a dar señales de cambio.

A este empleado, le gustaría que habláramos en serio en materia de seguridad pública, ya que tenemos problemas graves que atender, y hay señales muy claras de una violencia instalada en nuestra sociedad. Le deseo poner un ejemplo: el año pasado tuvimos 7,6 homicidios cada 100.000 habitantes, y esos homicidios en un gran porcentaje se dan entre personas que se conocen y en el ámbito de la familia. En cambio, tuvimos 17,2 suicidios cada 100.000 habitantes, estos son indicios muy claros de que hay que discutir en serio los temas de seguridad y convivencia. Pero, con usted, Cardoso, ¡no vamos a poder discutir en serio!

Por último, quiero señalarle que como empleado del Poder Legislativo, en la interpelación del 15 de febrero del año 2017, ¡dejó mucho que desear! Ojalá el pueblo tuviera el derecho de descontarle ese día de trabajo de su salario, porque ese día en realidad usted actuó como si no hubiera ido. Ese día usted, señor empleado, ¡¡¡faltó sin aviso!!!

(*) Director General del Ministerio del Interior. Contacto: charlesdcarrera@gmail.com