El comercio exterior del Uruguay: datos y no propaganda

Por Raúl Viñas (*) | @Uruguay2035

Todos los meses la agencia responsable de la promoción de exportaciones e imagen país de Uruguay, Uruguay XXI, genera mensualmente un colorido reporte que nos “informa” del valor de las exportaciones de nuestro país y otros datos(1).

Esos informes de propaganda, que reciben amplia difusión, están lejos de ser datos oficiales del comercio exterior de nuestro país.

Si vemos el último informe, correspondiente a marzo de 2025, Uruguay XXI indica que el acumulado de las exportaciones entre enero y marzo alcanzó los US$ 2.896 millones. En el final del anexo, casi como escondido, se indica que las importaciones sumaron en ese período US$ 2.844 millones. Eso arroja un saldo positivo (superávit) de US$ 52 millones.

Eso, si fuera real, sería una noticia positiva, pero si revisamos la letra chica del informe veremos que, en las importaciones, sin ninguna justificación, la agencia de promoción no incluye el petróleo y derivados, un insumo clave para el funcionamiento del país y cuyas importaciones en el período sumaron US$ 394 millones.

Datos

La información oficial del Uruguay, la que se comparte y difunde internacionalmente, no es esa, es la de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) en base a la que se producen los informes del Banco Central del Uruguay (BCU) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De acuerdo con esos datos oficiales, disponibles para el público en la web de la DNA, ingresando al denominado sistema “Lucía”, las exportaciones del Uruguay en el primer trimestre del año sumaron US$ 2.540 millones.

Los principales rubros de exportación fueron la carne bovina congelada (US$ 487 millones) y la madera en bruto (US$ 283 millones), explicando ambos el 30% del volumen exportado.

Las importaciones en el período sumaron US$ 3.313 millones encabezadas por las de petróleo (US$ 394 millones), automóviles (US$ 172 millones) y energía eléctrica (US$ 158 millones), explicando estos tres rubros el 20% del total importado.

Eso deja en claro que oficialmente el déficit comercial del Uruguay para el primer trimestre de 2025 supera los US$ 770 millones, una situación muy diferente a la planteada por la propaganda de Uruguay XXI y que es fácilmente comprobable en las fuentes oficiales, pero que no se difunde.

Quedó claro que la diferencia en las importaciones está en la injustificada no consideración de las importaciones de petróleo y derivados, que en el período han sido el rubro individual de mayor peso.

¿Cómo se justifica la diferencia en las exportaciones?

El dato de propaganda de Uruguay XXI las sitúa en US$ 2.896 millones, mientras que el dato oficial son US$ 2.540 millones, una diferencia de US$ 356 millones.

Esa diferencia sale de la inclusión por parte de Uruguay XXI de las ventas de bienes desde las zonas francas como exportaciones de Uruguay. Eso agrega los concentrados de bebidas de la Zona Franca de Colonia y la celulosa de UPM y Montes del Plata, inclusión que se hace para la celulosa en base a un número que envían las empresas con el volumen conjunto de sus ventas.

¿Qué respaldo tiene ese dato de las empresas?

El número que la agencia de propaganda denominada Uruguay XXI presenta todos los meses en relación a las ventas de celulosa no tiene respaldo documental en Aduana, no genera DUA (Documento Único Aduanero), no se registra en la balanza de pagos de nuestro país con otros países y no queda registrado como exportación para el BCU.

Así, mientras que ingresando en el sistema de Aduanas es posible conocer, para cualquier empresa que opera en el territorio aduanero nacional, por ejemplo “Conaprole”, a quién le vendió, cuándo le vendió, qué le vendió y por qué valor le vendió, esa información no existe para las ventas de celulosa.

¿De dónde sale ese número que publica Uruguay XXI?

Para generar la falacia de que las ventas desde las zonas francas son exportaciones, UPM y Montes del Plata le envían a esta agencia el valor conjunto de sus ventas donde no queda discriminado qué vendió cada una, a quién le vendieron ni cuándo se realizaron esas ventas.

Uruguay XXI descarta entonces las exportaciones de madera realizadas a esas zonas francas y presenta como valor de exportaciones el número que le enviaron las empresas por su venta de celulosa.

En esa metodología tampoco queda registro de las compras de insumos que para la producción de celulosa esas empresas ingresan a las zonas francas desde el exterior, las que no son importaciones al Uruguay.

Paradójicamente, entonces, el valor de las ventas de celulosa se toma como “exportación”, sin considerar que UPM y Montes del Plata compraron miles de toneladas de productos químicos, combustibles y demás para esa producción.

Esas compras no se consideran “importaciones”, pero las ventas se consideran “exportaciones” por parte de Uruguay XXI. Eso sin documentación, sin control y sin conocimiento. Por eso la publicación puede ser calificada de propaganda.

¿Está mal que Uruguay XXI produzca propaganda?

No, la misión de esa oficina es la de promover la imagen del país y a eso se dedica, generando propaganda que no tiene por qué tener justificación ni soporte técnico, pero que sí tiene un formato sumamente mediático y logra difusión en base a aparecer como un organismo oficial.

En paralelo, eso sirve a los fines de las empresas celulósicas, en especial UPM, que dedica fuertes inversiones a la propaganda local, siendo que no vende nada en el Uruguay, y que con estos informes mensuales logra menciones positivas gratuitas en la prensa impulsadas por Uruguay XXI.

La confusión generada a lo largo de años que se llevan presentando esos informes llegó al extremo de que se le entregó a UPM por parte del BROU un premio como “exportador” sin que haya ninguna exportación registrada de esa empresa.

Por otra parte, los números oficiales son claros en el sentido de que el comercio internacional de bienes de Uruguay es deficitario. En el año 2024 ese déficit superó los US$ 2.200 millones y ya llega a los US$ 770 millones solo en el primer trimestre de 2025.

Es una situación realmente preocupante sobre la cual se debiera de actuar promoviendo realmente las exportaciones y procurando que las mismas tengan el mayor agregado de valor local posible.

Pero para actuar en un tema hay que conocerlo, y reconocerlo como un problema es un buen primer paso. Para eso es necesario que la información oficial se conozca y sea analizada.

Una situación similar a nivel de la economía familiar de cada uno se reconoce fácilmente y sería insostenible. ¿Podemos aceptarla a nivel país?

(*) Magíster en Ciencias Meteorológicas. Docente en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de la Empresa. Integrante del Movus (Movimiento por un Uruguay Sustentable).


Referencia:
(1) https://www.uruguayxxi.gub.uy/es/centro-informacion/informes-de-comercio-exterior/