Por Leonardo Loureiro(*) | @ljloureiro
Estamos atravesando un profundo e inesperado momento de transformación a nivel global. En este largo año de pandemia las Tecnologías de la Información han sido esenciales para mantener funcionando buena parte de los procesos productivos y de las relaciones sociales en el planeta.
El futuro llegó de golpe, y la transformación digital, que se iba a dar en las próximas décadas, está en curso y avanza a toda velocidad. A diferencia de las anteriores revoluciones tecnológicas, en esta el Uruguay está muy bien parado para aprovechar la ventana de oportunidad que se abre. Sin embargo, debemos seguir avanzando con decisión para lograr que los impactos en la productividad, la innovación y la calidad de vida lleguen a todos los sectores de la sociedad y de la economía.
Algunos ejemplos, como la trazabilidad de nuestras carnes, son la demostración más contundente de que estamos en la economía del conocimiento. Hoy no solo exportamos carnes de altísima calidad, sino que exportamos información que da garantías y coloca al producto más tradicional de nuestro país en las mesas más sofisticadas del planeta. Podemos y debemos repetir esta experiencia en todas las ramas de actividad para asegurar un crecimiento sostenido y sustentable.
En el trabajo que realizamos en conjunto con el Centro de Estudios para el Desarrollo, sobre Innovación para la Competitividad en Uruguay[1], se demuestra que es estratégico crear un ecosistema eficiente que postule a la innovación como el principal motor de crecimiento económico de largo plazo. El conocimiento aplicado es la única fuente de generación de ventajas competitivas genuinas, sustentables y acumulativas en el tiempo. Contar con empresas innovadoras favorece a una mayor competitividad de la economía en su conjunto, generando empleo calificado y derrames tecnológicos hacia los restantes agentes económicos, incidiendo decisivamente en el desarrollo del país.
La pregunta no es cuál tecnología incorporamos, es cómo agregamos valor, incrementamos la productividad y preparamos a nuestra gente para mantenerse competitiva en este futuro ya presente.
Las innovaciones más relevantes a nivel productivo y, cada vez más, a nivel social, están íntimamente ligadas a la aplicación de las Tecnologías de la Información en cada área. Nuevos productos y servicios se desarrollan apalancados en los desarrollos de éstas, que posibilitan afrontar problemas específicos para cada sector de actividad económica.
Cuti, como referente del sector de Tecnologías de la Información, nuclea a más de 380 empresas que trabajan para Uruguay y el mundo. En el último reporte de actividad económica, el sector[2] representa el 3,4 % del PIB del Uruguay, teniendo como foco ser más del 5% del PIB para 2025.
Según este reporte, los socios de la cámara mantienen un excelente desempeño en el mercado externo con un volumen de negocios muy relevante, donde Estados Unidos concentra el 73% de las exportaciones de la industria. Esto es resultado de una decidida estrategia de los socios de consolidación de este mercado que muestra señales de seguir creciendo en números absolutos. Cuti ha definido una estrategia adicional para Brasil, en donde hemos logrado recuperar participación, así como para China, en donde debemos continuar creciendo.
Estas oportunidades de crecimiento vienen acompañadas por desafíos importantes de talento y de equidad. La industria requiere contar con colaboradores calificados en todo el país, y debe mejorar la relación de género al interior del sector, procurando que mayor cantidad de mujeres se formen en TI para aportar a la necesaria diversidad de perspectivas y visiones.
Por esto Cuti sigue apoyando e iniciando programas de formación y acciones de sensibilización que comienzan a tener impacto en la matrícula de las Universidades, pero aún eso no se refleja en el incremento de los egresados y en mayor cantidad de mujeres en la industria, lo cual esperamos que en estos años que siguen tenga una mejor performance.
Las empresas de Cuti trabajamos en el exterior para mejorar la competitividad de otros sectores en sus países al utilizar Tecnologías de la Información. Las empresas norteamericanas, que son en su conjunto los mayores compradores de tecnología del mundo, confían en nosotros. Hemos aprendido mucho de ellas y de sus mercados.
En este tiempo de transformaciones queremos apalancar la reactivación económica postcovid aportando el conocimiento y las herramientas para dinamizar la productividad y la innovación que necesitamos para que el Uruguay aproveche las oportunidades de la cuarta revolución industrial.
Estamos trabajando en conjunto con otros sectores para generar impacto económico en todo el territorio nacional, pero con el objetivo mayor de lograr impacto social en las regiones en donde estemos desarrollando nuestro talento.
Somos una industria al servicio del desarrollo del país y su gente.
1- Estudio “Innovación para la competitividad en Uruguay: la industria TIC como motor”, elaborado por el Observatorio TI de Cuti y el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).
2- Informe Anual del Sector TI 2019.
(*) Presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI)
