Por Eduardo Lanza
El 41º Congreso de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Punta del Este. La ocasión sirvió, además, para elegir al nuevo director general de la organización, cargo que recayó en Pau Roca.
Entre el 19 y el 23 de noviembre tuvo lugar el 41º Congreso de la OIV, que se realizó en el Centro de Convenciones de Punta del Este. Más de 600 delegados, enólogos y empresarios del sector participaron del mismo, que comenzó con una serie de conferencias técnicas brindadas por los expertos internacionales.
Cada dos años la OIV organiza su Congreso Mundial, al que asisten delegados de los 46 países que la integran. Pero no todos son grandes productores de vinos. Turquía, por ejemplo, cuenta con muchas hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, pero la mayor parte de las uvas que en ellas se producen se consumen frescas, como tantas otras frutas, o se secan y salen al mercado en forma de pasas, elemento muy importante de la gastronomía de Oriente.
En América, Perú y México no hace mucho que han comenzado en el camino de producir, pero avanzan y ya integran esta especie de Naciones Unidas del vino.
De nuestro país, investigadores y docentes de las facultades de Agronomía y Química presentaron más de una docena de trabajos científicos. Porque la OIV se define como una organización intergubernamental de carácter científico y técnico, con competencia en el campo de la viña, el vino, las bebidas a base de vino, las uvas de mesa, las uvas pasas y otros productos derivados de la vid. Para alcanzar estos objetivos, la OIV tiene atribuciones que van desde la investigación científica hasta la normativa acerca del etiquetado.
Nueva estrategia
Pero las exposiciones no están circunscritas a lo científico. Martín López, director de Comercio Exterior de Inavi, intervino con una propuesta acerca de crear una nueva estrategia exportadora. “Mi presentación estuvo enfocada a un tema que en Uruguay preocupa mucho a todos los integrantes del sector. Tiene que ver con las formas de elevar nuestra participación en el comercio mundial del vino. Bajo el lema Atlantic Wines, Uruguay se presenta en el exterior de una manera original, que mucho nos ayuda a diferenciarnos de nuestros vecinos Chile y Argentina, cuyas regiones productoras no tienen la influencia marítima que nosotros tenemos. Basado en esta idea que viene funcionando bien, percibí que tiene chances de ampliarse e incluir bajo este lema a Brasil. Si bien sus viñedos están más alejados del océano que los nuestros, el Atlántico baña todas sus costas y su sector vitivinícola crece a pasos agigantados”, explicó al respecto.
El presidente de Inavi, Enol. José Lez, también evaluó los resultados del congreso. “El 41º Congreso Mundial de la Viña y el Vino fue un éxito tanto desde el punto de vista científico como desde lo organizativo, donde el staff de la OIV lo evaluó con uno de los mejores puntajes de los congresos de la organización. Se contó con más de 600 inscriptos de más de 47 países participantes. Y como broche de oro, estuvo la aprobación de 20 resoluciones de diferentes temáticas y la elección del nuevo director general de la OIV, Pau Roca, en Uruguay”, puntualizó.
El otro turismo
El turismo de bodegas también tuvo su lugar en el Congreso, en formato de visitas a las que se postularon para recibir a los congresistas. Por supuesto, en Maldonado hubo muchos visitantes que se anotaron para ir a Garzón, a Alto de la Ballena o a la recién inaugurada Bodega José Ignacio. También las de Montevideo y Canelones abrieron sus puertas para recibirlos. Javier Traversa los recibió en su establecimiento de Cuchilla Pereira y los guió en el recorrido de las instalaciones, para cederle lugar al Enol. Alejandro Gatto, quien tuvo a su cargo la visita al moderno laboratorio y a la presentación de los vinos en el brindis posterior.
Como comentario final, el Congreso organizado por Inavi fue de una enorme experiencia para todos, y puso a Uruguay –al menos por una semana– en el foco de atención del mundo del vino. Todo con muy buena nota y resultados muy promisorios para el sector.
Wine in Moderation
Stylanos Filopoulos, que reside en Bruselas, donde ejerce como director de Wine in Moderation (WiM), un programa internacional del sector del vino que inspira estilos de vida saludables y así contribuye a reducir el consumo abusivo del alcohol, también pasó por Uruguay. “Somos hoy el principal referente internacional que proclama el disfrute y la responsabilidad del consumo. Nuestro lema es: El vino sólo se aprecia con moderación. Todos los países de la Unión Europea la integran y la apoyan financieramente. Uruguay participa a través de Inavi. Por supuesto que la mayoría son productores, pero Suecia lo hace y representa un caso especial porque no produce vinos, pero sí consume muchos destilados. Allá en Escandinavia la rama de este programa colabora en reducir este hábito y ya se observan los resultados. El consumo de vino sube mientras el de vodka baja y, de esta manera, los suecos consiguen una baja del consumo neto de alcohol”, explicó Filopoulos.