Por G. Roel Bottari (*) | @Roel1993g
Nací en el año 93, en un gobierno del Partido Nacional. Mis años escolares transcurrieron en dos gobiernos del Partido Colorado, los años liceales y de facultad, bajo tres gobiernos del Frente Amplio. En democracia, la alternancia de los partidos en el poder es una norma y fortalece al sistema.
Esto es bueno para los ciudadanos, y también lo es para los partidos políticos. Para los primeros es fundamental porque les recuerda a los políticos dónde radica el poder real, y para los segundos, estar en el poder y luego en el llano es importante para que recuerden dónde radica la soberanía, sigan en diálogo de cercanía con sus representados y eviten cometer el pecado de la soberbia.
A nivel nacional, los orientales podríamos estar satisfechos de nuestra ciudadanía, pero en cuanto a los departamentos y, en especial, en Montevideo, ha sucedido lo contrario. En 30 años nos ha gobernado exclusivamente el Frente Amplio; los vecinos o no vivieron, o no recuerdan otro partido al frente de la capital.
Desde los 90 hasta la fecha ha habido seis administraciones de izquierda que naturalmente hicieron cosas muy buenas, otras medianas y otras muchas desastrosas. En tres décadas el Uruguay y el mundo sufrieron muchas transformaciones: se materializó el Mercosur, se dio el atentado sufrido a las Torres Gemelas, pasamos de la era analógica a la digital, las distancias geográficas se acortaron gracias al auge de las tecnologías, el Frente Amplio llegó por primera vez al gobierno nacional, China le disputa el podio a los Estados Unidos, entre otros. Pero Montevideo no ha sufrido grandes transformaciones.
Lo más relevante de todo es que el balance no llega a un mínimo aceptable en las tareas básicas que debe desarrollar como municipio: residuos, poda de arbolado, iluminación y transporte. Sobre esto ni vale emplear ejemplos pues ustedes lo saben muy bien. Ahí es cuando nos planteamos algunas interrogantes en cuanto a las prioridades de la Intendencia.
¿Es realmente necesario invertir millones en un canal de televisión como TV Ciudad, que tiene muy poca audiencia y sus contenidos son totalmente ideologizados? ¿No será más productivo invertir esos recursos en reforzar las políticas de reciclaje, mejorar los mecanismos de recolección de residuos, destinar más dinero a las podas o al mantenimiento de lugares públicos? Son preguntas que debe responderse cada uno.
Lo grave de estos 30 años es que la IM ha perdido el diálogo con los vecinos por la soberbia del poder absoluto y por saber que siempre triunfarán, sin importar nada. Montevideo es para la izquierda un segundo “gobierno nacional”, en donde pueden repartirse los cargos y cumplir con las cuotas de todos los sectores políticos que integran su fuerza. Poco importa si son los más idóneos o los más ineptos para ocupar las direcciones de la comuna. Aún más grave es que en décadas no han tenido autocrítica y en esa línea han preferido acusar a los montevideanos de irresponsables y sucios, antes que asumir los propios errores en la administración.
Es importante que los montevideanos tengamos presente que los problemas de los vecinos no son ni de izquierda ni de derecha, sino de voluntad, y que todos, sin importar el barrio o de qué lado de Avenida Italia vivimos, nos merecemos la misma calidad de servicios. Pues en 30 años sigue habiendo un Montevideo olvidado, ese Montevideo al cual hace referencia Laura Raffo y donde Cabildo Abierto y el Gral. Manini Ríos pisaron muy fuerte en las elecciones pasadas.
La clave para el éxito de la coalición multicolor es que cinco partidos políticos distintos, pero con una matriz republicana en común, antepusieron la bandera oriental por sobre las de sus propios partidos y se pudo cambiar. Este 27 se septiembre nos enfrentamos a una situación similar: la bandera que intentamos llevar a lo más alto es la de Montevideo. Cinco partidos políticos, más el diputado del PERI, estamos convencidos de que Laura Raffo es la mejor administradora que puede tener nuestra ciudad. Avanzamos en lo que nos une, que es mejorar la ciudad donde vivimos.
Los invitamos a darle una oportunidad a la coalición multicolor para gobernar y cambiar Montevideo, para que los más jóvenes tengamos la posibilidad de comparar administraciones.
El 27 de setiembre, Cabildo Abierto, a través de la lista 820, será clave, como lo fue en noviembre para la victoria multicolor. En menos de un año el partido escuchó y representó a miles de personas de los barrios más humildes del departamento. Allí, en donde los partidos tradicionales no estaban teniendo una buena comunicación con los vecinos, Cabildo y el liderazgo de Manini marcaron un diferencial.
En ese Montevideo olvidado increíblemente radica la mayor cantidad de votantes del Frente Amplio, justo allí donde la Intendencia está menos presente y los servicios que brinda son inaceptables. En ese Montevideo es donde la oposición en la capital debería obtener la mayor cantidad de adhesiones, ya que es allí donde realmente sufren al departamento diariamente.
Para explicar esto, deberemos hacernos responsables quienes hemos buscado el cambio desde hace años, pero también nos tenemos que hacer cargo. En unos días se plebiscitan dos modelos: el de la continuidad que ya conocemos, y el de la transformación por los vecinos.
Nuestra meta es transformar los “dos Montevideos” y el “Montevideo olvidado” en ‘Un solo Montevideo’.
La ciudad se merece una alternancia para mejorar. La coalición multicolor gobernará desde la excelencia para demostrar que se puede dirigir mejor que la izquierda, y la izquierda, desde el “banco de suplentes”, mejorará para competir por la preferencia de los vecinos, pero dentro de cinco años… La democracia se verá fortalecida y ganaremos los vecinos.
(*) Diputado (s) de Cabildo Abierto