Por: Dr. Álvaro Niggemeyer (*)
Desde su creación en 2009, el Colegio Médico del Uruguay (CMU) es el organismo que regula el ejercicio de la profesión médica, y en el que todos los médicos y médicas que deseen ejercer en el país deben inscribirse de manera obligatoria. Esta obligatoriedad busca garantizar que los profesionales estén sujetos a un marco ético común y cumplan con los estándares establecidos para el ejercicio de la medicina, impulsando la calidad de la atención médica para los usuarios y el bienestar de los profesionales.
Entre los principales cometidos del CMU se encuentran velar por el ejercicio de la medicina con dignidad e independencia, resolver casos relacionados con aspectos éticos, deontológicos y diceológicos —el conjunto de derechos y deberes de los médicos—, y fomentar la constante actualización de conocimientos.
En línea con este último objetivo desarrolla anualmente cursos y talleres presenciales y a distancia sobre temas clínicos y de la práctica profesional, genera material multimedia disponible en su web (https://www.colegiomedico.org.uy/), pone a disposición una biblioteca con material de consulta online, y apoya a los profesionales de la salud a través de un programa para la contención en problemas vinculados a la esfera psicosocial.
Por su naturaleza descentralizada —compuesta por un Consejo Nacional y cinco Consejos Regionales con jurisdicciones en diferentes zonas del país—, el CMU desarrolla todas estas acciones con una mirada país. Un ejemplo de esto es un coloquio que se llevó a cabo recientemente y que buscó reflexionar sobre la distribución y necesidades de médicos y médicas en todo el territorio uruguayo.
En el coloquio participaron autoridades de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar), la Oficina de la OPS/OMS en Uruguay, el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Academia Nacional de Medicina, el Consejo de Residencias Médicas y el propio CMU.
El encuentro abordó uno de los temas más críticos para la salud pública del país: la distribución equitativa de los recursos humanos en salud. En Uruguay, aunque el 39% de la población reside en Montevideo, el 76% de los profesionales de salud se concentran en la capital, lo que genera un desequilibrio en la distribución de médicos, especialmente en el interior del país.
En términos regionales, Uruguay ocupa el segundo lugar en densidad de médicos en América Latina, pero este liderazgo se ve disminuido cuando se analizan las especialidades quirúrgicas. En 2024, la densidad médica a nivel nacional es de 53,9 médicos por cada 10.000 habitantes, con una notable disparidad entre Montevideo (93,2) y el interior del país (29,8).
Reflexiones clave
El coloquio subrayó la necesidad de que el MSP refuerce su capacidad de coordinar con otros actores del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) para reducir las brechas en la distribución de los recursos humanos. Una de las principales conclusiones fue la importancia de contar con herramientas de planificación que no solo proyecten las necesidades de personal médico, sino que también puedan ajustarse según factores, como la mortalidad académica y el tiempo requerido para la formación de especialistas.
Además, se destacó la necesidad de fortalecer las estrategias de descentralización de la formación médica, en especial en el interior del país. La descentralización ha mostrado ser una estrategia efectiva para la retención de médicos en el interior del país, tal como lo demuestra la experiencia de programas de posgrado en pediatría y ginecotocología. Sin embargo, se resaltó que el sistema debe ir más allá de los incentivos salariales, incluyendo políticas integrales de formación y retención que permitan una distribución más equitativa de los profesionales.
Hacia un Plan Nacional de Recursos Humanos en Salud
El coloquio concluyó con una reflexión sobre la importancia de una voluntad política firme para avanzar hacia un Plan Nacional de Recursos Humanos en Salud, que garantice un sistema sostenible, con un marco normativo adecuado, financiamiento y herramientas de formación continua. Solo con un enfoque coordinado y comprometido se podrá lograr un sistema de salud que beneficie a toda la población, independientemente de su lugar de residencia.
(*) Presidente del Colegio Médico del Uruguay.