Por Ruben Azar Scarone (*) | @RubenAzarS
Dentro de los mayores rubros de exportación de nuestro país están las exportaciones de servicios logísticos. Estas representan entre 700 y 900 millones de dólares por año.
Uno de los mayores desafíos ha sido y es, promocionar de forma exitosa las ventajas que nuestro país supo construir, para atraer las mercaderías en tránsito, que son las responsables de estas importantes exportaciones de servicios.
Recordemos que estos flujos de mercaderías contribuyen en forma decisiva en los volúmenes de carga del puerto de Montevideo, que además de hacer más atractiva la escala en nuestra terminal, aseguran la disponibilidad de contenedores para nuestras exportaciones de bienes. También son responsables de incorporación de tecnología y de crear economías de escala en logística, permitiendo así bajar costos y mejorar la competitividad para nuestras exportaciones e importaciones de bienes. Asimismo se generan nuevos puestos de trabajo y genera fuertes inversiones en infraestructura.
Como dijimos, y a pesar de los esfuerzos realizados por las empresas del sector y los diferentes organismos responsables de la promoción, ha sido muy difícil hacer conocer exitosamente en el mundo, las ventajas que Uruguay tiene y que lo hacen atractivo. En la práctica son realmente muy pocas las empresas que terminan analizando, entendiendo y utilizando estos beneficios. Sin embargo son muchas las empresas que, de conocer los beneficios de utilizar a Uruguay como centro de distribución regional, agregarían competitividad a su cadena de distribución. El problema es que esta información nunca les llega.
Entendemos que el momento de la negociación de un TLC con China y cualquier otra negociación de preferencias que nuestro país realice, es una inmejorable oportunidad para ofrecer el potente paquete de normas que Uruguay posee para atraer estas mercaderías en tránsito. Hablamos de la Ley de Puerto Libre, Ley de Zonas francas, Comap, Ley de Parques Industriales, etc y las innumerables “soluciones a medida” que con la combinación de estas normas podemos realizar, para en definitiva agregar más competitividad a las exportaciones (en este caso chinas) a su ingreso en la región.
Son ventajas que Uruguay puede otorgar a los países con los que se negocie, sin exigencia de contrapartida, y que perfectamente pueden ser parte de los tratados. Si bien hablamos de servicios, y se nos puede decir que debería negociarse cuando se negocien éstos, por tratarse de servicios a las mercaderías, la oportunidad de promoción es precisamente cuando se está negociando preferencias de bienes y todas las empresas exportadoras de la contraparte están analizando el acuerdo.
En muchos aspectos los servicios de exportación logísticos son equiparables al turismo. Lamentablemente, aun nuestro país no tiene políticas de Estado que permitan invertir más fuertemente en la promoción de este negocio, como si se hace con el turismo. Aquí tenemos una potente e inteligente manera de hacerlo, sin contraindicaciones ni efectos adversos a la vista. Sin duda equivaldría a acciones de promoción por varios millones de dólares y seguramente sea mucho más efectiva.
(*) Fundador y presidente de Grupo RAS.