Por Leonardo Loureiro*
A principio de año leía una columna de Rodolfo Saldain, “Desempleo cero en la industria del software: un mal pronóstico. Hace una década o más que oímos que ese sector tiene nulo desempleo. Pero lo que parece una buena noticia esconde un fracaso”, en donde tomaba unas declaraciones mías sobre la necesidad de talento en el Uruguay, que se estimaba en 2.500 anuales, lo cual hoy ya está en 3.000 anuales, pero más impactante hoy es que ahora estamos necesitando 5.000 nuevos talentos para que ingresen a nuestras empresas lo antes posible. Ahí está el fracaso, decía Rodolfo: “Hay un sector de la economía local que crece y necesita trabajadores, mientras que miles de jóvenes necesitan trabajo, pero no están formados para ocupar esos puestos”.
Desde la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) venimos trabajando activamente para que haya una oferta educativa en todos los niveles. Si queremos ser una Industria pujante, necesitamos más doctorados, más maestrías, más ingenieros, más licenciados, más analistas, más técnicos y más programadores, así como más de otras profesiones que se sumen a nuestro sector, como economistas, contadores, diseñadores, psicólogos, sociólogos, licenciados en comunicaciones y seguro alguna profesión más que no me acuerdo o nueva que se creara en un corto plazo de tiempo.
Por ello desde antes de que exista la CUTI las empresas trabajamos intensamente con todas las instituciones educativas para apoyar en todo lo que sea necesario para las distintas ofertas educativas y su evolución en el tiempo.
También hemos promovido proyectos como Hacé Click, Jóvenes a Programar, Programa B-IT y Sembrando TIC, así como varias campañas de sensibilización, pero eso no se ve reflejado en la elección de los jóvenes por formarse en carreras que les permitan desarrollarse en el sector.
Los números me duelen. Según el Observatorio de TI de la CUTI, en su último informe de formación académica, existe un “universo potencial” de 14.725 estudiantes de Enseñanza Media Superior liceal y tecnológica en condiciones de avanzar hacia una formación universitaria en TI. La proporción de captación de estudiantes que ingresan a educación universitaria en TI (8%) es menor a la proporción de estudiantes de Educación Media Superior “afines al sector TI” (11%). Ocurre un fenómeno de “filtración” entre una “aparente predisposición” hacia las TI en estudiantes de secundaria superior y la proporción de quienes, a la hora de ingresar a la educación universitaria de grado, efectivamente escogen carreras TI. Estas dificultades, en términos de “filtrado”, responden fundamentalmente a problemas de disponibilidad de oferta académica en el Interior del país.
Además, en el año 2019 hubo un ingreso total de 36.681 estudiantes a educación universitaria de grado pública y privada en el país, de los cuales 33.012 ingresaron a carreras en instituciones públicas y 3.669 lo hicieron a carreras de la oferta de universidades privadas. Dentro de ese conjunto de 36.681, hubo 2.776 estudiantes que decidieron ingresar a formación universitaria de grado en TI, tal como se observó en secciones anteriores. La proporción de estos ingresos sobre el total de ingresos fue solo de 8%.
Según ese informe, hay 5.626 personas matriculadas en la opción de Bachillerato Tecnológico en Informática en todo el país. Este número representa el 11% del conjunto de estudiantes de UTU en este nivel educativo. Pero muchos de esos jóvenes distribuidos por todo el país no continúan sus estudios por dos motivos. El primero, porque no hay ofertas educativas terciaras en sus ciudades y muchas veces no pueden continuar los estudios por aspectos económicos. Segundo, porque no ven ofertas de trabajo en su ciudad natal.
Teniendo presente estas cifras, venimos trabajando con las nuevas autoridades de la UTU en varios sentidos. Primero, apoyando una actualización del excelente bachillerato tecnológico en informática, sumándole al mismo en la medida de las posibilidades la enseñanza de inglés y apoyos extracurriculares. Por otro lado, incentivando a las empresas a que sigan el camino de la educación en el trabajo y que los cursos que las empresas dictan sean avalados por la División de Capacitación y Acreditación de Saberes (Dicas) para que así tengan continuidad educativa.
Finalmente, en el día de ayer jueves hemos firmado con el director general de UTU, Juan Pereyra De León, un acuerdo que permitirá que ambas instituciones elaboren y ejecuten de común acuerdo programas y proyectos de cooperación, a través de diferentes modalidades.
Estos proyectos pueden ir desde la organización coordinada de cursos, conferencias y seminarios sobre temas de interés, hasta la realización conjunta y coordinada de actividades de capacitación, en áreas específicas de actuación de la Dgetp; además del intercambio de información y la creación de otras actividades que las organizaciones consideren pertinentes para fortalecer la formación estudiantil. El acuerdo también permite la participación de otros organismos públicos o privados en la ejecución y coordinación de los programas y proyectos realizados. Se prevé la creación de una Comisión Coordinadora integrada por igual número de miembros representantes de CUTI y Dgetp –UTU, que actuará como nexo interinstitucional y se encargará de estudiar, elaborar y evaluar los resultados de los programas, proyectos y actividades de cooperación que se realicen en conjunto (previa aprobación de las autoridades competentes de las partes).
Estamos convencidos que este tipo de convenios con instituciones reconocidas como la UTU, acuerdos de larga data con la UTEC para llevar la educación al Interior, así como el trabajo desde nuestros orígenes con la Udelar y las universidades privadas permitirá que más jóvenes tengan la oportunidad de desarrollarse en un sector tan pujante como el tecnológico para construir el Uruguay del hoy y del mañana.
*Presidente de la CUTI.