Por Berta Sanseverino (*) | @bsanseverino
Hace unos meses se publicaron los resultados de la consulta regional que desde 1995 realiza Latinobarómetro y consideré oportuno –en coyunturas políticas de gran efervescencia que vive la región- ver por dónde debe transcurrir la vida social, cultural y política de una sociedad que se embandera con las mejores tradiciones democráticas.
Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 400 millones de habitantes. La Corporación Latinobarómetro es una ONG sin fines de lucro con sede Santiago de Chile.
Es muy interesante el trabajo que realiza investigando sobre el desarrollo de la democracia y las economías, así como temas de gran sensibilidad para la región como: pobreza, desigualdad, corrupción, inseguridad, violencia y otros recién incorporados a las agendas, como el cambio climático, que es interesante conocer cómo son percibidos por la ciudadanía.
En el 2017 se realizaron 20.200 entrevistas cara a cara en 18 países, con muestras representativas del 100%, de la población nacional de cada país, de 1.000 y 1.200 casos, con un margen de error de alrededor del 3% en cada caso.
Uruguay y la democracia
El primer gran tema de estas entrevistas es la valoración que los ciudadanos realizan sobre la situación de su país.
Consultados sobre satisfacción con la democracia y desarrollo democrático, la ciudadanía uruguaya expresa un gran respaldo.
Consultados sobre “usted está de acuerdo o en desacuerdo que la democracia puede tener problemas pero es el mejor sistema de gobierno”, el resultado para Uruguay es de un 84% de aprobación, lo que lo ubica primero en el ranking, que cierra México con una aprobación del 54%.
Estos datos registran un “momento”, no son inamovibles y pueden cambiar, por ejemplo en toda la región el nivel de aprobación bajó en un año de 75% a 69%.
Con respecto a la evaluación de la democracia, Latinobarómetro mide el grado percibido de democracia y la ubicación de la propia democracia en una escala de 1 a 10.
“En una escala de 1 a 10 donde 1 es no democrático, y 10 es totalmente democrático, ¿dónde ubica Ud. a su país?”. Uruguay lidera como el país con más democracia con 6,8; Brasil y El Salvador con la menor cantidad de democracia con un 4,4. El promedio de la región es 5,4 en 2017 y baja también por quinto año de un máximo de 6,7 en 2010.
Y finalmente sobre satisfacción con la democracia ofrece datos muy interesantes.
Consultado sobre “diría usted que está Muy satisfecho, Más bien satisfecho, No muy satisfecho o Nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia en su país”. Solo en tres países hay una mayoría que está satisfecha con esta forma de gobierno: Uruguay, que queda primero en el ranking con 57%, Nicaragua con 52% y Ecuador con 51%.
El informe hace una reflexión sobre pobreza y desigualdad que consideré más que oportuno compartirlo:
“Si observamos los más vulnerables, vemos que en los últimos seis años la región no ha podido avanzar en el desmantelamiento de la pobreza. Entre 2011 y 2017 se ha mantenido entre 26% y 24% los que declaran que no tienen suficiente comida para alimentarse. Claramente la fuente del malestar en la región comienza por esta importante minoría que parece estar estática en el tiempo. Mientras mejoran quienes les alcanza, sigue habiendo un segmento demasiado importante que no tiene suficiente. (…) Estos datos están confirmados por muchos otros en este mismo informe, respecto del estancamiento de los que se quedan atrás. Es decir, no basta con mejorar las condiciones de los que les va mejor, si no se logra desmantelar la pobreza”.
Otros informes
Así como Latinobarómetro consulta a la ciudadanía uruguaya sobre su percepción sobre los grandes temas que vivimos día a día, también es importante analizar los distintos estudios, evaluaciones de distintas organizaciones sobre temas cruciales como progreso humano, inclusión social, calidad democrática.
Sobre inclusión social
Americas Quarterly es una publicación enfocada en Latinoamérica, que publica anualmente un “Índice de inclusión social”, en el que se analizan las políticas de protección a sus ciudadanos que implementan los países sin importar su raza, género u orientación sexual, para lo cual no solo se tiene en cuenta variables económicas, sino 23 factores que incluyen la participación civil y política de minorías y el acceso al empleo y la vivienda. Por tercer año consecutivo, Uruguay encabezó dicho índice.
El informe reconoce como estrategias importantes el apoyo a la comunidad LGBT, el empoderamiento de las mujeres, el acceso al empleo y la vivienda, sin importar género y raza, y el apoyo a los derechos civiles y políticos.
Algunas de las políticas destacadas son la ley de matrimonio igualitario (2013), la legalización de la adopción para parejas del mismo sexo (2009) y la ley de cambio de sexo registral (2009). Además se destaca el clima general favorable a la inclusión de la sociedad uruguaya, así como su cultura democrática. Se plantea como uno de los aspectos a mejorar la situación de discriminación de la población afrodescendiente; a pesar de que se reconoce la aprobación de importantes leyes y medidas, hay pautas culturales discriminatorias que aún hay que superar.
Sobre progreso social
El “Índice de Progreso Social” elaborado por la organización Social Progress Imperative, ubica a Uruguay en el puesto 28 empatando con Costa Rica y solo superados por Chile como país de la región.
El índice se elabora a partir del estudio de tres dimensiones: necesidades básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades.
Nuestro país alcanza muy buenos puntajes en las dimensiones de nutrición y cuidados sanitarios básicos, acceso a educación básica y derechos personales, mientras que debe mejorar en seguridad personal, calidad medioambiental y acceso a educación avanzada. También se destacan las fortalezas de nuestra democracia, de la cultura democrática de nuestros ciudadanos, la transparencia de nuestras instituciones y los avances en el bienestar de la población.
Sobre desarrollo democrático
La Fundación Konrad Adenauer elabora el “Índice de Desarrollo Democrático de América Latina”, en el que mide el desempeño de las democracias latinoamericanas en base a criterios vinculados a las particularidades históricas, culturales, sociales y económicas de la región.
El desarrollo democrático es evaluado en base a cuatro dimensiones: la democracia de los ciudadanos “el clima de respeto de derechos y libertades), la democracia de las instituciones (el comportamiento de las instituciones y el sistema político), la democracia social (el desempeño en relación al desarrollo humano) y la democracia económica (la evolución de la gestión económica).
Uruguay ocupa el segundo lugar detrás de Chile. Alcanza el mejor puntaje en adhesión política, derechos políticos, libertades civiles, bajo nivel de corrupción, estabilidad institucional, población bajo la línea de pobreza y menor brecha de ingreso. Una de las debilidades que se encuentran, particularmente en la dimensión de respeto de los derechos políticos y libertades civiles es la baja representación de género en el gobierno.
Todos estos trabajos, realizados con estándares muy exigentes, reafirman la calidad democrática de nuestro país. Como apunte final quiero compartir una reflexión: cuidar nuestra democracia es una obligación de todos y todas; la convivencia política que nos caracteriza es un bien preciado que debemos proteger celosamente.
(*) Diputada de Asamblea Uruguay 2121 – FLS – FA.