Por Gabriel Gianoli (*) | @GabrielGianoli
La reciente Convención del Partido Nacional marcó un hito significativo en el devenir político de nuestro país, ratificando el compromiso de nuestra fuerza política con el presente y el futuro de Uruguay. La proclamación de la fórmula de Álvaro Delgado para la Presidencia y Valeria Ripoll para la Vicepresidencia no solo refleja una apuesta por la continuidad de valores tradicionales, sino también una apertura hacia nuevas perspectivas y liderazgos.
Álvaro Delgado, un compañero de vasta experiencia, que ha demostrado en múltiples ocasiones su capacidad para gestionar con eficacia y visión de futuro. Su liderazgo se caracteriza por la cercanía con la gente, el conocimiento profundo de las necesidades del país y un compromiso inquebrantable con el desarrollo sustentable de Uruguay. Su candidatura presidencial refuerza la confianza en un proyecto político que ha sabido adaptarse a los desafíos de nuestro tiempo, sin perder de vista sus principios fundamentales.
Por otro lado, la elección de Valeria Ripoll como candidata a la Vicepresidencia representa una decisión estratégica que enriquece la fórmula. Ripoll es una figura que se ha destacado por su firmeza, integridad y capacidad para articular consensos en contextos muy complejos. Su trayectoria en la defensa de los derechos de los trabajadores, su incansable militancia social por los más vulnerables y su cercanía con las bases la convierten en un símbolo de renovación y de un enfoque inclusivo en la política nacional. Ripoll aporta una perspectiva fresca y necesaria que complementa y equilibra la fórmula, ofreciendo una visión compartida de futuro que integra a todos los sectores de la sociedad.
La combinación de estos dos líderes simboliza un equilibrio entre experiencia y renovación, continuidad y cambio, tradición e innovación. La Convención del Partido Nacional ha demostrado una vez más su capacidad para leer el momento histórico que atraviesa el país, eligiendo una fórmula que no solo es competitiva electoralmente, sino que también está preparada para liderar a Uruguay en un nuevo capítulo de su historia. Con Delgado y Ripoll, el Partido Nacional se presenta como una opción sólida y coherente, capaz de llevar adelante un proyecto de país inclusivo, justo y próspero para todos los uruguayos.
En las próximas elecciones, los uruguayos se enfrentarán a una elección crucial entre dos modelos de país, dos formas de entender y abordar los desafíos que enfrenta Uruguay: el enfoque del Partido Nacional y el del Frente Amplio. Ambos representan visiones distintas sobre el rol del Estado, la economía, la seguridad y la forma en que se debe gobernar el país.
Partido Nacional: pragmatismo y eficiencia
El Partido Nacional propone un modelo basado en la eficiencia del Estado, la promoción de la seguridad ciudadana y la responsabilidad fiscal. Su enfoque es pragmático, orientado a resultados concretos y a la mejora de la calidad de vida de los uruguayos.
- 1. Estado eficiente y sostenible: El Estado debe ser eficiente, con una estructura que permita la prestación de servicios de calidad sin sobrecargar a los ciudadanos con impuestos innecesarios. Promueve una administración pública que optimice los recursos y reduzca el gasto superfluo.
- 2. Seguridad ciudadana: Se prioriza la seguridad como un pilar fundamental de su propuesta. Cree en la implementación de políticas firmes y coordinadas para combatir el delito, devolver la tranquilidad a los ciudadanos y fortalecer las instituciones de seguridad.
- 3. Responsabilidad económica: Con un enfoque en la responsabilidad fiscal, se busca mantener un equilibrio entre el gasto público y la inversión en infraestructura y servicios esenciales. Aboga por políticas que impulsen el crecimiento económico y la creación de empleo, sin comprometer la estabilidad financiera del país.
- 4. Unidad nacional: En un contexto de creciente polarización, se promueve el diálogo y el consenso como herramientas para construir un futuro compartido. Su visión incluye a todos los uruguayos, buscando políticas que beneficien a la sociedad en su conjunto.
El modelo que presenta el Frente Amplio se caracteriza por el “palo en la rueda”, “cuanto peor, mejor”, la crítica y la oposición a cualquier propuesta sin presentar alternativa alguna. Fue así con la LUC y lo sigue siendo con la ley de seguridad social, con la reforma educativa, el puerto y un largo etcétera. Su candidato está silenciado por las estructuras de poder internas y nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que en realidad piensa y va a proponer. No concurre a los eventos a los cuales es invitado con el pobre argumento de que es minoría y de ese modo da lugar a toda clase de suspicacias por parte del sistema político.
Mientras la oposición desafina en su eterna cantinela, el gobierno inaugura hospitales, rutas, puentes, aeropuertos, escuelas y liceos. También aporta propuestas novedosas como el Bono Educativo, para que los jóvenes más necesitados puedan culminar con éxito sus estudios secundarios. Defiende las jubilaciones y pensiones, y no descansa en la lucha contra el narcotráfico con la ley de allanamientos nocturnos, preparando así el segundo piso de transformaciones tan necesarias para el Uruguay.
El Partido Nacional que pretende encabezar la Coalición Republicana se posiciona como la opción que ofrece experiencia, gestión, seguridad, estabilidad económica y un compromiso con la transparencia y la unidad. Estos son los elementos que le permitirán liderar al país hacia un futuro mejor, en contraposición a una oposición que no ha logrado renovarse ni cumplir con las expectativas de los uruguayos.
El Espacio 40 se ha posicionado en forma significativa en los últimos tiempos, su política de alianzas ha sido muy exitosa integrando a Mejor País, Plan País, lo que constituyó el nacimiento de Espacio País. El acuerdo con Alianza Nacional se transformó en Alianza País, lo que nos permite tener presencia operativa en todos los departamentos del Uruguay, y el pasado lunes se incorporó el diputado Sebastián Andújar con su lista 33 de Canelones. Nuestro aporte a la victoria de la Coalición Republicana encabezada por el Partido Nacional será fundamental tanto en octubre como en noviembre. Hacia allá vamos.
(*) Diputado por Montevideo – Espacio Cuarenta – Partido Nacional.