América experimenta una gran desigualdad en el proceso de vacunación con países que todavía no han recibido vacunas contra la covid frente a otros, como EE.UU. y Chile, que en pocas semanas ya han inoculado a más del 5 por ciento de la población.
Como un modelo a seguir han calificado los expertos la labor de Chile, donde más de 1,5 millones de personas han sido vacunadas con al menos una dosis desde que arrancó la inmunización masiva el 3 de febrero.
La cifra resulta más que buena para la nación sudamericana, que tiene 19 millones de habitantes, y le ha valido el reconocimiento mundial.
Chile, que empezó a vacunar al personal sanitario de cuidados intensivos el 24 de diciembre y la inoculación masiva la semana pasada con los mayores de 90 años, administra 5,58 dosis por cada 100 habitantes, según datos de la Universidad de Oxford.
Este número, aseguran los expertos, es muy superior a la media mundial de 1,9 dosis por cada 100 habitantes y a las 1,94 dosis de Brasil, 1,18 de Argentina y 0,56 de México.
Estados Unidos avanza pero con brechas en su territorio
Si bien Estados Unidos va a la cabeza de la vacunación en América con 13,53 dosis por cada 100 habitantes, en su extenso territorio existen notables disparidades entre estados, como Virginia Occidental, que dobla en porcentaje de vacunados a otro estado con una amplia población rural como Alabama.
De acuerdo con los especialistas, el principal problema radica en la falta de una estrategia clara de vacunaciones a nivel federal, una reclamación que la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, ha tratado de subsanar en las últimas semanas.
De hecho, datos de la Universidad Johns Hopkins advierten de que la brecha entre los estados se profundiza por razones tales como las diferencias entre los sistemas públicos de salud, la coordinación entre los Gobiernos y los centros médicos, cierta desconfianza sobre las vacunas y la gestión en la distribución.
El propio Biden anunció este jueves que su país tendrá las dosis suficientes para vacunar contra la covid-19 a casi toda su población, unas 330 millones de personas, a finales de julio, tras llegar a nuevos acuerdos con Pfizer y Moderna.
Grandes esperanzas pero pequeños pasos
Aunque América Latina se llenó se esperanza con el inicio de la vacunación a finales de diciembre en México, Chile, Argentina y Costa Rica, los previsiones de la mayoría de Gobiernos no se han podido cumplir por el incumplimiento de las farmacéuticas con las que firmaron contratos o por las dificultades logísticas con las que se han encontrado.
Así, por ejemplo, México, que fue uno de los primeros países del mundo en aplicar el fármaco de Pfizer y BioNTech el 24 de diciembre, hasta ahora solo ha recibido alrededor de 767.000 dosis, lo que impidió su meta de inmunizar a todo el personal médico de primera línea con 1,4 millones de unidades en enero.
Este 10 de febrero, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de México autorizó la utilización de emergencia de las vacunas contra la covid de las farmacéuticas chinas CanSino y Sinovac para tratar de dar un paso más en ese sentido.
De este modo el país, de 126 millones de habitantes, tiene acuerdos de precompra para 34,4 millones de dosis de Pfizer, 77,4 millones de la británica AstraZeneca, 35 millones de CanSino, 24 millones de la rusa Sputnik V y 51,5 millones de la plataforma Covax, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El problema ahora es que lleguen en los tiempos pactados.
También, en Brasil, el segundo país de América más afectado por la pandemia, después de Estados Unidos, el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, declaró este jueves que «toda la población» será inmunizada este año y que, aunque la variante amazónica de la covid-19 es «tres veces» más contagiosa, las vacunas existentes la combaten.
Con 236.200 muertos y casi 10 millones de casos, el ministro dijo esperar que el «50 % de la población» del país, de 210 millones de habitantes, sea vacunada en el primer semestre de 2021 y el otro 50 % durante el segundo.
Sin embargo, varios senadores pusieron en tela de juicio tal afirmación ya que, hasta ahora Brasil solo ha obtenido 11 millones de dosis que comenzaron a ser aplicadas el mes pasado y que en algunas ciudades están a punto de agotarse.
Otro que ha tenido contratiempos en la vacunación es Argentina, que este viernes llegó a los 50.029 fallecidos por la covid-19, enfermedad que ya han contraído 2.015.496 personas en esa nación.
La tarde de este viernes se espera que aterrice un avión de Aerolíneas Argentinas en Buenos Aires, procedente de Moscú, con una nueva partida de 200.000 dosis del primer componente y 200.000 del segundo de la Sputnik-V.
Una vez arribe, Argentina tendrá un total de 610.000 dosis de cada componente, lejos de los 5 millones que, según el contrato firmado con el Fondo Ruso de Inversión Directa, se preveía recibir en enero y los 14,7 millones previstos en febrero, y a gran distancia de países como Chile con sus 1,5 millones de vacunados.
Quejas y reclamos
En medio del frenesí mundial por la vacunación empiezan a salir a la luz pública las primeras quejas y reclamos por la administración de los fármacos.
Tal es el caso del Departamento de Salud de Puerto Rico, que investiga la posible violación de la normativa que establece el orden de vacunación en la isla por grupos de prioridad mientras crece la ansiedad entre los mayores por ser inoculados y el gobernador Pedro Pierluisi pide calma.
«Mantengamos la calma. Todas las personas que tengan 65 años o más serán llamadas para ser vacunadas», señaló Pierluisi, quien agregó que, gracias a la relación con Estados Unidos, este territorio se encuentra en mejor situación que más del 90 % de los países del mundo.
Además, alentó a la población al manifestar que los vecinos del Caribe, como República Dominicana, «esperan recibir sus primeras dosis luego del mes de marzo», mientras que en Puerto Rico ya se han administrado cerca de 400.000. EFE