Roma, 6 may (EFE).- La presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Gueorguieva, pidió hoy en la conferencia virtual sobre el estado de la Unión Europea eliminar «los obstáculos para la producción y distribución de vacunas», porque un desarrollo de estos fármacos en transparencia favorecería una rápida inmunización de la población y una aceleración de la recuperación económica.
Gueorguieva participó hoy en la conferencia sobre el estado de la Unión, organizada por el Instituto Universitario Europeo (EUI), un evento anual que habitualmente se celebra en Florencia, pero que este año ha sido telemático por la pandemia de coronavirus, y en el que participan comisarios europeos, políticos y otros expertos en la reflexión sobre los problemas más urgentes que afronta Europa en la actualidad.
La presidenta del FMI calificó la crisis derivada de la pandemia como una «crisis global», de la que es esencial que todos los países salgan a la vez, dijo, sin que ninguno se quede atrás.
«Tenemos que concentrarnos en cómo podemos salir de la crisis en todas partes y la vacunación, en todos los rincones, es la única y más rápida forma de acabar con la crisis mundial, es la política más efectiva», sostuvo.
Preguntada por la posible supresión de las patentes de las vacunas, señaló que desde el FMI ya han insistido en que «eliminar los obstáculos para la producción y distribución de vacunas es esencial», porque la aceleración para acabar con la pandemia de COVID-19 «podría agregar casi 9 billones de dólares al producto interior bruto mundial para 2025».
Opinó que es necesaria mayor transparencia en los procesos de producción de estas vacunas porque actualmente no se sabe «cuánto se produce, dónde, qué contratos hay, cuál es el calendario de distribución».
«Sé que en el G20 muchos están apostando por una mayor transparencia para que se produzcan las vacunas más rápido, también en países en desarrollo», justificó.
«Necesitamos recordar por qué la gente esta preocupada, la primera razón es la salud. Afrontamos una crisis extraordinaria», concluyó.
En la conferencia participó también la secretaria de Estado española de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, que apostó por la implementación de «coberturas sanitarias universales» para facilitar a todos el acceso a los cuidados y que ningún país, especialmente los más vulnerables, sea dejado atrás.
Gallach subrayó que el Gobierno español «se toma muy en serio» la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, como demuestra la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para avanzar hacia un país más «verde».
Entre los desafíos más inmediatos que enfrenta la comunidad internacional, se refirió a la necesidad de adoptar índices multidimensionales de pobreza «para medir un progreso mejor y entender que no se puede dejar atrás» a ningún estado, pero también la igualdad de género y la regulación de la inmigración, para que sea segura, ordenada y se eviten desigualdades globales.
España, apuntó, está dispuesta a incrementar el apoyo financiero a las organizaciones internacionales y a los programas de Naciones Unidas, para potenciar la colaboración internacional y concienciar a la opinión pública de que, «también en momentos de dificultad» económica, es importante «reforzar el multilateralismo».
En otro momento de la jornada, la comisaria europea de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, defendió las sanciones aprobadas en marzo por el Consejo Europeo contra once personas y cuatro entidades responsables de violaciones y abusos graves de los derechos humanos en distintos países del mundo.
Entre las violaciones que se sancionaron se encontraban las detenciones masivas arbitrarias de personas —y en concreto, de uigures en la región de Xinjiang— en China, la represión en Corea del Norte, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas en Libia, la tortura y la represión en Rusia dirigidas contra personas LGBTI y contra los opositores políticos en Chechenia, y las torturas, ejecuciones y homicidios extrajudiciales, sumarios o arbitrarios en Sudan del Sur y en Eritrea.
McGuinness argumentó que la Unión Europea juega un papel importante en el mundo en la implementación de sanciones para prevenir conflictos, guerras, ataques terroristas o violaciones de derechos humanos, pero matizó que son «la última opción», tras agotar la vía del diálogo.
El Instituto Universitario Europeo es una organización internacional y una universidad dedicada a la investigación y el aprendizaje superior en ciencias sociales y humanidades.