Washington, 5 ago (EFE).- La Casa Blanca admitió este jueves que las restricciones de entrada a Estados Unidos desde varios países que ha impuesto debido a la pandemia no son «coherentes», y aseguró que está trabajando para establecer un nuevo sistema más acorde a la situación epidemiológica a nivel global.
En los últimos meses, han aumentado las críticas al Gobierno estadounidense por vetar la entrada de viajeros procedentes de la zona Schengen de la Unión Europea (UE), pero no la de otros continentes o países que podían tener tasas de infección por covid-19 más altas.
La Casa Blanca ha insistido en que no levantará sus restricciones de viaje de momento debido a la expansión global de la variante delta del coronavirus; pero sus argumentos para mantener el veto a la entrada desde Europa han perdido cierta fuerza ahora que la UE ha superado a EE.UU. en número de vacunados.
«Hay mucha confusión ahora sobre cuáles son las restricciones, y todos ustedes han hecho buenas preguntas sobre ello, porque parece (un sistema) incoherente, y lo es», reconoció la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Las restricciones de viaje las impuso al comienzo de la pandemia el Gobierno del expresidente Donald Trump (2017-2021), y Biden las ha mantenido en pie, con algunas modificaciones.
Actualmente, la prohibición de entrada en Estados Unidos afecta, además de a los países pertenecientes al área Schengen -incluida España-, a Brasil, China, la India, Irán, Sudáfrica, el Reino Unido e Irlanda.
Psaki aseguró que la Casa Blanca está centrada en «desarrollar un plan para una política de viajes internacionales que sea coherente y segura», con «el objetivo de dar pasos que permitan» levantar esos vetos «en el momento que sea apropiado».
La portavoz añadió que el Gobierno de Biden «evalúa seriamente» la posibilidad de exigir a los viajeros extranjeros que entren en su territorio una prueba de que están completamente vacunados contra la covid-19.
Una fuente de la Casa Blanca dijo el miércoles a Efe que ya se había decidido tomar esa medida, pero las autoridades sanitarias estadounidenses afirmaron este jueves que todavía no hay una determinación definitiva al respecto.
«Es una de las vías que se están estudiando y evaluando, pero hay alternativas que también se han mirado», apuntó el coordinador de la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia, Jeff Zients, en una rueda de prensa.
Los casos de covid-19 y las hospitalizaciones se han disparado en los últimos días en EE.UU. debido a la expansión de la variante delta y al estancamiento de las vacunaciones, con un aumento del 43 % en los contagios respecto a la semana pasada, según los últimos datos oficiales de este jueves.