Madrid, 28 ene (EFE).- Madrid, Cataluña y Baleares han sido las primeras comunidades en detectar casos de la «ómicron sigiliosa» (el sublinaje BA.2), cuyo avance, de momento, se toma con prudencia pero sin especial preocupación entre las autoridades sanitarias y los expertos.
Esta subvariante de ómicron, que se diferencia del original en algunas mutaciones, incluida la proteína espiga, se ha extendido ya por unos 40 países, como Dinamarca, Reino Unido o India, motivo por el que la Organización Mundial de la Salud ha pedido que se vigile su desarrollo.
En total, en España se han detectado hasta 5 casos, según los datos comunicados por estas tres comunidades hasta el jueves, una cifra que previsiblemente aumentará en los próximos días porque se presupone que es muy transmisible, aunque más difícil de detectar en determinadas pruebas diagnósticas, motivo por el que ha sido bautizada como «sigilosa o silenciosa».
La ministra de Sanidad ha explicado este jueves en el Congreso que la Ba.2 se comporta «parecidamente» a la BA.1, si bien lo ha dicho «con toda la prudencia», porque todavía está en evaluación.
En la Comunidad de Madrid, el Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Gregorio Marañón ha detectado los primeros dos casos en este región.
«De momento, y con la debida prudencia, no estamos especialmente preocupados. Estamos observando cómo es el comportamiento de estas personas que se han contagiado y, a partir de ahí, iremos tomando decisiones, si tuviésemos que hacerlo», ha explicado su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
Dos casos más de este sublinaje han sido confirmados en Cataluña y otro en Baleares, este último localizado por el servicio de Microbiología del Hospital Universitario Son Espases, de Palma, que coordina Antoni Oliver.
Pero es el linaje originario de la variante ómicron el que sigue dominando la transmisión comunitaria del virus en la sexta ola, con unos indicadores que se han ido suavizando en los últimos 12 días, aunque persisten las dudas sobre la fotografía que ofrece la incidencia acumulada.
Y es que las autoridades sanitarias son conscientes de la infranotificación en la estadística general de los casos positivos que se detectan en los test de autodiagnósticos adquiridos en farmacias y que se realizan en casa.
La ministra, por ello, ha explicado en su comparecencia de este jueves en el Congreso que hay que buscar un nuevo modelo de evaluación de la pandemia, es decir, «ir avanzando» en distinguir en los datos epidemiológicos las personas hospitalizadas y los enfermos que fallecen «por covid» de los que lo hacen «con covid».
Precisamente, según el último informe de Sanidad, los indicadores hospitalarios se mantienen casi en el mismo baremo en los últimos días, con leves descensos y una ocupación en planta del 14,8 % y en las unidades de cuidados intensivos del 22,1 %.
Con estos registros, la sexta ola parece dar una pequeña tregua a los hospitales, con décimas de descenso tanto en los indicadores de planta como en las unidades intensivas, debido a que, al igual que en días anteriores, el número de altas (2.469) ha vuelto a superar al de ingresos (2.127).
La incidencia ha vuelto a bajar por cuarto día consecutivo, en total en 55 puntos, hasta los 3.139 casos, aunque el número diario de positivos sigue siendo muy alto, por encima de los 100.000, con más de 130.000 el jueves.