El jueves 19 de setiembre, en el edificio Mercosur, la antropóloga Mónica Sans recibió US$ 20.000 para continuar con su proyecto de investigación “Filogeografía de cromosomas Y para la comprensión del origen y relaciones de los indígenas del Uruguay y sus descendientes”.
Con sorpresa y emoción, la científica recibió la noticia de su primer premio en el concurso Por las Mujeres en la Ciencia promovido por L’Oréal-Unesco. “El foco es el análisis de cromosomas Y de origen indígena, es decir, analizar hombres que crean descender por línea paterna de indígenas de nuestro territorio”, aseguró Sans, e indicó que es mucho mayor el aporte por el lado materno que llega a un tercio de la población que el paterno, que se calcula en un 2%.
“De todas maneras, hay gente que seguramente tiene cromosomas indígenas y queremos ver de dónde vienen, si es de guaraníes, charrúas, rescatar ese pasado indígena que hasta hace poco no existía y que ahora sabemos que existe”, subrayó la experta.
A pesar de que el proyecto financiado por L’Oréal-Unesco es nuevo, la investigadora lleva más de 30 años trabajando en torno a este tema. “Fue de lo primero que traté cuando ingresé en la universidad. Publiqué un trabajo en el año 86 que ya apuntaba a este tema, con otro tipo de marcadores pero que también se refería al mestizaje”, señaló Sans a Crónicas Mujer.
Su motivación para estudiar el tema se desprende de una conversación con un pediatra, en la que el profesional le comentó que le llamaba la atención que hubiesen tantos nacimientos de niños con “mancha mongólica”, y detalló que se trata de “una marca oscura en el coxis que es asiática, por lo tanto indígena o africana, y casi inexistente en europeos”.
“Eso fue en el año 86, cuando nadie creía que había aporte indígena y el primer estudio dio valores sumamente altos”, apuntó Sans y ejemplificó: “Es como que cada uruguayo tiene un bisabuelo indígena”.
La investigadora señaló que nuestra identidad nacional venía bastante equivocada en los libros de historia, entonces la idea es modificar eso y basarlo en realidades, haciendo alusión a la existencia de “muchísimos descendientes de indígenas” y resaltó que se emocionó mucho tras enterarse de su victoria en el concurso.
“Próximamente daremos datos más concretos pero ya estamos convocando a hombres que crean tener ascendencia indígena al instituto de Antropología de la Facultad de Humanidades”, señaló la especialista. El estudio comienza con la extracción de muestras de saliva, en 2020.
La ciencia necesita de las mujeres
Por su parte, el gerente general de L’Oréal Uruguay, Nicolás Oberti, en diálogo con Crónicas Mujer, hizo alusión a la motivación de la empresa para llevar a cabo una nueva edición de su reconocido concurso junto con Unesco. “Como dice el lema de nuestro programas ‘Por Mujeres en la Ciencia’, el mundo necesita de la ciencia, y la ciencia necesita de las mujeres, y las mujeres son necesarias porque son la mitad de la población y han estado mucho tiempo apartadas de la generación de conocimiento lo que nos ha empobrecido y retrasado en nuestro desarrollo como sociedad”.
Aún hoy solo 29% de los investigadores científicos son mujeres y solo un 3% de los premios Nobel de Ciencia, desde que Marie Curie lo ganara por primera vez en 1903, son mujeres. Queda mucho por hacer en esto de la equidad de la mujer en la ciencia. “L’Oréal, que es una empresa comprometida con la ciencia y que fue fundada por un investigador, está vinculada con las mujeres por los productos que vendemos, por eso nos parece muy importante aportar al desarrollo de las mujeres en la ciencia”, reflexionó el ejecutivo.
Con respecto a qué vieron los jurados de Unesco en el proyecto de Mónica Sans para elegirlo ganador, Oberti indicó que se seleccionaron 15 proyectos pero se recomendó especialmente este por su relevancia como aporte a la sociedad uruguaya y por la trayectoria de la investigadora.