Verónica Rudolph: La capitana del equipo

ELLA

Verónica Rudolph, gerente general de Claro Uruguay


Asumió el principal cargo en la compañía a mediados de 2015. Con la cinta de capitana en el brazo, esta jugadora de handball, esposa y madre de dos hijos asegura que el trabajo en equipo y la flexibilidad son las claves para lograr el buen desempeño de la compañía. Rudolph explicó a Crónicas Mujer que la estrategia de Claro para competir se basa en escuchar a sus clientes y darles lo que quieren en esta nueva era de las telecomunicaciones: internet. Además, resaltó la apuesta de la empresa por ser la elegida en el ámbito corporativo e hizo énfasis en la calidad del servicio que lo hace único.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

¿Cómo comenzó su relación con Claro Uruguay?

En noviembre de 2004, después de pasar varias entrevistas, quedé en la empresa América Móvil para un puesto de Analista de Finanzas, yo trabajaba en auditoria externa en KPMG y me parecía interesante cambiar de aire y salir de eso de no pertenecer a ninguna empresa y mirarlas desde afuera a entrar a trabajar de lleno en una compañía. Entré en el área de Finanzas, pasé por auditoria interna después me incorporé a la gerencia de Finanzas hasta que en julio de 2015 me propusieron la dirección, y desde ese momento estoy a cargo.

¿Cómo se posiciona Claro en el mercado uruguayo de las telecomunicaciones?

Hoy tenemos en el entorno de los 850.000 clientes, estamos enfocados al mundo corporativo y ofrecemos lo que las empresas quieren. También buscamos diversificarnos hacia otros productos, porque la telefonía móvil para hablar ya está relegada a un segundo plano porque el teléfono se utiliza para otras cosas, y estamos buscando nuestro lugar ahí con el concepto de que Claro es internet y es lo que la gente hoy necesita.

La compañía presenta productos en áreas diversas como Claro Musica, Claro Video, Claro TV, la telefonía y lo corporativo. ¿Hay una apuesta a la diversificación?

Sí, pero es diversificación con un fin común. Tanto Claro Música como Claro Video están basados en el internet; nuestro programa de puntos Claro Club genera los beneficios por lo que se consume de datos. La compañía se va adaptando a los cambios que va teniendo el mercado. Al principio la prioridad eran las llamadas, ahora ya no lo son y nos vamos adaptando a ese nuevo mundo y a todo lo que vendrá.

En el caso de la telefonía se enfrentan nada menos que a una empresa estatal con el poderío que tiene Antel, además de Movistar que es otra empresa internacional importante en el rubro. ¿Cuál es la receta para competirles?

Mejorar contantemente la calidad del servicio. Estamos continuamente optimizando la atención y escuchando lo que los clientes quieren para darles lo que necesitan. Nuestro diferencial sale de preguntarle a la gente y darles lo que necesitan, que hoy en día es internet. Un ejemplo es el caso de Claro Música, donde vimos que la mitad de lo que escuchan es música uruguaya y priorizamos ese contenido.

Por las publicidades da la impresión de que apuntan a un público joven. ¿Es así?

La música nos acercó al público joven. Cuando lanzamos Claro Música lo hicimos con lo que terminó siendo un éxito regional: Rombai y Marama. Pero no solamente nos dirigimos a ese público. De hecho, Claro Empresas que es lo que patrocinamos en el evento de Endeavor y no necesariamente es para los jóvenes. Pero ellos son los que más entienden el concepto de internet y de los contenidos a través de este medio, por eso arrancamos por ahí.

Hubo un cambio de rumbo con respecto a Claro TV ya que el Poder Ejecutivo quebró una lanza a favor de la compañía y la justicia falló a favor de la empresa. ¿En qué instancia se encuentran ahora?

Nosotros pedimos un amparo para el cumplimiento de una resolución del TCA. El fallo del amparo fue muy bueno en el contenido y ahora vamos a esperar que la Ursec y el MIEM acaten lo que dice el fallo. Hasta que eso no suceda tenemos decodificadores en la Aduana que no los podemos sacar y no podemos continuar brindando el servicio. Tenemos todo para hacerlo, menos los equipos.

¿Cuántos decodificadores están allí?

Hay unos 500, y además hay 100 servicios que ya están funcionando.

En el caso de que se acate el fallo del juez Ohanian e ingresen esos 500 equipos, ¿se intensificará la apuesta a este servicio?

No tenemos todavía el plan de negocios de Claro TV desarrollado. Sí es un producto que nos interesaría vender, pero no hay que poner el carro delante de los caballos…

Viéndolo a escala, ¿cómo es la rentabilidad de Claro Uruguay en comparación con la de otros países de la región?

Son muy dispares. En algunos ya somos líderes del mercado y está consolidada la operación, y acá estamos en crecimiento. La rentabilidad es aceptable y está dentro de los márgenes que el grupo maneja.

No es muy habitual que haya mujeres en puestos gerenciales. ¿Se percibe desigualdad en esos roles?

Yo hice carrera interna dentro de la compañía y soy madre de dos hijos, Santiago (7) y Lucía (4). Dentro del cargo de gerencia de Finanzas tuve que ausentarme por los dos embarazos y eso fue muy sacrificado para mí porque en ese momento la ley no era la que está ahora.

Creo que las mujeres hacemos un sacrificio bastante importante, pero tenemos mucho más para aportar. Las mujeres en estos cargos aportan mucho porque aprenden a hacer varias cosas al mismo tiempo. Son importantísimos los hombres en el equipo, pero el mix de hombres y mujeres es fundamental. Cuando yo arranqué en la dirección de Claro había muy poquitas mujeres y el puesto que quedó lo ocupamos con otra mujer como para empezar a hacer ese equilibrio.

Hoy en la plantilla de Claro existen áreas en las que hay más hombres porque son más técnicas y en la Facultad de Ingeniería hay más hombres que mujeres, pero si tengo que hacer un resumen de la plantilla diría que son mitad hombres y mitad mujeres. Pero por ejemplo en los centros de atención hay muchas más mujeres, y muchas de ellas son jefas.

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En el marco de un evento de OMEU usted comentaba que se hacía su lugar en la agenda, por ejemplo, para poder ir a buscar a sus hijos al colegio. ¿Es una política de la empresa?

La empresa tiene políticas que después fueron ley, como la de maternidad, de ir reincorporándose de a poco a la actividad.

A mí me pasa que es más la calidad que la cantidad de tiempo que le dedico al trabajo. En el evento de OMEU contaba que tengo bloqueada la agenda dos veces a la semana, de 15 a 16 horas, por si mi marido o mi madre no pueden ir a buscarlos. En ese caso voy, los dejo y luego vuelvo para la empresa. Muchas veces me pasa también que luego de las 18 horas paso tiempo con ellos y después que se duermen prendo la máquina y sigo trabajando desde casa. Lo importante es la calidad y no la cantidad; puedo pasarme acá 10 horas y no producir nada y estar una hora en mi casa y producir mucho más.

Mi familia está primero y los trato de priorizar. Estoy disponible las 24 horas del día en mi teléfono y en la computadora, pero si los tengo que llevar al médico los llevo, y lo mismo pretendo que hagan los demás. Si nosotros le decimos a una persona que no vaya al acto de fin de año de su hijo y se queda frustrado dentro de la compañía es mucho peor que decirle que sí, que vaya y después quede agradecido de que pudo hacer ese equilibrio.

También tenemos otras actividades que integran a la familia. En este contexto, hace poco contratamos a un chef y los padres cocinamos galletitas con nuestros hijos, y eso se hizo en horario laboral. Me parece muy importante ese vínculo con la familia y que ellos entiendan que todos son parte de esto.

Decía antes que no le tocó la mejor ley de maternidad. ¿Cómo fue y cómo es hoy en día compatibilizar los dos roles?

Yo tengo la suerte de que en mi casa las cosas se dividen “50 y 50” con mi marido. Desde que estaba embarazada iba conmigo a las consultas médicas porque yo cargaba al bebé, pero sabíamos que era de los dos, y así es con todo.

De 19 a 21 hago intensivo de madre; esas dos horas son totalmente dedicadas a ellos y si tengo que hacer algo más de trabajo o ir a un evento, se hace después de las 21 horas.

Hace poco Claro selló un acuerdo con Endeavor. ¿Cómo ve el emprendedurismo a nivel local?

Yo creo que nosotros tenemos muy buenos recursos, lo que falta es el empujoncito para decirles que sí se puede. Mi ejemplo es que hice carrera interna dentro de la compañía y se puede hacer, no tiene que ser siempre un director de México o de Argentina. Obviamente que hay que dedicarle tiempo, pero sí se puede.

¿Qué tuvo que sacrificar?

Le dediqué muchas horas.

¿Hoy en día qué es lo que más disfruta de esta posición?

Yo vengo del área financiera contable y es un poco más aburrida, en cambio esta posición es más entretenida porque se ve toda la compañía. Yo tuve que aprender a entender a la compañía bajo un mismo paraguas y hay que hacer que todas las cosas fluyan. Fomentar el trabajo en equipo, como en el handball, es vital porque aunque los jugadores sean buenos, individualmente no hacen nada; lo importante es el equipo. Además, es una compañía de gente joven, eso también es importante; el promedio de edad está en el entorno de los 35 años, no mucho más.


Su esencia

Rudolph estudió en escuela, liceo y universidad pública, y su deseo pendiente es trabajar en alguno de los tres ámbitos, quizás apoyando a emprendedores y a otras mujeres para estimularlas a lograr el éxito en su área. “Hay que creer en uno; yo siempre creí que a mí me iba a ir bien y me fue bien”, señaló Rudolph que tiene como una de sus características la organización para poder estudiar, trabajar y jugar al handball, su pasión. “No soy modelo a copiar y tengo mucho para mejorar, pero quizás si cuento lo que fui viviendo y algunos tips se pueda ayudar a mejorar”, apuntó.

La maternidad y las responsabilidades gerenciales no la sacaron de las canchas. Recientemente Verónica Rudolph volvió a jugar al handball, ahora en el equipo de ‘mami handball’ del colegio al que envía a sus hijos. Confiesa que no se pierde ningún partido y que intenta ir a todas las prácticas: “Me encanta ver las caras de mis hijos cuando me voy a un partido o a una práctica, que sepan que no es algo solo para niños y siempre quieren verme jugar”, contó la ejecutiva de Claro a Crónicas Mujer.

Agradecida a su familia, no duda al afirmar que, en caso de poder tomar un café con cualquier personaje de la historia, elige hacerlo con sus padres.