El presidente del Banco Central, Mario Bergara, señaló que se confía en que “la economía seguirá creciendo”, lo cual ayudará a la problemática fiscal. Además, opinó que las pautas presentadas por el gobierno frente al Consejo de Salarios “dan flexibilidad”
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
En el marco del primer almuerzo del año de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), Bergara disertó sobre “Estabilidad y crecimiento a pesar de las turbulencias globales”. Estas turbulencias, en su opinión, se deben a la “alta volatilidad” en terreno político, financiero y económico.
Sobre el terreno político, advirtió “todos los días hay novedades que exacerban incertidumbre”, lo cual genera expectativas a futuro confusas. Por otro lado, se refirió a la volatilidad del dólar, la cual hace que sea “muy difícil generar expectativas consistentes”, y reafirmó su postura de que Uruguay debe ser contracíclico al atender este fenómeno.
Puede y debe mejorar
El presidente del BCU se refirió al crecimiento “saludable” de Uruguay en los últimos tiempos. Sin embargo, reconoció la existencia de tres desafíos “innegables” que “el propio gobierno ha enfatizado con preocupación, pero sin dramatismo, con la necesidad de corregir para consolidar más el contexto de estabilidad y crecimiento”.
El primero de estos desafíos es el marco fiscal “ordenado”, pero pautado por una necesidad de “adecuación de reducir el déficit fiscal”. Destacó así que “no estamos solos”, comparando esta preocupación con otros países de la región: “si nos comparamos con el déficit fiscal de Venezuela, Brasil, Argentina, somos Gardel. Pero eso no es lo relevante. Lo relevante es que nosotros no estamos lejos en materia de situación fiscal de lo que está hoy Chile, Colombia o Perú”, ejemplificó el jerarca.
Como segundo punto, refirió a la problemática relación entre crecimiento económico y empleos, ya que el primero no está arrastrando al segundo. Calificó a esta situación como “una preocupación genuina”, y comentó sobre dos elementos en particular. “Primero, que las variables del precio nunca operan con retraso con respecto al crecimiento económico (…) pero, además, está el tema tecnológico”. Sobre el último, explicó que el impacto de los procesos tecnológicos que se avecinan – tales como automatización, robótica e inteligencia artificial – “pueden estar generando crecimiento económico sin que eso arrastre el empleo”.
Por último, profundizó sobre la necesidad de reactivar el proceso inversor y la preocupación que genera. No obstante, recalcó que el gobierno se para “desde una situación de serenidad, sin dramatismo”.
“Entonces tenemos un panorama de crecimiento, con desafíos bien definidos y expresados de manera transparente en materia fiscal, en materia de empleo y en materia de inversión”, concluyó.
¿Y el dólar?
Bergara también puso foco en la situación actual de la moneda internacional. A priori, sin embargo, decidió repasar el debate sobre el atraso cambiario. En este sentido, sostuvo que “competitividad y rentabilidad no son la misma cosa”, y que por ende “es relevante el diagnóstico porque condiciona las líneas de acción”. Así, analizó ambos problemas por separado: “si lo que predomina es el desalineamiento cambiario, la línea de acción es adecuar la política monetaria y cambiaria; pero si lo que predominan son problemas de rentabilidad, lo que hay que hacer es procurar mayor productividad y una reducción de costos, sobre todo los domésticos”, afirmó.
Partiendo sobre esta base, elaboró dos hipótesis para explicar qué explica la evolución del dólar (ver tabla).
Hipótesis 1 | Hipótesis 2 | |
Factor determinante |
El BCU ofrece altas tasas en sus títulos |
Las expectativas globales sobre el dólar |
Consecuencias sobre los mercados y las decisiones |
Atracción de flujos de capitales, desdolarización de portfolios y presiones al desalineamiento cambiario | Los flujos de capitales varían según ellas, el BCU debe intervenir en el mercado y también emite o rescata títulos para evitar efectos inflacionarios |
Líneas de acción | El BCU no debería emitir títulos | Absorber volatilidad y presiones excesivas |
En función de esto, concluye que la situación que verdaderamente tiene lugar es la hipótesis 2. “Las expectativas globales sobre el dólar han condicionado los flujos de capital y los cambios de portafolio, y por tanto el tipo de cambio en Uruguay ha acompañado al valor del dólar y sus expectativas en el terreno internacional”, argumentó. Agregó también que las intervenciones realizadas por el organismo que él preside “dan estabilidad”.
Preguntame otra
Diversas preguntas surgieron en la ronda posterior a la disertación del invitado principal. Una de ellas, por ejemplo, refería al tema del alto déficit fiscal, y por cuánto tiempo podría ser sostenido sin la aplicación de medidas relevantes. A esto, Bergara respondió que el objetivo del gobierno de disminuir el déficit a 2,5% es “ambicioso”, pero al que ayudarán la próxima Rendición de Cuentas y el crecimiento de la economía. Asimismo, la reducción de la deuda neta – “en un 75% desde 2004 a hoy, que está en un 31%” – le da “un poco de holgura”; “por un ratito podemos tener un poco de mayor gasto, e incluso aumentar un poco el nivel de deuda, con límites”.
Además, se le cuestionó sobre el próximo Consejo de Salarios. Más importante, si está de acuerdo en asociar crecimiento salarial con crecimiento del PIB; Bergara afirmó que no necesariamente todos los sectores crezcan al mismo ritmo de la economía. “Por lo tanto, cada sector es un mundo, y las pautas del gobierno dan esa flexibilidad, la de que trabajadores y empleadores primero definan en qué bloque de qué tipo de empresa están (…) O sea, yo creo que por la forma en que el Poder Ejecutivo ha formulado sus pautas ya se toma en cuenta el hecho de si se está en un sector más o menos dinámico, y eso condiciona las pautas mismas y las formas de negociación salariales entre trabajadores y negociadores”, finalizó.