Actividad económica: -1,7% en Argentina, +1,1 en Brasil y en duda para Uruguay, pero con buenos pronósticos

Monitor de Coyuntura de la Universidad Católica

Según la publicación número 178 del Monitor de Coyuntura que realiza el Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica (UCU), a cargo del economista Javier de Haedo, Uruguay podría registrar un crecimiento positivo en su actividad económica correspondiente al segundo trimestre, considerando que se augura que el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central (BCU) -a publicarse este viernes- arroje una cifra “en torno al 2%”.

El crecimiento, en parte, estaría sustentado en que “la gran mayoría de los indicadores indirectos y sectoriales de actividad”, como “el comercio exterior, la recaudación de impuestos, el empleo e ingreso de los hogares, la confianza del consumidor y las expectativas empresariales”, tuvieron variaciones positivas en lo interanual, reflejando un mejor desempeño de la actividad económica en 2024, y al mismo tiempo “avalan las expectativas”.

Advierten, sin embargo, un desempeño negativo en el indicador de turismo receptivo, “con un pobre crecimiento interanual de 4,0% y emisivo, con un desplome de 36% por el encarecimiento argentino”.

Según el reporte semanal, la variación del PIB con relación al primer trimestre en términos desestacionalizados que miden los índices IBC-Br del BCB en el caso de Brasil y el EMAE del Indec en Argentina, habría sido del +1,1% y -1,7%, respectivamente. Las series “tienen base 100 en febrero de 2020”, antes de la pandemia, y se observa que el crecimiento económico con relación a esa referencia ha sido “más bien escaso”, posicionándose en torno a 105 en el caso de nuestro país, cercano a 110 en el caso de Brasil y muy cercano, pero en contracción, respecto a la propia cifra de referencia -100- en Argentina.

En este sentido, la gráfica refleja una tendencia alcista posterior a la pandemia para Brasil, alejándose lentamente de la cifra de referencia. Argentina, por su parte, muestra una desaceleración que se reflejó en la última medición, mientras que Uruguay fluctúa sin alejarse demasiado de la cifra referencial.

Con datos a mayo, “la variación desestacionalizada para el último trimestre (marzo-mayo) versus el inmediato anterior (diciembre-febrero) fue de +0,6%”, pero de 2,0% si se compara el bimestre abril-mayo con el primer trimestre. “Mientras tanto, la variación interanual entre los trimestres marzo-mayo de 2023 y 2024 alcanza a +2,4%”, consignó a su vez el informe, lo que refleja una aceleración en la actividad económica tanto entre trimestres como comparando respecto al año pasado.

En lo que respecta a los pronósticos del sector, en el caso de Argentina la encuesta que se publicó a comienzos de este mes arrojó una proyección del -3,7%, mientras que en Brasil se publicó el lunes de esta semana y proyectó un crecimiento del 2,4%.

En Uruguay, por otro lado, las expectativas que recoge el BCU registraron “una mediana de 3,15% para la variación interanual entre los segundos trimestres” y a su vez el mes pasado se auguraba también un crecimiento del 3,3%. Desde el Monitor detallan que la mediana de las respuestas de economistas e instituciones que releva el BCU “resulta más optimista que la del MEF que, en la última Rendición de Cuentas, al 30 de junio, estimó el crecimiento de este año en 3,0%”.