Tras nueve tasas mensuales con resultados positivos, el indicador adelantado de actividad que elabora el Centro de Estudios para la Realidad Económica y Social (Ceres) se mantuvo sin cambios el mes pasado. De todas formas, se advierte que este dato no permite anticipar un cambio de tendencia sobre el nivel de actividad, para lo cual habrá que esperar las próximas mediciones.
El Índice Líder de Ceres (ILC) se mantuvo estable en julio (0,0%), un registro neutro luego de nueve tasas positivas consecutivas. De acuerdo al informe publicado, “este resultado no permite anticipar un cambio de tendencia en la actividad económica para el tercer trimestre”, por lo cual “es necesario esperar las próximas mediciones”.
Según se explica, el ILC es un indicador adelantado del nivel de actividad, que se utiliza para predecir cambios en el ciclo económico, pero no permite realizar proyecciones cuantitativas sobre los niveles de la actividad económica, sino que está diseñado para dar señales sobre el signo de la evolución de actividad económica general.
Por su parte, el índice de difusión del indicador, que mide la proporción de los componentes del índice que crecieron en el mes, se ubicó en 55% en julio, lo que muestra que más de la mitad de las variables que lo componen crecieron.
Entre el cúmulo de datos que analiza el ILC, el informe de Ceres detalla que los resultados del consumo interno muestran signos de mejora, al tiempo que las importaciones bajaron dado el ajuste de precios en Argentina, que aplacó el flujo de compradores uruguayos hacia la otra orilla. Por su parte, se destaca que la masa salarial real creció de forma significativa respecto a un año atrás, pero el ingreso medio real de los hogares lo hizo con una intensidad menor, lo que indica un estancamiento en las utilidades y rentas de propietarios y comerciantes uruguayos. En cuanto a las exportaciones, muestran una recuperación respecto a 2023, lo que se explica por la normalización de las lluvias tras un 2023 marcado por la sequía —que afectó principalmente a la soja— y la puesta en marcha de la segunda planta de celulosa de UPM.
Ajustes a la baja
Sin embargo, el agro enfrenta, en general, precios internacionales mediocres en función de los costos de producir. Además, se advierte que los márgenes de ganancia en la actividad agropecuaria tampoco se ven favorecidos por la situación del tipo de cambio real, que se encuentra en niveles históricamente bajos. No obstante, Ceres menciona que en los últimos meses la suba en la cotización nominal del dólar “oxigena ligeramente la relación de intercambio con los principales socios comerciales de Uruguay, a lo que se suma que la brecha cambiaria con Argentina mejoró sustancialmente en el correr del año”.
El informe explica que, si bien el ajuste en Argentina ayuda a normalizar el comercio bilateral, también tiene impactos negativos en Uruguay. El escenario recesivo del país vecino condiciona la llegada de turistas y sus compras en Uruguay, al tiempo que el turismo emisivo se mantuvo firme hacia destinos extranjeros.
Otras dificultades enfrentadas por la economía doméstica fueron la cantidad inusual de lluvias que –aunque sin alcanzar las consecuencias destructivas de la sequía– obligaron a moderar las expectativas de la cosecha de verano, en especial la soja. Asimismo, la producción de la refinería de Ancap y de las tres pasteras operativas en el país se vieron interrumpidas por paradas rutinarias de mantenimiento. “Sin observarse un dinamismo marcado en la economía nacional, las expectativas de crecimiento del año se revisaron a la baja, y el ILC arrojó su primer dato no positivo en 2024”, concluye Ceres.
Un paso adelante
Entre los indicadores adelantados relevados por Ceres, se destacan el crecimiento de 32% de las solicitudes de exportación en julio en relación con un año atrás, lo que se debió fundamentalmente a la incidencia de la soja, que pasó de US$ 29 millones a US$ 77 millones.
El segundo producto de mayor incidencia en el mes fue la celulosa, con un incremento interanual de 31%, siendo este el principal producto exportado en el primer semestre del año.
Por su parte, la construcción cayó en el primer trimestre, pero mantiene el dinamismo en obras viales y líneas de energía. La recaudación en DGI por IVA (impuesto claramente vinculado al consumo) en términos reales cayó en junio respecto a mayo, pero creció interanual. El consumo de energía eléctrica fue superior en el sector residencias e industrias en mayo respecto a abril, mientras que las ventas de gasoil y de nafta fueron inferiores en junio respecto a un año atrás.
Por otra parte, los créditos otorgados a las familias crecieron, pero a las empresas cayeron en junio respecto a mayo.
Por último, el movimiento de ómnibus en la terminal de Tres Cruces fue menor en julio respecto a junio e interanual, y la venta de boletos en Montevideo y zona metropolitana se redujo en iguales comparaciones.