Aunque el precio de los combustibles se mantuvo, las tarifas de UTE, OSE y Antel registrarán desde abril un aumento aproximado al 10%, mientras que también se recortará el beneficio de devolución del IVA. Desde el oficialismo se sostiene que los aumentos están por debajo del encarecimiento previsto de los costos de las empresas, mientras que la oposición critica el aumento.
Los roles se invirtieron con el cambio de Gobierno y con ello los reacciones ante el reciente ajuste de tarifas realizado por la nueva administración. “Adecuación tarifaria” le llaman desde el nuevo oficialismo multicolor. “Tarifazo” o “Lacallazo” se acusa desde tiendas frenteamplistas.
No es la primera vez que se utilizan nombres lindos para comunicar una suba de impuestos. Ahora las nuevas autoridades de gobiernos lo llaman “adecuación”, mientras que en su momento el por entonces ministro de Economía, Danilo Astori, había realizado un plan de “consolidación fiscal” para no usar la tan mal vista palabra “ajuste”.
Pero más allá del nombre o el calificativo que le acompañe, lo cierto es que el nuevo gobierno decidió elevar las tarifas públicas de UTE, OSE y Antel, mientras que se mantendrán sin cambios los precios de los combustibles, según anunció en una conferencia de prensa en la que participó el propio presidente Luis Lacalle Pou, acompañado por la ministra de Economía Azucena Arbeleche, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) Isaac Alfie y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.
El gobierno también anunció que se recortará de 4 a 2 puntos el descuento del IVA para compras con tarjetas de débito y de 9 a 5 puntos el descuento para las tarjetas de crédito en los restaurantes.
Los aumentos de tarifas están por encima de la inflación registrada aunque la ministra Arbeleche manifestó que estuvieron “por debajo de la evolución de costos para cada una de las empresas”.
En concreto, las tarifas de OSE serán las de mayor suba con un aumento de 10,7%, UTE las subirá 10,5% y Antel un 9,78%. Los nuevos valores de las tarifas públicas entrarán en vigencia a partir del próximo primero de abril.
La ministra de Economía aseguró que el aumento tiene «el objetivo de reactivar la economía” y así “generar mayores puestos de trabajo».
El presidente Lacalle señaló que este aumento de tarifas se hace para «cumplir con compromisos electorales», y criticó al Frente Amplio por no realizar los ajustes en el mes de enero, como venía sucediendo todos los años. Destacó que para fijar los nuevos valores hubo un «muy arduo” trabajo del equipo económico del nuevo gobierno.
Desde el Frente Amplio, se critica que Lacalle incumplió su promesa de campaña de bajar los costos de las tarifas públicas, como había asegurado durante la contienda electoral.
Lacalle también insistió en que la “adecuación” se mantuvo “por debajo de los costos”. “Al ser por debajo de los costos queda claro que no lo vamos a utilizar como forma de tapar el agujero que generaba el gobierno con su malgasto excesivo», subrayó.
La decisión de no incrementar el precio de los combustibles se debió a que «en estos días, con la baja muy grande en los precios del petróleo, nuestro equipo económico trabajó fuertemente para conseguir buen combustible a buen precio para el segundo semestre del año», según explicó el mandatario. Explicó que Ancap ya había comprado petróleo para el primer semestre del año antes de que se registrara el descenso del precio. “El trabajo de estos días en la compra del mercado futuro que nos permitió comprar para los próximos seis meses puede llegar a resultar en que la adecuación en el precio sea bastante menor a la que planificábamos», sostuvo Lacalle, quien se mostró “optimista” de generar una buena compra. “Preferimos no adelantar cuál va a ser la adecuación en el precio de los combustibles», expresó.
También se informó que continuarán «algunos beneficios en lo que hace al combustible y electricidad para determinados sectores productivos».