América Latina tendrá la mayor contracción económica de su historia por la pandemia

Alicia Bárcena > “Hay que prepararse para el mundo post Covid-19”

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La crisis generada por el virus Covid-19 provocará cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el actual modelo de globalización, según estimó la Cepal, que prevé una contracción del conjunto de la región de 5,3%. “Los efectos del Covid-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”, señaló la Secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena.

La pandemia del coronavirus Covid-19 está golpeando con dureza a las ya débiles economías de América Latina y el Caribe a través de factores externos e internos cuyo efecto conjunto conducirá a la peor contracción de su historia, incluso peor a las enfrentadas en 1914 y 1930. De acuerdo a las últimas estimaciones del organismo, se prevé una contracción promedio de 5,3% para 2020, tan solo comparables a los desplomes de la actividad de la Gran Depresión de 1930 (-5%) o el de 1914 (-4,9%).

“Dimensionar los efectos del Covid-19 para pensar en la reactivación”, fue el nombre de este informe especial elaborado por la Cepal y que fue presentado el martes 21, por su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, a través de una conferencia virtual.

Pero no todo es culpa del Covid-19. Entre 2014 y 2019 América Latina y Caribe registraban un pobre crecimiento promedio de 0,4% al año. Ahora la caída será profunda esperando una contracción de 5,3%, la peor de toda su historia.

De acuerdo con el informe, la crisis producto del virus se ha transmitido a la región a través de cinco canales: una reducción del comercio internacional, la caída de los precios de los productos primarios, la intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales, una menor demanda de servicios turísticos y una reducción de las remesas.

“Los efectos del Covid-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”, señaló Bárcena.

Si bien destacó que los Gobiernos han adoptado “medidas importantes”, estimó que estas deben ser reforzadas mediante la ampliación del espacio fiscal. “Es urgente acceder a recursos financieros con base en un apoyo flexible de los organismos financieros multilaterales, acompañado de líneas de crédito a bajo costo, alivios del servicio de la deuda y eventuales condonaciones. Además, se requiere repensar el modelo de inserción de la región y las alternativas de reactivación a la luz de los cambios estructurales que ocurrirán en la globalización y el mundo post Covid-19”, sostuvo.

A los golpes

Al observar las proyecciones en detalle, la Cepal prevé que América del Sur se contraiga 5,2% debido a que varios países de esta zona se verán muy afectados por la caída de la actividad de China, que es un importante mercado para sus exportaciones. En tanto, en América Central la caída sería de 2,3%, afectada por la caída en el turismo y la reducción de la actividad de Estados Unidos, su principal socio comercial y fuente de remesas. La región del Caribe se contraería 2,5%, debido a la reducción de la demanda de servicios turísticos.

La interrupción de las cadenas de valor producida por la pandemia impactará con mayor intensidad en las economías brasileña y mexicana, que poseen los sectores manufactureros más grandes de la región.

En tanto, el valor de las exportaciones de la región caería cerca de 15%. Los mayores impactos se darían en los países de América del Sur, que se especializan en la exportación de bienes primarios y, por lo tanto, son más vulnerables a la disminución de sus precios

Deterioro social

El organismo también espera un importante deterioro de los indicadores laborales en 2020. La tasa de desempleo se ubicaría en torno a 11,5%, un aumento de 3,4 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019 (8,1%). Ello implicaría que la región tendría 37,7 millones de desocupados. Además, la elevada participación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la creación del empleo (más del 50% del empleo formal) aumenta los impactos negativos, pues este sector ha sido duramente afectado por la crisis, mientras que la desigualdad de género se acentuará con medidas como el cierre de las escuelas, el aislamiento social y el aumento de personas enfermas, pues aumentará la sobrecarga de trabajo no remunerado de las mujeres.

Todo este escenario repercutirá en una caída de los ingresos de los hogares y su posibilidad de contar con recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas. En ese sentido, la pobreza en la región aumentaría 4,4 puntos porcentuales llegando en 2020 al 34,7%. Se trata de un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza.

Por su parte, la pobreza extrema crecería en 2,5 puntos porcentuales pasando de 11,0% a 13,5%, lo que representa un incremento de 16 millones de personas.

Cambios estructurales

La crisis productiva traerá cambios que persistirán más allá de la pandemia sanitaria. De acuerdo a la Cepal, se necesitará mayor resiliencia en las redes de producción diversificando proveedores en términos de países y empresas, privilegiando ubicaciones más cercanas a los mercados finales de consumo y relocalizando procesos productivos y tecnológicos estratégicos. Las empresas ya están adecuando su funcionamiento interno a las medidas de distanciamiento social, acelerando la tendencia a la automatización y digitalización, y se aprecia una agudización en la fragilidad del multilateralismo.

La Cepal interpreta que no se revertirá la globalización, pero sí habrá una economía mundial más regionalizada en torno a tres polos: Europa, América del Norte y Asia oriental.

“Hay que prepararse para el mundo post Covid-19. Debemos pensar el futuro de la región en la nueva geografía económica ante la elevada dependencia de manufacturas importadas”, indicó Bárcena. Agregó que se requieren políticas industriales que permitan a la región fortalecer sus capacidades productivas y generar nuevas capacidades en sectores estratégicos.

En ese sentido, la Secretaria Ejecutiva de Cepal hizo un llamado a lograr una “mayor integración” productiva, comercial y tecnológica.


Uruguay tendría caída del PIB del 4%

De acuerdo a las estimaciones de Cepal, la economía uruguaya registraría una contracción de 4% este año, lo que implica una caída algo mayor a la esperada por otros organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que vaticinaban bajas del PIB de 2,7% y 3%, respectivamente.

No obstante, en línea con los otros organismos, se espera que la contracción de la actividad local esté a mitad de tabla entre los países sudamericanos.

La economía paraguaya sería la de menor caída del PIB con una baja del 1,5%, seguida por la de Colombia y Bolivia, con contracción de 2,6% y 3%, respectivamente. Además de Uruguay, se espera una caída de 4% en el PIB de Chile y Perú, mientras que para Brasil se proyecta una merma de su actividad del 5,2% este año. Argentina y Ecuador, tendrían una caída del 6,5% de su PIB en cada caso.

Por último, Venezuela registraría un nuevo desplome de su actividad este año registrando una fuerte caída de 18%.