Expertos de CPA Ferrer se sorprendieron por las proyecciones realizadas por el FMI ya que para que se cumplan, deberían darse dos caídas consecutivas de 0,4% del PIB en los últimos trimestres del 2016. Además aseguran que el gobierno llevó adelante un “ajuste silencioso” mediante la contracción de la inversión pública, que junto a los mejores resultados en las empresas públicas, colaboraron a reducir el déficit.
Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez
“Si sacamos los efectos climáticos que llevaron a un crecimiento de la economía mediante el crecimiento del sector de energía, gas y agua, la caída del PIB en el segundo trimestre del año fue del 0,2%”, aseguró el economista Alfonso Capurro de CPA Ferrere, en su exposición “Perspectivas para el dólar: entre la ´normalización´ monetaria en Estados Unidos y el estancamiento en Uruguay”, realizada el miércoles ante clientes de la consultora.
A su vez, el socio de CPA Ferrere, resaltó que existen cuatro áreas de la economía que se encuentran en recesión, entre ellas la construcción que se destaca como la más afectada. “Lo que está pasando es que los sectores transables fueron los que sufrieron primero”, sostuvo.
Analizando los datos del consumo, indicó que llevaba tres trimestres consecutivos de caída hasta el primer trimestre del 2016, y que en el segundo tuvo cierto crecimiento. “Esto se da por el aumento en la venta de los 0 km y en parte por el efecto de la frontera con Argentina”, explicó Capurro. A su vez, enfatizó que la venta de 0 km, incentivada por la depreciación del dólar, volvió a aumentar en agosto. “El comportamiento que está teniendo el dólar ayuda por el lado del consumo, pero complica la situación para algunos sectores transables”, explicó.
Las nuevas estimaciones de crecimiento de CPA Ferrer se ubican en un incremento del 0,6% para el 2016 y 0,9% para el 2017.
Capurro presentó las correcciones para el 2016 y el 2017 en términos de crecimiento de la economía. Las nuevas estimaciones de crecimiento de CPA Ferrer se ubican en un incremento del 0,6% para el 2016 y 0,9% para el 2017. “Esto hace pensar que es una proyección con un riesgo implícito que está supeditado a lo que suceda en Argentina y Brasil, lo que puede afectar la proyección del año que viene, corregimos pensando que la situación actual es la mejor posible”.
Si bien en proyecciones anteriores de algunas consultoras estimaban que había una posibilidad de caer en recesión, el último dato del PIB “nos alejan un poco de este escenario, aunque sigamos hablamos de tasas de crecimiento todavía muy moderadas respecto a lo que fue la última década”. En esta línea, Capurro sostuvo que “llama la atención esta proyección que divulga el FMI (ver nota página 16), porque para tener el crecimiento que estima el FMI tendría que haber una caída del PIB de 0,4% en cada uno de los dos trimestres que restan”, situación que a criterio del economista es muy poco probable.
El déficit afloja
Según los últimos datos divulgados por el BCU, el déficit fiscal se ubicó en 3,3% en la última medición. Esto hace que “Uruguay ya está logrando una reversión importante en lo fiscal pese a que el ajuste no entró en vigor. En realidad ese ajuste empieza a regir en enero de 2017. El resultado primario mejoró casi un punto del producto en un año”, sostuvo Capurro. “Cuando uno mira la descomposición encuentra dos efectos, los resultados de las empresas públicas y las inversiones”.
El resultado primario mejoró casi un punto del producto en un año”, sostuvo Capurro. “Cuando uno mira la descomposición encuentra dos efectos, los resultados de las empresas públicas y las inversiones”.
“Uruguay hizo un ajuste a la baja de las inversiones en los últimos años, lo que es claro es que hay un castigo importante a la inversión pública. Hasta tanto no se aprobara el ajuste fiscal era necesario hacer un ajuste a corto plazo”, sostuvo Capurro, quien calificó esta maniobra como un ajuste en cubierto, visto que la inversión pública “tuvo un tirón a la baja del 12%” lo que incidió a la baja de 0,6 puntos porcentuales. “Es un ajuste fiscal silencioso que terminó en mejorar un punto el déficit fiscal”, sostuvo. “Si no se hubiera hecho nada de esto estaríamos con un déficit del 4,5% y esto hubiera comprometido el grado inversor”, agregó.
Algunas señales desde el exterior
Santiago Rego, por su parte, presentó la situación y las expectativas a nivel internacional: “La recuperación económica en los países desarrollados que sufrieron la crisis es más lenta de lo previsto, al igual que la recuperación en las economías emergentes”.
Hoy, el mundo está creciendo menos de lo que lo hizo durante la década del 90, de hecho, durante la última década del siglo XX, el comercio crecía al doble de lo que crecía el PIB mundial, mientras hoy crece más lento que la economía.
Rego sostuvo que el debilitamiento del dólar representa un respiro para las economías emergentes, “nos da un poco más de aire”, poniéndole un piso a los precios de los commodities. Incluso, valoró que si el dólar se debilita, es esperable que el precio de los commodities se incremente. “No estamos esperando un piso como el que hubo luego de la crisis del 2008”, sostuvo Rego. De todas maneras, el precio de los commodities todavía depende de otros factores como el nivel de oferta, las condiciones climáticas, o los acuerdos geopolíticos que se puedan dar en organizaciones como la OPEP, que está estudiando poner un coto a la oferta mundial del crudo.
En relación a uno de los commodities que más problemas ha tenido últimamente, como los lácteos, Rego aseguró que se está viendo una fuerte tendencia al alza de los precios vinculada a la baja de la producción en Europa y China. Para la soja, el efecto es el contrario y se debe a factores que escapan al valor del dólar. “Vimos una reducción del precio vinculado a una cosecha inesperada en EE.UU., y esto en Uruguay no es una buena noticia”, resaltó.
Sobre el precio de la carne, se mantiene estable “en parte porque hay más demanda de los mercados asiáticos, y porque China se desacelera a menor ritmo. Pero al mismo tiempo hay más competidores, entre ellos Brasil y Argentina que aumentaron la oferta”.
Brasil y Argentina
A nivel regional, Rego sostuvo que la caída del PIB en Brasil, finalmente está siendo menor de lo que se esperaba, aunque la situación de ese país está lejos de corregirse.
A pesar de que el gobierno de Brasil tiene un voto de confianza de los mercados, Rego aseguró que deberá ajustar la política económica. Si esto no se concreta “podremos ver más volatilidad”, agregó.
Brasil deberá ajustar la política económica. Si esto no se concreta “podremos ver más volatilidad”
De acuerdo a las expectativas de crecimiento y de corrección del tipo de cambio, Rego estimó que Brasil podría llegar a recuperar su situación precrisis recién para 2020. “Eso es importante para entender lo que va a ocurrir sobre Uruguay, y también importante para saber qué va a pasar con Argentina. La recuperación de Brasil va a ocurrir en la línea de lo que suceda en lo político”, agregó.
Mirando a la vecina orilla, Rego sostuvo que Argentina para retomar el crecimiento tenía que hacer un ajuste que iba a ser recesivo. En este momento, la esperanza de los argentinos está puesta en la inversión para retomar el crecimiento, sin embargo el principal componente que pesa hoy sobre el PIB argentino es, justamente, la inversión. “La inversión no está acompañando la recuperación que se esperaba para Argentina. Se tenía una expectativa sobre un segundo semestre mejor, pero lo cierto es que a la luz de los datos, ahora se debe esperar a un cuarto trimestre con mejoras”. Finalmente sostuvo que si Argentina logra consolidar un crecimiento del 3,5% para el 2017, serán buenas noticias para Uruguay, porque tendría repercusión en el sector turístico nacional. “Además estamos viendo que ahora los argentinos vienen a hacer turismo de compras a Uruguay”, agregó.