Tras cerrar un 2018 en su mayor nivel promedio de pesimismo desde que se comenzó a relevar, la confianza de los consumidores repuntó en diciembre y enero, lo que podría tener parte de su explicación en el efecto “año electoral”. Esta mejora de la confianza, ocurriría siempre que el tipo de cambio y el escenario externo permanezcan estables.
Luego del deterioro de la confianza de los consumidores que se verificó durante el 2018 (-3,8 puntos en el promedio anual) que la llevó a su mínimo en los once años en que se realiza el relevamiento, en diciembre y en enero se verificó una recuperación de la misma de 1,8 y 1,9 puntos, respectivamente. De esta forma, el Índice de Confianza al Consumidor (ICC) cerró en enero en 47,2 puntos, permaneciendo en la zona de moderado pesimismo, pero acercándose a la zona de neutralidad (50 puntos), según los datos publicados por la Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universidad Católica y Equipos Consultores.
De acuerdo al informe, “en la medida de que el tipo de cambio y el escenario externo permanezcan estables, el efecto ‘año electoral’, se comenzaría a reflejar en 2019 en una recuperación de la confianza económica del consumidor”.
Además de registrarse variaciones similares, en diciembre y enero se observó que ninguno de los tres subíndices que componen el ICC tuvo una contracción. Según se detalla, en diciembre, la Predisposición a la compra de bienes durables (+3,1) fue la que impulsó el ICC, recogiendo en parte efectos estacionales propios del mes (aguinaldo, festividades). De todas formas, pese a la recuperación de diciembre, la Predisposición a la compra fue el subíndice que más se contrajo en 2018 (-5,2 puntos para el promedio del año), y en enero, en que se mantuvo estable, permanece 4 puntos debajo de igual mes del año pasado.
En enero, fue el subíndice de Percepción sobre la Situación Económica del País (+5,3) el que impulsó el ICC. En particular, al interior de este, el componente de expectativas a tres años (+5,7) registró la mayor variación del mes. Cabe señalar que este subíndice, al igual que el ICC, había alcanzado su mínimo histórico en agosto del año pasado, quedando en 2018 con el menor promedio anual de los 11 años en que se releva.
Por su parte, el subíndice de Percepción sobre la Situación Económica Personal (+0,1) se mantuvo prácticamente estable durante el primer mes del año luego de haber mejorado levemente en diciembre (+0,7).
“Un aspecto que podría asociarse al ‘efecto año electoral’ es que mientras en 2018 se deterioraron en relativamente similar magnitud las percepciones acerca de las ‘Condiciones actuales’ y ‘Condiciones futuras’ de la economía, en enero sólo repuntan las ‘futuras’, en particular las expectativas a más largo plazo”, señala el informe.
Otros indicadores
En línea con el comportamiento del ICC, los “Otros indicadores” mostraron en enero una recuperación de las expectativas para el próximo año, y en particular, las vinculadas a la Situación Económica del País futura. En tal sentido, la mayor variación del mes la registra el índice de expectativas de desempleo del consumidor para los próximos 12 meses (-6,2). Este índice, tal como el ICC, alcanzó su nivel de máximo pesimismo en agosto del año pasado. Desde allí comienza una lenta recuperación, que se acelera en enero.
En la misma línea de mayor optimismo futuro evolucionó el índice de expectativas de inflación del consumidor para los próximos 12 meses, que avanzó hacia terreno menos pesimista y se contrajo 2,9 puntos en enero. No obstante, la mejora de enero no fue suficiente para revertir el mayor pesimismo del mes de diciembre en materia de evolución de precios, mes en el que tiende a haber un mayor pesimismo sobre la inflación debido a factores estacionales (cómo los anuncios de ajustes de tarifas de servicios públicos).
Las otras variaciones de mayor magnitud en enero las registran el índice de preferencia por los depósitos en el país (+4,3) que simplemente revierte la variación con signo contrario de diciembre (-4,1) y el de Preferencia por los depósitos en moneda nacional vs en moneda extranjera, que retrocede 4,1.
2018 pesimista
Así como el ICC cerró en su mayor pesimismo en los once años de relevamiento del indicador, los “otros indicadores” de confianza también evolucionaron de manera generalizada hacia un deterioro respecto al año previo.
En términos de evolución anual, la mayor preocupación se centró en las perspectivas del mercado de trabajo, puesto que el índice de expectativas de desempleo de los consumidores para los próximos 12 meses fue el que registró la mayor variación, seguido por el índice de Preferencia por la moneda nacional para los depósitos. En 2018, los índices de Expectativas de desempleo y de Expectativas de ingresos de la familia para los siguientes 12 meses, así como los de percepción de Capacidad de ahorro y Preferencia por la moneda nacional para depositar, alcanzaron los mayores niveles de pesimismo anual de los 11 años en que se relevan.