En la presentación de su Índice de Vulnerabilidad Comercial, el Centro de Estudios para Desarrollo analizó la importancia de la inserción internacional para Uruguay. Agustín Iturralde, Director Académico del centro, evaluó que es uno de los capítulos “más importantes” de una serie de reformas económicas que se debe llevar a cabo, y si bien se debe ser consciente que “claramente” abrirse conlleva riesgos, “el potencial de ganancia para un país como el nuestro es muchísimo más”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Por segundo año consecutivo, el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) presentó su Índice de Vulnerabilidad Comercial (IVC). Fue desarrollado por Nicolás Albertoni, consejero académico y experto en relaciones internacionales; Agustín Iturralde, director académico; y Ramiro Correa, asistente de investigación.
Así, el documento busca “ser una herramienta” para “mejorar el debate” que Uruguay tiene sobre su inserción comercial en el mundo, según explicó Albertoni en un video reproducido durante el evento.
En este sentido, Iturralde señaló que a través del informe “se trata de entender el cómo exportamos” y en qué condiciones los bienes llegan a los mercados de destino.
Al hablar de vulnerabilidad, los expertos se refieren a que al realizar exportaciones pagando aranceles sin ningún tipo de preferencia un país es mucho más vulnerable a factores como un cambio de los precios internacionales, a una guerra comercial como la actual, o a una decisión del país de destino -en base a estos elementos-.
De esta manera, el índice mide un puntaje de 0 a 100, indicó Iturralde. Por ello, un país tendría una vulnerabilidad 0 “si tuviera el 100% de sus exportaciones que ingresan a mercados de destino con preferencia comercial”, añadió; por el contrario, un país en el que absolutamente todas sus exportaciones son hechas sin ningún tipo de preferencias tendría una vulnerabilidad de 100.
A ponerse las pilas
Pues bien, ¿cómo se situó Uruguay en cuanto a sus vulnerabilidades comerciales en el año 2018?
De acuerdo con la investigación, el país tiene un IVC de 63%. Esto es debido a la poca concreción de acuerdos comerciales, así como al aumento del peso en las exportaciones del mercado chino. “Cada vez somos más China-dependientes, un porcentaje mayor de nuestras exportaciones van a China”, señaló el director académico del CED. Al no tener acuerdo firmado con China, Uruguay se ve perjudicado en su puntaje.
Ante este resultado, Uruguay está en un “claro estancamiento” y frente a una imposibilidad de cerrar acuerdos.
Asimismo, como consecuencias de tan elevada vulnerabilidad comercial, se distinguió el dinero perdido en aranceles -la Administración de Aduanas estima este perjuicio en US$ 250 millones-. Más allá de ello, una mayor apertura comercial también se traduce en las exportaciones que se podrían concretar, y se relaciona con mayor innovación y más años de educación. “Tenemos que ser conscientes que claramente hay riesgos de la apertura, pero que el potencial de ganancia para un país como el nuestro es muchísimo más”, sentenció Iturralde.
Al respecto, y a modo de cierre, Iturralde resaltó que no existen casos de economías pequeñas que sean cerradas y prósperas. “Para un país de la escala como Uruguay, ser abiertos no es una discusión, es una necesidad absoluta”, afirmó.
El país debe encarar “nuevas reformas económicas” para “poder volver a una senda del crecimiento significativo y sustentable”. “Uno de los capítulos más importantes” es el de la inserción internacional, expresó Iturralde, y desde el CED se está convencido que, al encarar esas mejoras, “Uruguay puede ser el primer país desarrollado de América Latina”.
“El mundo se está mercosurizando”
Como comentaristas del evento estuvieron presentes Juan Labraga, director de la Asesoría en Política Comercial del Ministerio de Economía (MEF), y Margarita Varela, Encargada de Comercio Exterior de la Unión de Exportadores (UEU).
Por un lado, Labraga destacó que “es imprescindible” debatir sobre inserción internacional en Uruguay. Sin embargo, en referencia a la medida del presidente estadounidense Donald Trump de poner aranceles a México, alertó que los acuerdos “no necesariamente” se cumplen en la situación global actual. “El mundo se está mercosurizando”, comparó.
Esta realidad de que un país pueda incumplir un acuerdo “es una muy mala noticia para los países pequeños, dijo.
Del otro lado, Margarita Varela relacionó al IVC con un trabajo que se está llevando a cabo desde la UEU, que busca -a través de distintos ítems- trabajar el tema de la competitividad. Esto permite a los exportadores analizar de qué manera, o bajo qué preferencias, ingresa su producto al mercado.
“Cuando tengo una preferencia arancelaria que me da un acuerdo sé que voy a competir a mejores condiciones que alguien que no tiene una mejora arancelaria. (…) entonces esa es la importancia que tiene en la práctica, es definir si el producto puede venderse o no en ese país de destino”, concluyó.
