Si bien Uruguay se encareció mucho con los países de la región, no se sabe con certeza cuánto incidirá eso en la llegada de turistas al país de cara a la apertura de fronteras. Así lo analizaron diversos economistas consultados por CRÓNICAS, quienes alertaron para tomar medidas al respecto, pero de igual forma prevén una temporada turística con algún tipo de movimiento.
De acuerdo con la resolución de Presidencia, a partir del 1º de setiembre se abrirán las fronteras a extranjeros vacunados contra covid-19 que posean propiedades en Uruguay y que deberán presentar una prueba PCR negativa al momento de ingresar. La medida incluye al titular, su cónyuge e hijos. En esta instancia, el mandatario Luis Lacalle Pou confirmó que los argentinos inoculados con dos dosis de la vacuna Sputnik podrán entrar al país.
Asimismo, una segunda etapa —que comenzará el 1º de noviembre— prevé la apertura gradual de fronteras para todos los extranjeros inmunizados e hisopado negativo.
Frente a este avance sanitario, sin embargo, no puede olvidarse el trasfondo económico: Uruguay se encareció con sus vecinos, por lo que tener las fronteras abiertas puede llevar a preguntas sobre qué tantos turistas puede recibir el país, o cuántos uruguayos vayan a comprar al exterior. En este sentido, CRÓNICAS consultó a diversos economistas para tener una visión sobre qué impactos económicos puede traerle a Uruguay la decisión de abrir las fronteras.
Más abajo no se puede ir
Matilde Morales, economista de PwC, afirmó que la economía nacional está expuesta a los shocks que sucedan en la economía mundial y regional que afecta al sector transable a través de dos principales canales. Por un lado, el canal comercial, “que es la vía a través de la cual el mundo demanda los productos y servicios producidos por la economía uruguaya”, y por otro, al canal financiero, que en el caso de Uruguay “sin un mercado accionario y financiero profundo, se resume en el tipo de cambio”. Así, abrir las fronteras es uno de los factores que incide en la primera área, mediante el comercio de servicios, acotó.
Al respecto, Martín Cassella, economista del Departamento de Análisis Económico de CPA Ferrere, enmarcó que los precios relativos con la región “se encuentran en una de las peores posiciones de los últimos 20 años”. Por lo tanto, subrayó, abrir las fronteras —en un momento donde el desvío de precios estaba “disimulado” por su cierre— “va a implicar un gran desafío para el sector turístico y para el comercio de frontera, sin dudas”.
Morales enfatizó que detrás de la “restricción coyuntural” que significó el cierre de fronteras “subyace una relación de precios relativos negativa para el turismo receptivo”. Esto podría “materializarse”, comentó la economista, “una vez se retorne a la ‘normalidad’”.
“Esta relación de cambios hoy no nos favorece, no somos el mejor destino apetecible en términos de precios”, sostuvo Ana Laura Fernández, de la CCSU
Dicho esto, a pesar del encarecimiento, no está tan claro en qué medida esto impedirá el ingreso de turistas, indicó Cassella. A su entender, tras mucho tiempo sin viajar, “la avidez (principalmente de los argentinos) por salir a vacacionar puede compensar parcialmente” el desvío de precios. Es decir, al haber gasto reprimido y venir de más de un año sin viajar, “podría pensarse que los precios importen menos que en otras temporadas”, justificó.
Por esta línea se mostró la economista de la Cámara de Comercio y Servicios (CCSU), Ana Laura Fernández. Ella sostuvo que la situación actual es “incierta”, pero se está pensando en la siguiente temporada de verano en función de la anterior, donde el movimiento fue nulo, por lo que de todas formas hay expectativas por parte de las empresas del sector a que haya algún movimiento. “De ahí a qué tanto (flujo de turistas) puede darse esta temporada, bueno, está claro que esta relación de cambios hoy no nos favorece, no somos el mejor destino apetecible en términos de precios. Pero tenemos un factor positivo que tiene que ver con la pandemia y el relativo control hasta ahora, entonces esto puede ser un atractivo para los turistas de Argentina”, consideró Fernández.
Cassella, entonces, coincidió, ya que sus perspectivas de cara a la temporada de verano es que sean mejores que las de 2021, pero “sin llegar a ser una temporada buena”.
Medidas
Asimismo, ambos dieron su opinión respecto a qué puede hacer el gobierno para aliviar la situación. Para Fernández, se debe apostar por la batería de medidas de promoción y apoyo al sector turístico (“y quizás incluso pensar alguna adicional”) como forma de estimular a los turistas para que vengan a Uruguay y generen ingresos al país. “Eso también (podría permitir) que el sector comercio y servicios pueda realmente transitar esta agenda de recuperación en términos de actividad económica”, apuntó la experta.
Por su parte, el economista de CPA Ferrere señaló que las respuestas del gobierno deben ir más por la política microeconómica que por el lado macro. “Esto fundamentalmente porque el Banco Central (BCU) está determinado a llevar a cabo una política desinflacionaria más agresiva, lo cual va a requerir subas adicionales en su tasa de referencia y por tanto presiones de apreciación real en el corto plazo”, argumentó. A esto se le suma, siguió Cassella, que el gobierno podría optar por beneficios tributarios para empresas del rubro o campañas de devolución del IVA a turistas para corregir el desvío de precios existente.
La fuga
Cassella se refirió también a la posibilidad de la salida de turistas uruguayos a hacer compras en Argentina, debido justamente a esta diferencia cambiaria. Según explicó, esta cuestión dependerá del ritmo de apertura y de la situación sanitaria en ese país, pero advirtió que en la medida que avance la vacunación y mejore la situación sanitaria, “es esperable que una porción significativa de uruguayos encuentre atractivo viajar, dados los precios relativos”.
Comercio ilegal
La economista de la CCSU se refirió a otro aspecto muy relevante de la apertura de fronteras: el comercio de fronteras y el contrabando. Por ahí pasa la principal preocupación de la gremial, dictaminó.
En este sentido, el rol que juegue la Dirección Nacional de Aduanas con los controles y fiscalización de fronteras es “muy importante”, sostuvo Fernández, para que estos pasajes por frontera “no sean un lugar del que puede entrar y salir lo que se quiera”.