En medio de la fuerte crisis económica, el Gobierno argentino anunció ayer jueves una serie de medidas que reactiven la actividad y que le permitan el ingreso de dólares a las arcas del Estado. Las mismas apuntan a dinamizar al sector agroindustrial, industrial, minero, de la construcción y de exportación.
Tras una reunión privada con representantes de algunas cámaras industriales y agropecuarias –no todas fueron invitadas-, el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció en conferencia de prensa las nuevas medidas, dentro de las que se destaca la reducción de las retenciones a la soja y la carne vacuna.
El jerarca se refirió al contexto de pandemia como el principal responsable de la situación económica del país, pero evaluó que se están “viendo atisbos de recuperación” y que hay “señales positivas”, como la reestructuración de la deuda lograda el mes pasado y el aumento registrado en la recaudación.
Las medidas anunciadas apuntan a dinamizar al sector agroindustrial, industrial, minero, de la construcción y de exportación.
Guzmán explicó que el Banco Central buscará “una armonización de la estructura de las tasas de interés” para definir “una tasa que sea la referencia para toda la sociedad” y que permita que “el sistema financiero canalice los ahorros del sector privado, en inversiones productivas”. También anunció la creación de un instrumento en pesos atado a la evolución del dólar para garantizar el valor de la moneda y que genere mejores condiciones de crédito.
En cuanto a las medidas sectoriales, se destaca la creación de una compensación y estímulo a pequeños productores de soja y cooperativas, que implicará una inversión de hasta 11.550 millones de pesos argentinos. Además, un esquema de derechos de exportación para el complejo sojero: se presenta un cronograma de reducción de retenciones hasta fin de año, que se irá reduciendo en su beneficio mensualmente. A modo de ejemplo, las retenciones a los granos de soja se reduce de 33% a 30% en octubre, pasa a 31,5% en noviembre, 32% en diciembre, volviendo al nivel de 33% en enero de 2021. En los casos de aceites de soja, pelets de soja y biodisel, se baja a un nivel de 27%, para luego “ir convergiendo a entre el 30% y 31%”, según el caso.
Analistas entienden que el objetivo de aplicar este descuento de forma temporal es lograr que se generen de forma inmediata los ingresos de dólares a las arcas del Estado.
También se anunciaron medidas para la construcción, en particular vinculadas a la vivienda, que, aseguró, “es central para el desarrollo social y juega un rol central en la recuperación económica”.
En otro orden, según informó el diario argentino La Nación, el Gobierno de Alberto Fernández también busca la ayuda financiera de China. De acuerdo a dicha información, durante una conversación virtual con el presidente Xi Jinping, habría sobrevolado la posibilidad de un préstamo del gigante asiático a la Argentina en la modalidad swap para mostrar liquidez en tiempo récord.
Medio argentinos, remarcan que los anuncios tienen “gusto a poco” para el sector empresarial.
Además, desde la oposición al Gobierno se entiende que las medidas “no son suficientes”. El diputado argentino y exministro de Agroindustria durante el Gobierno de Mauricio Macri, Ricardo Buryaile, dijo al canal de noticias TN que los incentivos previstos no son lo suficientemente atractivos como para que los empresarios liquiden sus exportaciones. “No creo que nadie vaya a salir por tres puntos de disminución de retenciones, a pasarse a pesos”, sostuvo.