En medio de un escenario internacional y regional adverso, CRÓNICAS conversó con el contador público y decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica del Uruguay (Ucubs), Marcos Soto, quien analizó la situación de Uruguay por la brecha de precios que existe con Argentina. Además, dijo que se deben ejecutar ciertas medidas al respecto, pero no considera oportuno que se lleve adelante una política de frontera. “No se puede restringir el derecho de los ciudadanos a su libre movilidad y disposición de divisas”, afirmó.
Por Antonella Echenique | @Echenique_Anto
En ese marco, Soto comentó que el escenario internacional y regional es motivo de preocupación para el país, sobre todo, en lo regional con Argentina. En este caso, apuntó a que no se debe subestimar el turismo, porque es una actividad relevante para Uruguay y “los argentinos son los principales clientes del turismo uruguayo”.
A su vez, recordó que en “años anteriores ingresaron al país más dólares (por turismo), que por exportaciones de carne y soja juntos”. Sin embargo, advirtió que al momento existen “muchas” restricciones socioeconómicas para poder veranear en nuestro país.
En este aspecto, mencionó que las restricciones se concentran en dos motivos. Una es el acceso a los dólares en Argentina para viajar, y otra es por todas las “sobrecapas” (costos adicionales) que tienen las tarjetas de crédito del exterior.
Además, explicó que en Argentina hay un deterioro social, con un nivel de pobreza cercano al 40%. “Esto erosiona la clase media, que siempre conformó el grupo de los principales veraneantes en Uruguay”, aseguró.
De igual manera, indicó que existe una diferencia muy relevante en los precios, por lo cual Uruguay se visualiza inaccesible para el público masivo. También provoca caídas de consumo “muy importantes” a nivel local, minorista y en las zonas fronterizas.
Departamentos fronterizos
Con respecto a la frontera uruguaya, dijo que se pueden observar caídas muy pronunciadas en los departamentos limítrofes. “Esto se debe a que los habitantes de esas ciudades están consumiendo del lado argentino, lo que implica una caída en la actividad minorista de los comercios y la recaudación”, puntualizó.
En tanto, mencionó que la Universidad Católica realiza el estudio del índice de precios en fronteras, que es elaborado por el campus de la universidad de Salto. En ese informe se marca la diferencia de precios relativos que existen entre Salto y Concordia. “En Salto las cosas valen más del doble, y está claro que los incentivos de hacerlo (comprar del lado argentino) son muchísimos, ya que se nota en los niveles de actividad y consumo de esas localidades”, sostuvo.
Fundamentó que “Argentina no es un mercado tan relevante para nuestras exportaciones de bienes, aunque se recuperó mucho este año apalancados por la soja y energía eléctrica”. Sin embargo, los grandes puntos de contagio están en el turismo y la fuga de consumo local, que se va con las divisas del país a consumir a otro lado.
En el caso de Brasil, mencionó que la expectativa es diferente. “Es una economía más ordenada, que funciona y tiene en torno de la mitad de la pobreza relativa, y esto puede apalancar mayor consumo. Asimismo, como desafíos, tiene alto desempleo pero es una nómina que funciona coordinada, y si bien su situación está cayendo, tiene un banco central bien activo”, indicó.
En términos generales, comentó que “nuestro país se ha diversificado mucho, entonces, es verdad que la región sigue incidiendo, pero también tenemos otras geografías dónde apalancarnos”.
Política fronteriza
Consultado sobre si está de acuerdo con que se implemente una política de frontera, opinó que se deben ejecutar ciertas medidas al respecto, pero no considera oportuno que se lleve adelante una política de frontera. “No se puede restringir los derechos de los ciudadanos a su libre movilidad y disposición de sus divisas”, afirmó.
En este aspecto, dijo que las políticas de fronteras limitan las áreas geográficas del Uruguay.
A modo de ejemplo, mencionó que si se baja el IVA en los departamentos fronterizos, motiva el ir a consumir hacía esos territorios. “No es tan sencillo tener una política de frontera, se debe analizar bien la situación de emprendimientos y de algunas situaciones que pueden estar provocando un deterioro generalizado”, explicó.
A su vez, Soto aseguró que esto se puede visualizar con las visitas que hay de Salto a Concordia. “Ninguna política fronteriza va a subsanar y pulverizar esta brecha de precios”, remarcó.
En este caso, mencionó que la política de Cero Kilo es “algo tan arcaico”, que no se vislumbra como aplicable. “Estamos defendiendo fronteras fáciles y de libre circulación, en la medida que no haya abusos y contravenciones a la ley”, apuntó.
IVA personalizado
Para Soto, el IVA es uno de los impuestos más regresivos que tiene el sistema tributario, porque no discrimina la capacidad contributiva de quien lo paga. “Un comercio del shopping les vende a todos por igual y todos pagan el mismo IVA con independencia de la capacidad contributiva que vos tengas. Además, es regresivo porque, en general, las familias que menos recursos tienen le dedican todos sus ingresos al consumo”, indicó.
En este aspecto, determinó que el IVA es un “trastorno depresivo”.
“Cuando se habla de estudiar herramientas que logren personalizar el IVA, lo que se busca es que de alguna forma el sistema logre identificar la capacidad contributiva que tiene la persona contribuyente, y lograr una aplicación diferenciada en función de su capacidad”, señaló.
Asimismo, dijo que esto ya lo planteó un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además, declaró que el Estado hoy tiene herramientas que en el pasado no tenía, como por ejemplo la tecnología y los datos, que permiten una instrumentación muy simple.
De esta forma, el Estado “realizó esfuerzos para comenzar una trayectoria de estas características, a través de identificar por medio de una tarjeta todo lo que allí se gaste y que la misma tenga un IVA diferenciado”, explicó.
