La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, en conferencia de prensa en Torre Ejecutiva, anunciaron la baja en los combustibles que entrará en vigor a partir del 1º de enero de 2023. Paganini destacó que el sistema de fijación de los precios de combustibles, instaurado por el actual gobierno, es eficiente, dado que a través de este se ha podido seguir el Precio de Paridad de Importación (PPI), elaborado por la Ursea.
El Gasoil 50S, el de mayor consumo en el país, tendrá un descenso de $ 6 y pasará a costar $ 58,99 por litro. La nafta, con una baja de $ 3, tendrá un costo de $ 71,88. Por su parte, el supergás mantiene su precio, continuando así por debajo de los valores internacionales.
Las autoridades entienden que la baja anunciada es “muy importante” para la industria, el comercio y la producción agropecuaria, dado que son los principales consumidores de esta fuente de energía.
El ministro afirmó que el PPI muestra lo que a un importador le costaría traer combustible al país, para posteriormente ponerlo a disposición en las plantas de distribución, de igual forma que pone a disposición Ancap en La Tablada, para producir sus combustibles líquidos.
También se anunció que el PPI en planta tuvo una baja importante, lo cual es una “muy buena noticia”, que refleja que los precios internacionales están cediendo, lo que proyectado a surtidor, da una baja proporcionalmente menor, porque hay que incluir los impuestos, las tasas y los costos de distribución correspondientes, que además el 1º de enero tendrán un ajuste.
Durante la conferencia, ambos jerarcas hicieron énfasis en que, a lo largo de la crisis energética que afectó al mundo durante el 2022, que tuvo a la suba del petróleo como principal condicionante, el gobierno a través de sus medidas fue capaz de evitar el traslado al precio al público del 100% de esas variaciones, priorizando la recuperación económica.
Paganini dijo que esto implica que el gobierno “está aplicando lo que dijo”, respecto de su seguimiento a la Ursea como referencia, en cuanto a la toma de decisiones lo más ajustadas posible al PPI. Esto se debe a los resultados favorables que presenta Ancap, lo que hace que no deba acompañar la suba del petróleo. “Ancap está en equilibrio, mostrando incluso ganancias”, lo que refleja una política de combustibles “exitosa”, sentenció el jerarca.
Una política que funciona
Por su parte, la ministra Arbeleche declaró que es un sistema que “funciona” y los cambios incorporados en el mercado de combustibles muestran un sistema “transparente”.
Además, aseveró que “esta iniciativa es una más de una agenda de reformas estructurales que venimos llevando adelante desde el gobierno. Esta hoja de ruta no es una novedad para la población, porque cuando asumió este gobierno, esta agenda ya había sido compartida durante la campaña electoral. Y en estos casi tres años, hemos llevado adelante y alcanzado determinados hitos”.
Por último, recalcó que la regla fiscal fue una de estas reformas, lo que permitió cuidar el dinero de los contribuyentes y brindar los recursos necesarios durante la pandemia, sin aumentar los impuestos.