Un recorte en la tasa de interés de referencia y el anuncio de compra de bonos por 20 mil millones de euros al mes a partir de noviembre, son las dos principales medidas anunciadas ayer jueves por el BCE. El presidente de la entidad, Mario Draghi, subrayó que los incentivos “se basan en el debilitamiento de la economía”.
El Banco Central Europeo (BCE) cumplió con los pronósticos y ayer jueves anunció un conjunto de estímulos monetarios para hacer frente a las incertidumbres políticas y económicas que están enlenteciendo el crecimiento del viejo continente.
En rueda de prensa, el presidente del ente, Mario Draghi, insistió en que las medidas “se basan en el debilitamiento de la economía”, que ha sido más fuerte de lo previsto por las autoridades y que ha afectado en mayor medida a la industria manufacturera, según informó La Vanguardia.
Este contexto, sumado a bajo crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año (0,2%), obligó al BCE a actuar.
Draghi recalcó la necesidad de complementar la política monetaria con la fiscal: “ha habido algunas reformas estructurales en algunos países. Ahora es el momento de la política fiscal, que debe ser el principal complemento para la política monetaria y debe jugar un papel mucho más activo”.
El empujón
El BCE detalló en un comunicado las decisiones tomadas por su Consejo de Gobierno.
En primer lugar, la tasa de interés aplicable a la facilidad de depósito se reducirá en 10 puntos básicos hasta situarse en el -0,50%, mientras que las tasas de interés aplicables a las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito se mantendrán en sus niveles actuales de entre 0% y 0,25%, respectivamente.
“El Consejo de Gobierno espera ahora que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en los niveles actuales o inferiores hasta que observe una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hasta un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2% en su horizonte de proyección, y dicha convergencia se haya reflejado de forma consistente en la evolución de la inflación subyacente”, sostiene el comunicado.
Además, el BCE informó que se reanudará la compra de bonos a un ritmo de 20 mil millones de euros al mes, empezando el 1º de noviembre. La entidad espera que esto se lleve a cabo “durante el tiempo que sea necesario” para reforzar el impacto acomodaticio de sus tipos oficiales y que finalicen poco antes de que comiencen a subir las tasas de interés oficiales del BCE.
Por último, se introducirá un sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas. Así, no se aplicará una tasa de interés negativa de la facilidad de depósito a una parte del exceso de liquidez mantenido por las entidades de crédito.
Esto se impulsa con el fin de apoyar la transmisión de la política monetaria a través de dichas entidades, finaliza el comunicado.