El incremento del volumen de negocios -empujado por un fuerte crecimiento de los depósitos-, la mayor liquidez, la desaceleración del aumento de la morosidad y el crecimiento del patrimonio, son alguna de las “cifras alentadoras” que mostraron los bancos privados de Uruguay durante 2019, según analiza un informe de la consultora Deloitte. “Hoy (el sistema financiero) es uno de los activos del país frente a posibles shocks externos negativos”, evaluó Hernán Bonilla del CED.
“Un importante incremento del volumen de negocios, buena liquidez, morosidad controlada, crecimiento de patrimonio y como consecuencia fortalecimiento de su solvencia y un importante crecimiento real de sus ganancias”, fueron algunas de las “señales positivas” con las que cerraron el 2019 los nueve bancos privados que forman parte del sistema financiero local, según la información publicada por el Banco Central del Uruguay (BCU) y analizada por la consultora Deloitte.
Consultado por CRÓNICAS respecto a la evolución del sistema financiero local, Hernán Bonilla, Director Ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) evaluó que se encuentra “sólido” aunque señaló que se han tenido algunos problemas de rentabilidad. De todas formas, remarcó que “no hay riesgos de crisis” ya que “los indicadores de tensión” muestran que no habría mayores sobresaltos en caso de “perturbaciones económicas”. “Hoy es uno de los activos del país frente a posibles shocks externos negativos”, destacó.
Mejorando los números
En su informe, Deloitte destaca que el volumen de negocios (compuesto por los créditos otorgados y los depósitos recibidos por el sector no financiero) de los bancos privados registró un crecimiento de 7,3% el año pasado.
Por un lado, el stock de créditos al sector no financiero al cierre del ejercicio creció sólo 2,9% real (descontando el efecto inflacionario) respecto al año anterior, aunque destaca el crecimiento de los créditos otorgados a plazos de 90 y más días que se situó en 5,9% real. “Lo anterior revela que el discreto crecimiento de la operativa de créditos se asocia al bajo crecimiento de los destinados a financiar capital de trabajo” señaló José Luis Rey, socio director de Deloitte Uruguay. “El desafío en este año que comienza, pasará por las necesidades que genere el mercado de préstamos para nuevos proyectos e inversiones y el crecimiento de la actividad productiva en general”, agregó.
Del otro lado, se destaca el aumento del stock de depósitos del sector no financiero que creció 10,2% en términos reales, donde se destaca el crecimiento de los depósitos hasta un año de plazo que alcanzó el 23,8% real.
Aunque se advierte que la información sobre la apertura de depósitos entre residentes y no residentes aún no fue publicada, se explica que al considerar la información del acumulado enero-noviembre “el crecimiento de esos depósitos a plazo se da en porcentajes similares con clientes residentes y no residentes”.
En los créditos otorgados a clientes, Itaú (8%), BBVA (3%) y Santander (3%) fueron los bancos que tuvieron los mayores crecimientos reales, mientras que Nación (-34%), Bandes (-15%) y Citibank (-3%) registraron caídas reales.
En lo que respecta a depósitos captados de clientes, HSBC (21%), Itaú (16%) y Santander (12%), tuvieron los crecimientos reales más altos, y en los de menor crecimiento se encuentran Bandes (-39%), Nación (-7%) y Citibank (5%).
El informe también explica que los bancos privados incrementaron su ratio de liquidez a 30 días y a 91 días, ubicándose en 57,6% y 59,3% respectivamente.
Morosidad, patrimonio y solvencia
La morosidad creció un 11,4% en términos reales respecto al año 2018, lo que implica una suba sensiblemente inferior a la del año pasado, que se situó cerca del 18% real. Los créditos vencidos del sector privado alcanzan el equivalente a US$ 245 millones, frente a los US$ 233 millones de diciembre de 2018.
La morosidad a diciembre de 2019 representa el 2,2% de los créditos totales otorgados por los bancos privados. Al cierre del año anterior ese porcentaje era del 2,1%.
Respecto a la valuación de los créditos vencidos, el deterioro reconocido de los créditos es de 59% a diciembre de 2019, frente al 57,5% del año anterior.
“El hecho que se haya desacelerado el incremento de la morosidad, iniciada en los últimos años, es un síntoma a considerar y genera expectativas respecto al crecimiento de la actividad de otorgamiento de créditos”, señaló Rey.
Por su parte, el patrimonio de la totalidad de bancos privados creció 6,8% en términos reales respecto al inicio del ejercicio. En 2018 el crecimiento había sido del 8,8% en términos reales. “Estos números brindan tranquilidad y confianza a los depositantes de los bancos y al mercado financiero en general, en la medida que la gran mayoría de las instituciones cumplen con holgura los mínimos establecidos por la Superintendencia de Instituciones de Intermediación Financiera” analizó el experto de Deloitte.
Por último, se destaca que las utilidades netas después de impuestos de los bancos privados se situaron en el equivalente a US$ 340 millones, frente a al equivalente a US$ 268 millones del ejercicio anterior. Esto representa un crecimiento real del 34,4% respecto al 2018. El margen financiero continúa siendo el principal componente de esta rentabilidad creciendo 5,8% en términos reales, mientras que el margen por servicios creció 1,4%, la diferencia de cambio por valuación 79,8% y la diferencia de cambio por operaciones 3,2%.