El programa beneficiará a más de 780.000 uruguayos que generaron deudas de hasta $ 100.000 y cancelará 110.000 deudas menores a $ 5.000. Se tomará en cuenta a los deudores “categoría 5” que al 30 de abril de 2022 contaban con dicha calificación y la mantuvieron hasta mayo de 2024. Los distintos actores que participaron en la presentación remarcaron que se procuró “no violentar contratos entre privados”. Entrevistada por CRÓNICAS, la presidenta de ABPU resaltó la importancia de este plan.
El pasado martes 9 de julio, las instituciones bancarias y administradoras de crédito presentaron el “Programa Voluntario de Reestructuración de Deudas”, que contempla la situación de los deudores más vulnerables proponiendo soluciones que respeten el orden jurídico vigente y el adecuado balance de riesgos del sistema financiero.
Dicho trabajo fue articulado entre la Asociación de Bancos Privados (ABPU) y la Asociación Nacional de Empresas Administradoras de Crédito (Aneac) -quienes se encargarán de la gestión operativa e implementación del acuerdo- con el apoyo del Ministerio de Economía (MEF) y el Banco Central (BCU). Las entidades financieras adheridas son Anda, Banco BBVA, Banco República, Banque Heritage, Cash, Credisol, Creditel, Crédito de la Casa, Crédito Naranja, Crédito Uruguayo, Crédito Valor, Crediton, Fucac Verde, HSBC Bank, Banco Itaú, Oca, Pronto, República Microfinanzas, Banco Santander, Scotiabank y Volvé.
El objetivo
La iniciativa facilitará la regularización de la situación crediticia de los deudores que al 30 de abril de 2022 se encontraban en la categoría 5 (deudores irrecuperables) en la Central de Riesgos Crediticios administrada por el BCU y que mantienen la misma calificación a mayo de 2024. Esto significará la refinanciación de 1.5 millones de deudas generadas por más de 786.000 deudores. La propuesta también incluye la cancelación de 110.000 deudas menores a $ 5.000.
Habrá dos planes: para los deudores con un saldo de capital menor a $ 5.000, las instituciones renunciarán al cobro de estas deudas sin necesidad de trámite alguno por parte del deudor. Asimismo, las deudas de capital por hasta $ 100.000 con cada institución podrán refinanciarse hasta en 36 cuotas sin actualización del capital, intereses, multas ni recargos.
El acuerdo voluntario permite a los deudores reestructurar sus deudas mediante el pago del saldo de capital inicialmente otorgado, con una tasa de interés del 0%. El trámite para la reestructuración de deudas se puede iniciar en línea a través de soluciondeuda.com.uy hasta el 15 de noviembre de 2024. A partir del 9 de agosto también se podrá tramitar por teléfono y WhatsApp.
Cuestión de principios
Diego Labat, presidente del BCU, abrió la presentación resaltando la importancia del crédito en la sociedad. “Crédito viene de la palabra creer. Es cuando un joven se quiere independizar y quiere acceder a su primera vivienda y saca un crédito hipotecario, o cuando un emprendedor tiene una buena idea, quiere que su emprendimiento crezca y pide un crédito. El crédito sano es algo que la sociedad tiene que cuidar con un buen marco jurídico y un mercado formal de crédito”, expresó.
Sobre las preocupaciones por parte de partidos políticos u organizaciones sociales en cuanto al mercado del crédito al consumo y su honestidad con la publicidad, el acceso a la información, las condiciones, las tasas y los plazos, Labat dijo que son “muy válidas”, y por eso el BCU “ha acompañado muchas iniciativas” de diversos sectores políticos para lograr mejoras en la materia.
“Fue un proceso muy largo, con los esfuerzos de muchísima gente. En particular, el sistema político hizo un montón de aportes. El directorio y los técnicos del BCU han tenido reuniones en el Parlamento en infinidad de ocasiones”, aseguró.
Labat también aclaró que el programa se realizó con determinados principios. En primer lugar, “no romper las reglas de juego” porque “hay contratos entre privados que hay que respetar”. Segundo, que las soluciones para los deudores no pusieran en riesgo “el crédito para adelante”. Tercero, la importancia de “cuidar el mercado de créditos formal” ante la emergencia de créditos informales. Cuarto, evitar restringir información pública y cuidar las bases de datos para garantizar que sean fidedignas.
El presidente de Aneac, Alejandro Grasso, recalcó que el acuerdo fue elaborado luego de la pandemia para sobrellevar las consecuencias negativas que esta trajo al sistema de emisión de créditos al consumo. “Está pensado que sea voluntario para no violentar los contratos entre privados. Se reafirma así la seguridad jurídica, que es un valor muy apreciado en Uruguay e internacionalmente muy reconocido. Esto nos marca como un país que puede resolver los problemas manteniendo la seguridad jurídica de sus contratos, y la seguridad para quienes quieran invertir”, puntualizó.
La gerenta general del BROU, Mariela Espino, añadió que la iniciativa requiere que se siga trabajando simultáneamente en las campañas de educación financiera. “Debe ser con particular hincapié en los jóvenes, que muchas veces no se dan cuenta de que un atraso o un pago por importes menores les puede condicionar el historial crediticio”, indicó.
“Una solución crediticia a más de 786.000 personas”
En conversación con CRÓNICAS, la presidenta de la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU), Bárbara Mainzer, destacó que “este programa acerca una solución crediticia a más de 786.000 personas, a la población más vulnerable, a los uruguayos que tomaron un crédito de buena fe y que una situación inesperada como la pandemia, una enfermedad, la pérdida de trabajo, los llevó a no poder cumplir con sus compromisos”.
Estas deudas pueden ser reestructuradas en condiciones “excepcionales” para que los deudores puedan así regularizar su situación crediticia, concluyó la ejecutiva.