Ante el viaje del canciller Francisco Bustillo en busca de movilizar las negociaciones con China, CRÓNICAS consultó a Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales, quien opinó que Brasil ocupa un rol determinante en el desenlace de las negociaciones. Por otro lado, Claudio Fantini, politólogo argentino, fue consultado acerca de la actualidad del gigante asiático, que actualmente -a su entender- está lanzado a “competir” con Estados Unidos cada rincón del mundo.
El canciller Bustillo viajó a China con el objetivo de profundizar el diálogo y darles un nuevo empuje a las negociaciones para concretar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con ese país. Pero, tras un desenlace que parecía anunciado, el canciller no logró cosechar los resultados que se esperaban de su viaje y volvió al país con las manos vacías.
Uruguay, en su búsqueda de mejorar el acceso que tiene a los mercados regionales y extrarregionales, ha intentado estrechar lazos con China para finalmente concretar este acuerdo. Pero el inmovilismo que tiene el Mercosur ha causado que Uruguay, a pesar de su afán aperturista, padezca indirectamente las consecuencias de esto, valoró Bartesaghi.
La relación entre Brasil y China resulta clave para entender lo que el gigante asiático decidirá. Con el gobierno de Jair Bolsonaro, había un contexto que le permitió a Uruguay avanzar en un hito concreto, que fue el estudio de factibilidad, pero tras la asunción de Lula en enero pasado y el cambio en su política exterior, las negociaciones bilaterales volvieron a enfriarse.
Bartesaghi opina que lo que tenía que hacer Bustillo en su viaje “era terminar de descifrar qué lectura está haciendo China del cambio de gobierno en Brasil y la posición de Lula al respecto”. Pero el punto neurálgico del asunto está en si Brasil está favoreciendo el inicio de las negociaciones del acuerdo bilateral que busca Uruguay.
“Era muy claro que el cambio de contexto de Brasil iba a afectar la estrategia de Uruguay respecto a la flexibilización del Mercosur y el TLC con China. Entonces, lo que leo del no acuerdo, es que Uruguay nuevamente acepta que Brasil marque los ritmos y perjudique la estrategia que se estaba haciendo con China y queda en una especie de pausa”, recalcó.
Pero el objetivo principal de este nuevo movimiento de parte de las autoridades uruguayas era abrir las negociaciones y dar un paso para iniciar la ronda de negociaciones, pero al entender de Bartesaghi, ese paso no ocurrirá hasta que China no reciba señales de Brasil que apoyen la posibilidad de que Uruguay avance bilateralmente.
Un palo en la rueda
Uruguay, tras buscar la flexibilización en el Mercosur, tenía que convencer a Paraguay y Argentina, quienes se manifestaron en contra de su apertura del bloque, además de evaluar y estudiar cómo el gobierno de Lula iba a afectar la estrategia que se estaba llevando a cabo.
“China parece ser que nos está diciendo que no ha recibido ninguna señal favorable de Brasil, entonces, en ese sentido, no se movería rápido”, afirmó el experto. De esta forma, el gigante asiático no descartaría ni estaría diciendo que no, pero “sí está esperando determinados escenarios para abrir las negociaciones”, indicó el entrevistado.
El gobierno de Tabaré Vázquez intentó, por primera vez, acordar un TLC con China en 2016. Luego, el gobierno de Lacalle Pou intentó pactar lo mismo con Estados Unidos y después de fracasar volvió a intentar con su actual objetivo.
Pero en estos casos -señala Bartesaghi- existe un “denominador común”, que es el Mercosur. Uruguay no logra resolver su pertenencia al bloque y, por lo tanto, no logra avanzar en acuerdos bilaterales, puntualizó. “Estamos volviendo a chocarnos con una pared que es el Mercosur”, señaló el especialista.
Fantini: “Es el momento en que China va a hacer las mejores ofertas”
Claudio Fantini, politólogo argentino, explicó en diálogo con CRÓNICAS que China está lanzado “muy vigorosamente” a competirle cada rincón del planeta a los Estados Unidos. Ante este escenario, resulta interesante recalcar que el gigante asiático ha hecho “importantes ofertas” para concretar asociaciones con varios países de la región sudamericana, buscando de esta forma tener gravitación en los países donde históricamente el país norteamericano tuvo un rol de protagonismo.
Según Fantini, “este es un momento oportuno para establecer ese tipo de sociedades con China, porque este es el momento en que China va a hacer las mejores ofertas. Una vez que se haya convertido en potencia hegemónica en la economía mundial, las ofertas serán mucho más mezquinas”.
Ahora, en plena competencia, es cuando los países sudamericanos deben impulsar sus TLC y por eso este es el momento para buscar los mejores términos en una asociación con China, concluyó el especialista.