Ignacio Bartesaghi, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales y director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración, de la Universidad Católica, evaluó que “es muy posible” que se alcance un acuerdo con la Unión Europea (UE) ya que hay interés de ese bloque de concretarlo por motivos políticos y geopolíticos.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
-¿Es posible que este acuerdo Mercosur-UE se pueda cerrar?
-Sí, es muy posible, de hecho estamos muy cerca. La oferta que se presentó en la última ronda de negociación erróneamente se ha focalizado en muy pocos productos. Si uno analiza la oferta de carne, se ofrecieron 70 mil toneladas. ¿Por qué esto implicaría levantarse de la mesa de negociación? Porque 70 mil toneladas está por debajo de lo que te ofertaron en el 2004, que fue la vez en que más cerca estuviste cerca de cerrar el acuerdo. ¿Y qué oferta te hicieron ahí? 100 mil toneladas. Entonces ahí la situación está un poco complicada. Ahora en Bruselas la buena noticia es que te están aumentando la oferta, por lo menos te la están aumentando a 99 mil toneladas. Si bien esto está debajo de lo que pretende el Mercosur, que pretendía (como mínimo) 130 mil y aspiraba a lograr 300 mil, creo que lo positivo es que la negociación sigue abierta, y que la UE aumentó la carne cuando hace una semana se estaba discutiendo si la UE iba a proponer un acuerdo sin carne. Entonces ahora lo que está claro es que la carne está, que etanol está, y que están los lácteos, o sea que va a haber cobertura, los productos van a estar. Ahora, el punto son los números: estoy de acuerdo, los números son insuficientes.
-¿Cómo se puede superar esa insuficiencia en las ofertas?
-Lo que hay que ver es si el Mercosur logra abstraerse un poco de eso y logra mirar el acuerdo de forma más integral. Hace unos días el vicecanciller (Ariel Bergamino) dijo “no vamos a cerrar cualquier acuerdito con la UE”. Hay que tener cuidado, yo no sé si es “cualquier acuerdito” porque no llegas a 130 mil toneladas y llegas a 100 mil. Hay que ver, hay que mirar esto en servicios, hay que mirar esto de forma más integral en todos los otros capítulos y en todos los otros bienes, porque el Mercosur hoy no tiene un plan B, hoy el Mercosur no está negociando con cinco grandes economías al mismo tiempo. Entonces me pregunto ¿cuál es la elección del Mercosur si no cierra con la UE una opción que sea un poquito más light de lo que se pensó inicialmente?, ¿Es Estados Unidos? Por supuesto que sabemos que no, porque Trump está lejísimo de pensar en acercarse a un acuerdo con el Mercosur. ¿Es con China? No es viable el Mercosur acercándose a China en este momento, por Brasil, por Argentina, pero también porque Paraguay pierde. Pero además tampoco tenés negociaciones vigentes con Japón o con Corea del Sur. Te acercaste a Canadá pero tampoco le abriste la negociación; entonces, hoy el Mercosur la única negociación que tiene abierta es con el EFTA, que es la Asociación Europea de Libre Comercio. Esto es muy poco, entonces, yo creo que sí es posible cerrar el acuerdo, el riesgo está en que, como la UE no está presentando una oferta buena en productos fundamentales para el Mercosur, el Mercosur puede cometer un error estratégico en no mirar el acuerdo de forma más amplia y focalizarse en pocos productos.
-¿Entonces la única opción de apertura con una economía de importancia global es Europa?
-Es mejor 100.000 toneladas de carne que nada. Si no llegas a 130.000 – que es lo que pretendía el Mercosur – llegas a 100.000. La verdad que, dentro de todo, es lo que habías aceptado en el 2004. Además, el consumo de carne en Europa está bajando y el mundo cambió muchas veces. Un acuerdo que se negocia desde el año ’99, pensar que en el 2018 va a seguir todo igual, no es sensato. Cambiaron hasta las formas de producir. Hoy el negocio de los acuerdos comerciales es totalmente distinto a lo que vos imaginabas 20 años atrás. Entonces la discusión es si realmente se está entendiendo por qué queremos cerrar un acuerdo con la UE. ¿Solo para exportar más carne, o por algo más? Eso es el gran debate que tenemos hoy.
“Uruguay, hasta ahora por lo menos, ha demostrado que no está preparado para discutir esos temas”.
-¿Pero a Europa realmente le interesa cerrar un acuerdo con el Mercosur?
-La lectura que uno hace es que a Europa le interesa cerrar en este momento un acuerdo con el Mercosur. Le interesa por política, por geopolítica; le interesa porque Europa se ha alejado bastante de América Latina de cierta forma, porque lógicamente se aleja – más allá de lo que es la misión del secretario de Estado – por supuesto que está claro que EE.UU. está alejándose o solo se va a acercar a América Latina en el tema México-Cuba-Venezuela; le preocupa la debilidad que generó el Brexit. Entonces yo creo que, en este contexto, el Mercosur tiene que ser muy fino y analizar en el conjunto, no focalizarse solo en un producto llámese carne o etanol. Yo creo que hay que intentar mirar esto más de arriba para no cometer un error estratégico.
-El presidente argentino Mauricio Macri visitó al presidente francés Emmanuel Macron, donde surgió nuevamente el tema de este acuerdo. ¿Qué análisis hace al respecto?
-La verdad que ahí no ha habido ningún comunicado oficial, y los comunicados no oficiales son contradictorios: algunos dicen que realmente a Macri le impresionó la voluntad de Macron para cerrar el acuerdo con la UE y otros dicen que realmente Macron le dijo “hasta acá llegamos, no vamos a subir más la carne de lo que está”. Entonces, yo creo que sí depende mucho la posición de Francia, no me cabe la menor duda. Creo que han perdido cierto peso Alemania y España que fueron los que lideraron la reapertura de las negociaciones.
-¿Qué impacto tendría el cierre del acuerdo para ambos bloques?
-Para el Mercosur tendría efectos dinamizadores muy buenos, porque un acuerdo con la UE te genera que otros empiezan a mirar para este lado del mundo que antes no miraban. La agenda externa del Mercosur es probable que se vea dinamizada, que se active si cerrás con Europa, aunque sea un acuerdo no tan ambicioso como se pensó inicialmente. Y además la agenda interna, porque por supuesto que solo el cumplimiento de una gran cantidad de normas que implican un acuerdo con la Unión Europea en diferentes disciplinas de comercio internacional, hacen que tu agenda interna del Mercosur se active y empiece a cambiar y empiece a modernizarse. Hay que pensar que para el Mercosur como bloque, cerrar un acuerdo nada menos que con la UE, que representa más del 40% del comercio mundial, empezás realmente a jugar en las grandes ligas por más que sea un acuerdo no tan ambicioso.
-¿Y a nivel de empuje económico?
-Muy poco. Los estudios dicen que muy poco. Eso dicen los estudios de impacto del Tratado de Libre Comercio. Tienen cada vez menos impacto en el PIB total del Mercosur o de la UE o del ingreso per cápita. No hay que creer que por cerrar un acuerdo vas a aumentar; no, son impactos bastante magros, lo que no quiere decir que haya aspectos que no se computan y que esto te genera otros cambios normativos que favorecen el entorno de negocios, que favorecen de repente hasta la competitividad nacional, que favorecen tener mejores prácticas en las empresas públicas.
-¿Y el impacto en la economía de Uruguay?
-También es bajo. Algunos pierden más, otros pierden menos, dependiendo la industria que tengas. Uruguay es de los países que no se vería tan impactado, o sea que se vería favorecido, y en el caso de Brasil y Argentina – que son los que pueden ganar más porque también tienen más escala en agrícola – ellos sí ven efectos en los sectores industriales que Uruguay no ve.
“El riesgo que hay es que en Uruguay también se genere un debate muy antiguo porque la discusión que se está dando está muy lejos de la realidad”.
-¿Hay sectores a los que lo puede afectar negativamente el acuerdo con la UE? ¿Podría haber presiones internas para que no se cierre?
-Bueno, desde el momento en que hay presiones internas para que no se cierre el TLC con Chile, las presiones internas con la UE deberían saltar, porque si no no tendría sentido. Uruguay, hasta ahora por lo menos, ha demostrado que no está preparado para discutir esos temas. Algunos sectores del gobierno (fundamentalmente el MPP, Constanza Moreira, Aire Fresco, todos estos sectores) han dicho cosas del comercio internacional que no tienen nada que ver con la realidad. Es una visión del comercio de 30-40 años para atrás. Entonces, el riesgo que hay, es que en Uruguay también se genere un debate muy antiguo porque la discusión que se está dando está muy lejos de la realidad.