El crecimiento económico mundial probablemente se acelerará el año próximo, pero esa perspectiva podría verse amenazada particularmente por grandes economías emergentes, como China, y la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, según afirmó el jueves el Banco Central Europeo (BCE).
El crecimiento global continuará, pero la recuperación será gradual y desigual, cargada de incertidumbre, incluso cuando se espera que Estados Unidos, la mayor economía del mundo, se recupere, señala el organismo en su boletín económico.
«Un riesgo clave a la baja es una mayor desaceleración en mercados emergentes, incluyendo a China», dijo.
De acuerdo al análisis del BCE, «un endurecimiento de las condiciones financieras y un incremento de la incertidumbre política podría exacerbar los desequilibrios macroeconómicos existentes, disminuyendo la confianza y resultando en una fuerte e inesperada ralentización”.
El boletín fue ampliamente consistente con las proyecciones presentadas en la reunión de setiembre del BCE.
«La incertidumbre política que rodea la transición económica en China podría llevar a un incremento de la volatilidad financiera global», agrega el documento.
De igual forma, sostiene que «se espera que el énfasis continuado en reequilibrar la economía, incluidas las reducciones de la sobrecapacidad de algunas industrias pesadas y las acciones para lidiar con los préstamos morosos, resulte en un declive en el ritmo de crecimiento económico».
Respecto al «Brexit», el organismo evaluó que hasta ahora ha tenido un impacto limitado y algunos analistas han revisado sus previsiones pesimistas, pero advirtió que lo peor podría no haber acabado.
En otro orden, el Ministerio de Finanzas de Alemania –la mayor economía de Europa- informó que la economía de ese país está perdiendo impulso en la segunda mitad del año, debido a que una menor demanda externa está provocando una desaceleración de la producción industrial.
De acuerdo a la información publicada por la agencia de noticias Reuters, el sólido consumo privado, el mayor gasto público y una creciente actividad de construcción ayudaron a que la economía germana creciera un 0,7% en el primer trimestre y un 0,4% en el segundo. «El crecimiento económico alemán fue robusto en la primera mitad del año», dijo el Ministerio en su informe mensual.
Sin embargo, la Secretaría advierte que “los últimos datos económicos indican una desaceleración del ritmo económico en la segunda mitad del año».
El crecimiento de los pedidos industriales fue casi nulo en julio y la producción de las fábricas y las exportaciones cayeron inesperadamente, lo que sugiere que las manufacturas comenzaron el tercer trimestre con debilidad.
El Ministerio culpó de la baja actividad industrial a la débil demanda exterior y dijo que la producción de las fábricas sería contenida el resto del año.
Sin embargo, proyecta que la economía seguirá creciendo con un impulso del consumo privado gracias a una tasa de empleo récord y el aumento de los salarios reales, que aumentaron un 2,3% interanual en el segundo trimestre.