El Banco Central Europeo (BCE) aumentó las tres tasas de interés clave en 50 pb para llevar el precio del dinero a niveles máximos desde 2009. De este modo, la tasa de depósito (donde los bancos guardan su exceso de liquidez) se sitúa en el 2%, el tipo de refinanciación sube hasta el 2,5% y la facilidad marginal de crédito (la ventanilla de emergencia) hasta el 2,75%.
Se trata del endurecimiento más rápido (250 pb en seis meses) y más grande de la política monetaria en la historia del euro. Además, el BCE anunció que la reducción del balance dará comienzo en marzo de 2023 a un ritmo más elevado de lo previsto, según se desprende del comunicado.
Por otro lado, la entidad revisó al alza la inflación para el próximo año, lo que abre la puerta a que las tasas de interés lleguen más alto de lo previsto.
Al igual que la Fed, el BCE moderó el aumento de tasas tras dos reuniones consecutivas con incrementos de 75 pb. Expertos creen que la entidad podría culminar este ciclo alcista en la zona del 2,5% a 3% de la tasa de depósito. Hasta llegar a ese punto, podría optar por alzas más moderadas en las siguientes reuniones: entre 25 y 50 puntos básicos.
No obstante, el comunicado del BCE ha vuelto a incidir en que en las próximas reuniones se seguirán elevando las tasas de interés “significativamente”, lo que abre las puertas a que las alzas sigan siendo superiores a los habituales movimientos de 10 o 25 puntos básicos.
Esta reducción del ritmo también llega una vez que la inflación ha comenzado a estabilizarse, aunque aún se encuentra en un nivel elevado. La inflación se situó en el 10% en noviembre, ligeramente por debajo del 10,6% de octubre, lo que se debe mayormente a una caída de los precios de la energía. Por el contrario, “la inflación de los precios de los alimentos y las presiones inflacionarias subyacentes en el conjunto de la economía han aumentado y persistirán durante algún tiempo”, subraya el comunicado del BCE.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó en rueda de prensa que “los riesgos para las perspectivas de inflación son principalmente alcistas, a corto plazo; por las presiones existentes sobre los oleoductos podrían dar lugar a aumentos más fuertes de lo esperado en los precios minoristas de la energía y los alimentos”.