El Banco Central Europeo (BCE) confirmó ayer jueves que mantendrá sus tasas de interés en niveles bajos durante aún más tiempo, e incluso estimó que podrían llegar a niveles negativos. La decisión se da en un contexto en el que “el precio del dinero” ya se encuentra en mínimos históricos buscando estimular la economía, y considerando al nuevo objetivo de inflación del organismo “cercano pero no por debajo del 2%.
«El Consejo de Gobierno espera que las tasas de interés oficiales del BCE se mantengan en sus niveles actuales o en niveles inferiores hasta que vea que la inflación alcanza» el objetivo, señala el comunicado del BCE.
De esta forma, la tasa de interés principal se queda en el 0%; la facilidad de depósito (donde la banca guarda sus reservas), en el -0,5%; y la facilidad marginal de crédito, en el 0,25%.
El comunicado tuvo diferencias marcadas respecto al de reuniones anteriores. En esta oportunidad, indica que se podría dar en la Eurozona (países que comparten el euro como moneda) “un periodo transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente por encima del objetivo». Con ello, el organismo da a entender que las tasas de interés se mantendrán bajas durante más tiempo del esperado.
El índice de precios al consumo (IPC) en la región bajó ligeramente al 1,9% en junio, pero los expertos consideran que repuntará con fuerza en los próximos meses. En sus últimas previsiones macroeconómicas, el BCE anticipó que la inflación este año en la zona del euro será del 1,9% (frente al 0,3% de 2020).
El Consejo de Gobierno del BCE tampoco modificó otras herramientas monetarias con las que ya trabaja. Las compras de activos netas bajo el paraguas del ‘viejo’ programa de compras APP continuarán a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros.
Igualmente, el BCE continuará con sus operaciones de financiación a plazo (los conocidos como TLTRO III), una herramienta que considera «una atractiva fuente de financiación para las entidades de crédito».
En cuanto a las compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), el comunicado señala que las adquisiciones se seguirán haciendo en el actual trimestre «a un ritmo significativamente mayor que durante los primeros meses del año».
BCE reconoce que la Eurozona podría atravesar “un periodo transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente por encima del objetivo», dando a entender que las tasas de interés se mantendrán bajas más tiempo del esperado.
El PEPP cuenta con una dotación total de 1,85 billones de euros y su vigencia se prolongará hasta marzo de 2022 o «hasta que considere que la fase de crisis por el coronavirus ha finalizado», recuerda el comunicado.
Actualmente, las compras de activos (bonos soberanos y corporativos) del BCE rondan los 80.000 millones de euros mensuales. Según informó el lunes la entidad, la semana pasada las adquisiciones fueron de 22.092 millones de euros.
El objetivo del BCE con estas compras de activos es «evitar un endurecimiento de las condiciones de financiamiento (de empresas y Gobiernos) que sea incompatible con la lucha» contra el impacto causado por la pandemia.
Asimismo, el banco central mantiene el mensaje de que el volumen del PEPP puede «recalibrarse si es necesario para mantener unas condiciones de financiación favorables». El BCE seguirá reinvirtiendo los rendimientos de los valores adquiridos en el marco del PEPP que vayan venciendo hasta, al menos, el final del 2023.