Buscando enfriar las presiones inflacionarias, el Banco Central Europeo (BCE) volvió a sorprender al realizar un aumento de sus tasas de interés clave de 75 puntos básicos, el movimiento más brusco de toda su historia. Asimismo, adelantó que volverá a elevar las tasas en las próximas reuniones, “para moderar la demanda y proteger frente al riesgo de un aumento persistente de las perspectivas de inflación”.
Las crecientes presiones inflacionarias que afectan a los países del viejo continente, poco acostumbrados a registrar altos niveles de incrementos de precios, llevaron a que el BCE definiera una suba de las tres tasas de interés clave en 75 puntos básicos (pb), lo que constituye el aumento más fuerte de toda la historia de la entidad. De esta forma, parecen haber triunfado los denominados “halcones”, quienes defienden una política monetaria más agresiva. En contraposición, las “palomas” abogaban también por un incremento, pero algo menor, de 50 pb.
El objetivo de la suba de tasas es encarecer el crédito, poniendo así paños fríos en la economía e incidir a la baja en una inflación que se ha disparado al 9,1% en agosto, su mayor nivel en la historia de la zona euro. Los aumentos realizados por el BCE se trasladan al resto de las tasas del mercado como el euríbor (hipotecas), créditos al consumo, empresas, entre otros. De esta forma, se busca frenar la inflación por el lado de la demanda.
Tras este movimiento, la tasa de depósito (donde los bancos acumulan su liquidez) se sitúa en el 0,75%, el tipo de interés de refinanciación principal (para las subastas semanales) alcanza el 1,25% y el marginal de crédito (ventanilla de emergencia) llega al 1,5%. De este modo, las tasas de interés se sitúan en el punto más alto de la última década.
Apuntando alto
Cabe recordar que el BCE inició su proceso de normalización monetaria en su última reunión de julio, cuando elevó las tasas de interés en 50 pb (un alza mayor a la prevista en ese momento). La presidenta de la entidad, Christine Lagard, argumentó entonces que la suba se debió a que la inflación seguirá siendo “indeseablemente alta” durante un tiempo, y que un movimiento mayor era apropiado dada la introducción del nuevo Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI) del banco, diseñado para abordar el riesgo de fragmentación en los mercados de renta fija del bloque común.
A futuro, el BCE adelantó que los aumentos de tasas continuarán en las próximas reuniones. “Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno espera incrementar las tasas de interés en las próximas reuniones para moderar la demanda y proteger frente al riesgo de un aumento persistente de las perspectivas de inflación”, sostiene el comunicado.
El BCE también divulgó las previsiones económicas con una leve mejora del crecimiento para 2022 y un menor avance en 2023. Se espera un entorno de cuasi estanflación para finales de 2022 y todo 2023.