Debido al agravamiento de la crisis sanitaria en el primer trimestre, la Superintendencia de Servicios Financieros (SSF) y el BCU adoptaron medidas adicionales para mitigar el racionamiento de crédito y su efecto negativo sobre la economía real. Se destaca que de acuerdo a las pruebas de estrés realizadas, “el sistema bancario soportaría en promedio un escenario de recesión importante manteniendo un nivel patrimonial razonablemente adecuado”.
“En un trimestre en que la economía aún soporta los efectos de la emergencia sanitaria debida a la epidemia de covid-19, la Superintendencia de Servicios Financieros (SSF) y el BCU adoptaron con vigencia en el primer trimestre de 2021 medidas adicionales tendientes a mitigar el racionamiento de crédito y su efecto negativo sobre la economía real”, señala el Reporte del Sistema Financiero elaborado por el Banco Central (BCU) correspondiente al primer trimestre del año.
Estas medidas, junto a las tomadas en 2020, “cumplieron el objetivo en un contexto de solidez financiera por parte de las instituciones”. Al 31 de marzo de 2021 las instituciones financieras tienen una base patrimonial que duplica el requerimiento de capital mínimo regulatorio, ratio que aumenta sostenidamente desde 2016. El requerimiento de capital mínimo considera los riesgos de crédito, mercado, operacional y sistémico.
El informe detalla que las pruebas de estrés aplicadas por la SSF muestran que “el sistema bancario soportaría en promedio un escenario de recesión importante manteniendo un nivel patrimonial razonablemente adecuado”.
La rentabilidad de los bancos medida en pesos nominales muestra un retorno sobre activos de 1,7% y un retorno sobre patrimonio de 16,1% en el año móvil cerrado a marzo de 2021, lo que se considera “razonable” dado el actual contexto económico.
Los depósitos del sector no financiero privado mantienen altas tasas de crecimiento, tanto si se considera el primer trimestre del año como si se toma en cuenta el último año móvil. Los depósitos en moneda nacional tuvieron un aumento en términos nominales de 7,8% en el trimestre y de 25,9% en el año cerrado en marzo de 2021, mientras que los depósitos en moneda extranjera presentaron un incremento de 5,3% y de 12% medido en dólares en el primer trimestre y en el año móvil, respectivamente.
Las medidas adicionales “cumplieron el objetivo en un contexto de solidez financiera por parte de las instituciones”, señala el informe elaborado por el BCU.
Los créditos al sector no financiero privado residente muestran, en contraste, incrementos mucho más moderados, lo que es entendible en función de la pandemia (caracterizada por reducción de actividad en diversos sectores, pérdida de ingresos por caída de empleo y salarios, así como un alto grado de incertidumbre). En el primer trimestre el crédito bruto al sector no financiero privado residente presenta un incremento de 0,6% para el caso de los créditos en moneda extranjera (U$S 59 millones) y de 0,3% en moneda nacional ($ 865 millones), mientras que en los doce meses cerrados al 31 de marzo de 2021 el crédito en moneda extranjera presenta incremento de 0,4% (US$ 45 millones) y el crédito en moneda nacional de 10,2% ($ 28.549 millones).
Esta diferente evolución de depósitos y créditos generó en los bancos un aumento de liquidez en el último año, que puede observarse en los ratios a 30 días, que pasan de 51,6% en marzo de 2020 a 53,6% en marzo de 2021, y en los ratios a 91 días, que pasan de 51,8% a 54,3%, en igual comparación.
Morosidad y endeudamiento
La morosidad general del crédito mantiene el nivel registrado en diciembre de 2020 (2,7%), el cual es inferior al observado un año atrás, cuando ascendía a 3,3%.
En el caso del crédito a empresas, la morosidad descendió de 3,6% a 2,6% en los últimos doce meses en parte como respuesta a las reestructuras pactadas con los deudores, mientras que el ratio de morosidad del crédito a familias muestra niveles no muy distintos a los registrados hace doce meses (2,9% al 31 de marzo de 2021).
Frente a esto, el endeudamiento de las familias respecto a su ingreso anual se ubica en 30,9%, tendiendo a estabilizarse en el último trimestre.